Marruecos ha reabierto el conflicto sobre la mediana que separa sus aguas de las de Canarias. Las dos leyes que el lunes aprobó la comisión de Exteriores de la Cámara de Representantes (la equivalente al Congreso) no solo ponen negro sobre blanco las aspiraciones expansionistas de Rabat aprovechándose del espacio marítimo del Sahara Occidental, sino que, además, cuestionan una vez más el actual reparto de la franja de agua que hay entre su litoral y el Archipiélago. Lo reconoció el propio ministro de Asuntos Exteriores marroquí, Nasser Bourita, que se descolgó al afirmar, tal como informó Efe, que el criterio de la línea media o mediana "no vale cuando tienes enfrente una isla". El reino alauí recupera así una de sus más viejas aspiraciones: la de hacerse con el dominio de la mayor parte de unas aguas fronterizas cuyo control se reparte al 50% con Canarias y, por tanto, con España. Es decir, mitad y mitad.

La mediana, que es la línea imaginaria que divide en dos mitades la franja del Atlántico entre Marruecos y las Islas (exactamente entre los puntos en que más penetra el agua en los límites oriental de Canarias y occidental del reino alauí), ha sido asumida de factoFue, por ejemplo, el criterio por el que se rigieron ambos Estados en las polémicas prospecciones petrolíferas. Cada país exploró y perforó el lecho del mar en su lado de la mediana, esto es, en su correspondiente mitad. Sin embargo, la adopción de este criterio no es caprichosa, sino que es el resultado de poner en práctica la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (Convemar). España y Marruecos nunca se han puesto de acuerdo sobre cómo distribuir la franja de agua en cuestión, y cuando no hay acuerdo entre Estados, la Convemar establece que hay que dividir el espacio marítimo en dos mitades iguales. Y así se ha hecho a pesar de que Rabat siempre ha sido la parte más descontenta con el criterio de la línea mediana. Un descontento que ha vuelto a ventilar con esas dos leyes en las que extiende la ocupación del Sahara Occidental también a sus aguas, hasta el punto de pisar una zona de gran riqueza natural dentro de la ampliación de la plataforma continental de Canarias, pendiente de autorización por la ONU.

Los principales argumentos con que Marruecos pretende defender ante Naciones Unidas un pretendido derecho a hurtar al Archipiélago parte de sus aguas son que tiene más kilómetros de costa y que Canarias no es un Estado, sino islas que forman parte de un Estado. "En este caso se aplica el principio de equidad; si uno tiene 750 kilómetros de costas y el otro, 10 kilómetros, no se puede aplicar la línea mediana", sentenció el lunes el titular de la cartera de Exteriores marroquí. ¿Tienen posibilidades de prosperar los argumentos del reino alauí? No muchas, o más bien ninguna.

"No existe ninguna circunstancia especial que haga injusta una frontera trazada según el principio de la equidistancia". Así lo advirtió la catedrática de Derecho Internacional Público de la Universidad de Murcia Esperanza Orihuela en un trabajo publicado en 1985. Y las circunstancias no han cambiado. El profesor de la Universidad de La Laguna hace hincapié en que efectivamente Marruecos puede alegar aquello que considere pertinente (su mayor extensión, la insularidad, el hecho de que Canarias no sea un Estado o cualquier otra cosa) pero no menos cierto es que también España puede oponer argumentos igualmente válidos, como la altísima densidad de población del Archipiélago o su mayor dependencia de las aguas que lo circundan, por ejemplo. En definitiva, "no parece haber razones sólidas" para modificar el criterio de la línea mediana, ahonda el profesor. Y siendo así, el Tribunal Internacional del Derecho del Mar y en última instancia el Tribunal de La Haya mantendrían el actual statu quo.

No obstante, aún está por ver hasta qué punto está dispuesto Marruecos a sostener su órdago. La ocupación del territorio bloquea cualquier reconocimiento internacional a la delimitación que Rabat pretende de las aguas del Sahara Occidental, e incluso puede llevar a que la ONU rechace siquiera valorar el expediente. Y cambiar el criterio de la línea mediana es sencillamente una quimera.

Clavijo reclama información

El senador por la Comunidad Autónoma de Canarias, Fernando Clavijo (Coalición Canaria), ha reclamado la comparecencia "a la mayor brevedad posible" de la ministra de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Margarita Robles, para que informe sobre la "preocupante" decisión unilateral de Marruecos de aprobar dos leyes que delimitan su espacio marítimo con España y Mauritania, y que, de paso, incorpora de forma jurídica el mar adyacente al Sahara Occidental. Esta comparecencia en Comisión debe darse, según explicó Clavijo, cuanto antes y con independencia de que el Gobierno se encuentre en funciones, puesto que "se trata de un asunto de enorme gravedad que afecta directamente a la soberanía del Estado y que puede tener preocupantes consecuencias para las zonas fronterizas afectadas por la nueva delimitación, especialmente Canarias". El senador espera que se dé a conocer cuáles son los espacios fronterizos marítimos afectados por la decisión del Parlamento de Marruecos, que afecta de lleno a las Islas, según reconoció el lunes el propio ministro marroquí de Asuntos Exteriores.