El director me explica que apenas disponen de espacio para la crónica y que sintetice y corte todo lo posible, y así lo hago porque para mí las órdenes de mis directores son. Gustavo Matos, presi del Parcan, reservó algunas preguntas orales dirigida al presidente y algunos de sus consejeros, pero desde el firme propósito de la Mesa -y los grupos parlamentarios- de terminar el maldito trámite de los presupuestos hoy mismo e irse de vacaciones ya. Hoy se felicitaron unos a otros las fiestas como deben hacerlo entre sí las tribus antropófagas: de lejos y con ganas de morder. Pájaro Espino le preguntó a Torres presi por las listas de espera y se quedó esperando, por lista, una respuesta coherente. Casicurbelo presumió de su estrategia para combinar la energía eólica y la solar y anunció que La Gomera consumirá solo energías renovables dentro de tres años mientras el consejero Valbuena sonreía, y acto seguido presi Torres se levantó como impulsado por un tiro de almogrote y proclamó que "la apuesta por la sostenibilidad es irreversible".

Este Gobcan tiene una decena de eslóganes que repite orwellianamente una y otra vez. Y como siempre primero intentará que se los crean los demás y al final intentarán creérselo ellos mismos: como todos los Gobcan que en la Macaronesia han sido. Otra pregunta: María del Río sobre el cierre progresivo de los CIE, una preocupación compartida por Julio Pérez. Otra nueva hostia bendita de presi Torres a Pablo Rodríguez, que cada vez se abrocha mejor la chaqueta. Australia Navarro haciéndole un hueco a Cataluña y a Oriol Junqueras en el Parlamento de Canarias. Presi Torres se la quita de encima con cierta facilidad, lo que molesta a Navarro, que ya ni siquiera es pesada, sino aburrida. Nira Fierro adjudica todas las adjudicaciones de obras al celo del Gobierno de Torres: se admiten apuestas sobre si admitiría que no fue el Gobcan progresista quien inventó la rueda. Yo no apuesto, les digo.

Como era el último pleno, Luis Campos se quitó la chaqueta y se arremangó la camisa blanca y parecía a punto de decirte que de postre tenía San Marcos. Preguntó otra vez por la Renta de Ciudadanía, que lo tiene en un sinvivir, aunque engorde. Otra vez Casicurbelo, LuzdeGas Reverón, Mario Cabrera y la pista de contingencia del aeropuerto de Fuerteventura.

Desde un punto de vista político lo único interesante fue el discurso en el debate a la totalidad del proyecto presupuestario pronunciado por la exconsejera de Hacienda, Rosa Dávila, probablemente el mejor discurso nacido de grupo parlamentario nacionalista en esta legislatura. Preciso, lacónico, con la dosis justa de ironía y sarcasmo, armado con argumentos y datos, Dávila desmontó rápida y cuidadosamente la propaganda presupuestaria vertida por el Gobcan y, en particular, por el Vicerodríguez y sus juegos malabares con el superávit, el gasto público, el déficit, la regla de gasto, el agujero presupuestario y nada por aquí, nada por allá y mira, plas, unos presupuestos con un montón de perras para las personas y no para los paramecios.

Sobre todo el análisis de la diputada coalicionera demostró la modestia de los incrementos económicos reales destinados a políticas sociales y asistenciales en las cuentas diseñadas por el equipo de Vicerodríguez. Por primera vez desde julio presi Torres se cruzó de brazos y comenzó a hablar en medio de un discurso ajeno. Lo de Vicerodríguez fue peor: giró la cabeza y, con una sonrisa tirante, evitó mirar a Dávila en la tribuna, mientras hacía morisquetas. Como escribió Javier Krahe "qué feos son los gobernantes /c uando se ven / al natural".

Ayer se les vio al natural durante quince minutos interminables. Aprobaron los presupuestos, desde luego. Las tensiones y equívocos para ejecutarlo el próximo año pondrán a prueba su cohesión interna y su capacidad para gestionar la crisis que se nos viene encima.