La estrategia canaria para el desarrollo sostenible elaborada por el Parlamento regional supone "un muy buen documento de partida", pero adolece de "incoherencias" y "contradicciones" que obligarán a someterla a una "revisión crítica". El director general de Investigación y Coordinación del Desarrollo Sostenible del Gobierno autonómico, David Padrón, anunció ayer que esta tarea se desarrollará en el marco del proceso dirigido a poner al día la Agenda 2030 en las Islas, que sufre un retraso de al menos dos años respecto al conjunto del país.

Padrón estuvo presente en el encuentro formativo Claves prácticas del significado de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible para Canarias, orientado a medios de comunicación, impartido por Alberto Santana, director general de Plan B Group, y celebrado en la sede de Presidencia del Gobierno en Santa Cruz de Tenerife. La Agenda 2030 es un plan de acción que 193 países del mundo se han comprometido a desarrollar para alcanzar 17 objetivos relacionados con la sostenibilidad económica, social y medioambiental. Dentro de este marco general, el Archipiélago, a través del Parlamento, ha seleccionado sus propias metas y ha establecido más de 300 indicadores para medir su consecución. El trabajo de la Cámara atesora, según Padrón, un "gran valor", e incluso ha recibido el reconocimiento de Naciones Unidas, aunque tiene "aspectos a mejorar". Uno es la falta de adecuación entre algunas metas canarias y los objetivos marcados por la ONU, que ha sido diagnosticada por el Consejo Económico y Social de Canarias (CES) en un dictamen de próxima publicación. Otro es el diseño de algunos indicadores, que constituyen "la parte más débil" del documento.

El primer acercamiento al cumplimiento por las comunidades autónomas se plasmó en un informe publicado en mayo por el Gobierno español. Canarias está "a la cola" junto a Andalucía y Murcia, recordó Alberto Santana. El indicador más positivo -el más destacado del país- es el de desigualdad de género, mientras que el desempeño en el resto resulta "decepcionante". Las Islas solo superan la media nacional en el 18% de los objetivos, mientras que en el 60% se encuentran por debajo.

A esa situación se suma que el anterior gobierno autonómico fue el único que no realizó ningún avance en esta materia. De hecho, dejó vacía su casilla en el informe de progreso nacional. Por ello, el Ejecutivo ha decidido acelerar el paso con el fin de tener diseñada su agenda el próximo verano. "Es una tarea ambiciosa, pero hay que intentarlo", señaló el director general de Investigación y Coordinación del Desarrollo Sostenible.

Los retos que afronta Canarias en el camino que tiene por delante están relacionados con la necesidad de elaborar una estructura de gobernanza "clara", confeccionar un plan de acción concreto y unos indicadores fiables y realistas -porque "lo que no es medible no se puede mejorar", apuntó Santana- y amparar y favorecer las actuaciones de las administraciones locales. En este sentido, la Agenda Canaria 2030 se concibe también como "un paraguas" bajo el que se cobijen las políticas de sostenibilidad que ejecuten los ayuntamientos y cabildos.

Cuando se amplía el foco desde lo regional y local a lo global, los datos indican que los progresos más apreciables se han producido en los objetivos de salud y bienestar, energía y trabajo decente. Los escasos avances en degradación medioambiental son la otra cara de la moneda.