"Hay que cobrar a todo el que tenga que pagar", subrayó ayer el portavoz del Gobierno de Canarias, Julio Pérez. Y hasta ahora no ha sido así, agregó, por la "mejorable" gestión recaudatoria. El Ejecutivo regional se ha propuesto que no haya ni un solo ciudadano sin estar al corriente de los pagos a la Hacienda autonómica, lo que incluye tanto a quienes eluden impuestos como a quienes no cumplen su obligación por mero desconocimiento. Con este objetivo, y aprovechando la renovación de la encomienda a Gestión Recaudatoria de Canarias (Grecasa), que es la empresa pública que se encarga de cobrar los tributos en la Comunidad Autónoma, el Gobierno prestará especial atención a los servicios de información y de recaudación ejecutiva, que considera susceptibles de mejoras. Ambos departamentos recibirán 22,6 millones de los 29 que se destinarán para financiar el funcionamiento de Grecasa en los dos próximos años.

Pérez, que también se desempeña como consejero de Administraciones Públicas, Justicia y Seguridad, explicó que uno de los principales objetivos de su colega al frente del departamento de Hacienda, Román Rodríguez, es "incrementar la base de los contribuyentes", es decir, que nadie incumpla sus obligaciones tributarias. El portavoz sacó a colación las cifras de la recaudación del Estado en el Archipiélago, que están en máximos históricos pese al frenazo económico, para ejemplificar hasta qué punto pueden crecer los ingresos públicos por la mejora de la eficiencia y la eficacia recaudatorias. Julio Pérez siguió así los argumentos que ya había dado el lunes el propio Román Rodríguez después de que este periódico publicara esas cifras y achacó los récords de recaudación por el IRPF y por el Impuesto sobre Sociedades al mejor trabajo que se está llevando a cabo en la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT). En definitiva, la intención del Ejecutivo autonómico es conseguir lo que a su juicio ha conseguido la AEAT, esto es, que nadie se quede sin pagar los impuestos que le correspondan.

En última instancia, el objetivo es que no se pierdan ingresos con los que luego financiar la Sanidad, la educación o los servicios sociales. La hoja de ruta de la Consejería de Hacienda para nutrir las arcas regionales tiene, por tanto, una doble vertiente: una principal, con la subida de impuestos, y una secundaria, con esta mejora del sistema tributario, que aunque está por ver cuánto supondrá en términos cuantitativos, contribuirá en mayor o menor medida a aumentar la recaudación. Por un lado, porque se reforzará el servicio de información tributaria, clave para que los contribuyentes conozcan sus obligaciones fiscales; y por otro, y sobre todo, porque también se apuntalará el servicio de recaudación ejecutiva. La recaudación ejecutiva, la principal encomienda de la Agencia Tributaria Canaria al ente público Grecasa, es esa fase del procedimiento recaudatorio que comienza tras finalizar el período de pago voluntario, de ahí que la labor de esta unidad sea fundamental "para cobrar a todo el que tenga que pagar", repitió Pérez, y para combatir el fraude fiscal.

Además, hay que recordar que el presupuesto de la Agencia Tributaria Canaria para 2020 asciende a 51 millones de euros, un incremento de casi un 9% respecto de lo asignado para el actual ejercicio. A partir del próximo año, el 0,5% de la recaudación se destinará específicamente para financiar las actividades de la propia Agencia Tributaria, tanto sus gastos corrientes como las inversiones, otra novedad que se introduce en los presupuestos para 2020.

La recaudación por el IGIC, que en octubre marcó un nuevo récord histórico, vuelve a fluctuar y se deja unos 50 millones de euros en noviembre en comparación con las cifras del año pasado. En el Gobierno regional calculan que la recaudación por el Bloque de Financiación Canario se reducirá este año en unos 130 millones de euros.