CC y NC extremaron ayer sus profundas diferencias de fondo sobre la investidura del socialista Pedro Sánchez y la futura gobernabilidad del país a partir del pacto entre el PSOE y Unidas Podemos. No sólo tienen distintas percepciones sobre la marcha de las negociaciones y la posibilidad de que se permita el desbloqueo político, sino que van en dirección claramente contraria sobre lo que creen que interesa al país y la que pueda ser su decisión de apoyar o no la investidura. Así lo manifestaron sus respectivos representantes en el Congreso, Ana Oramas (CC) y Pedro Quevedo (NC) tras su respectiva reunión con el Rey en el marco de las consultas que éste leva a cabo antes de decidir si encarga al líder del PSOE que se someta a la investidura.

Los dos representantes nacionalistas canarios sólo coincidieron en trasladar al monarca que decidirán su posición cuando sepan si Sánchez cuenta con los apoyos necesarios, y en función de los compromisos que su gobierno asuma con la agenda canaria. Pero a partir de ahí, tanto en el lenguaje, como en el análisis de la situación y en la disponibilidad para superar la parálisis política que afecta al país, sus posiciones no podían ser más distantes y enfrentadas. Aunque Oramas en ningún momento llegó a afirmar que en el actual marco de negociaciones no apoyaría a Sánchez, si dejó claro que esa será la posición que defenderá cuando el asunto se discuta en el seno de CC. Por el contrario, Quevedo se mostró totalmente partidario de que el proceso negociador emprendido por el PSOE culmine con éxito con una abstención de ERC e incluso se consideró que Felipe VI participó de su idea de que "no hay otra alternativa" al encargo a Sánchez para que se someta a la investidura a partir del acuerdo con Unidas Podemos y el concurso de otras formaciones.

Ana Oramas insistió en su idea, y así se lo trasladó al Rey, de que "es un horror y un disparate que este país esté pendiente de alguien a quien no le interesa nada ni la gobernabilidad, ni la estabilidad, ni tener unos nuevos Presupuestos", en referencia a las negociaciones del PSOE con ERC para que la abstención de los trece diputados de la formación independentista catalana permita la investidura en segunda vuelta. Y en su relato sobre la inconveniencia de hacer descansar las negociaciones en aspectos como la situación de los presos independentistas del procés, o la inmunidad de algunos de ellos, o de si se convocan elecciones en Cataluña, como pretende ERC, Oramas deslizó su deseo de que esas negociaciones no lleguen a buen puerto y que Sánchez se vea en la necesidad de que negociar con los partidos constitucionalistas y en particular con el PP.

La diputada de CC aseguró que le había trasladado al Rey su "enorme preocupación" por la situación "complicada y difícil" surgida de los resultados electorales y que pese a ello, el PSOE no se haya puesto en contacto con el PP y que sea ERC el "único" partido con el que está negociando. Cree que el pacto previo de los socialistas con Unidas Podemos sigue sin conocerse y que aún siguen pactado en secreto, y que no hay negociaciones con ninguna otra formación. Insistió en que "España no necesita una investidura, sino gobernabilidad y estabilidad y acometer una serie de pactos de Estado que sólo se puede garantizar con partidos constitucionalistas".

No hay decisión tomada

Por todo ello, Oramas trasladó al Rey que CC no está aún en condiciones de decidir su voto, y que lo hará cuando disponga de toda la información necesaria no sólo sobre los apoyos con los que cuenta Sánchez, sino sobre el tipo de Gobierno que quiere hacer y el programa con el que pretende abordar la legislatura, en el que debe contemplarse como paso previo un documento de compromisos con la agenda canaria. Recordó que CC "siempre hemos pactado con distintos partidos un acuerdo no solo de investidura, sino también de legislatura", y aseguró que esa es la intención también en este caso, pero enfatizó en la necesidad de que Sánchez "llame a todos los líderes políticos" para otro tipo de negociación y de acuerdo de gobierno distinto al que ha pactado con Unidas Podemos y que hace extensivo a ERC.

Pedro Quevedo, por su lado, puso el énfasis en aspectos totalmente contrarios a los de su compañera de coalición electoral en su conversación con el Rey. No sólo no puso objeciones de fondo a la negociación del PSOE con ERC para que con su abstención se desbloquee la situación política y pueda conformarse un gobierno, sino que rechazó de plano la idea de un acuerdo entre "la socialdemocracia española" y "la derecha" como alternativa al gobierno progresista que pretende Sánchez junto a Unidas Podemos. Sería, según él, un "pacto contra natura" que, de facto, consideró inviable en estos momentos por la beligerancia que a su juicio está demostrando la derecha española contra el propio Pedro Sánchez. "Si eso ocurriese sería una consecuencia negativa y la expresión de un fracaso. No una respuesta de salida al bloqueo", sostiene.

Quevedo trasladó a Felipe VI su convencimiento de que no hay otra opción que la que está explorando el ahora presidente en funciones, y dio a entender que el propio monarca entendía que Sánchez sólo está en condiciones de asumir el encargo de investidura sobre los acuerdos que ya está trabajando. "Más consultas empezaría a resultar patético. Solo hay una posibilidad de designar una propuesta de candidato y es la del líder del PSOE. No hay otra. Me parece, y no detecté nada en contrario por parte de don Felipe, que esto es así. Me pareció captar un asentimiento porque no hay otro escenario", sostuvo el diputado de NC, quien remarcó que su apoyo a la investidura estaría en todo caso condicionado a la firma de un documento que recogiera el reconocimiento de las conquistas logradas en las reformas del REF y el Estatuto de Canarias, y el desarrollo de la agenda canaria.

Quevedo se declaró "optimista" porque cree que "es obligatorio serlo en el sentido de que es necesario dar una respuesta a la situación de parálisis de la política española", y aseguró haber "detectado voluntad" entre PSOE y ERC de llegar a un acuerdo por encima de los maximalismos de los independentistas.

"Me gustaría pensar que se puede ser lo suficientemente inteligente para explicar también al pueblo catalán que un desbloqueo político en esta circunstancia probablemente es a lo más que se puede aspirar", afirmó.

Tras recordar que NC es un partido nacionalista que acepta el marco constitucional "con la sana intención de intentar cambiarlo", evitó plantear líneas rojas en la negociación de PSOE y ERC porque se mostró seguro de que cualquier planteamiento al margen de la Carta Magna "está abocado al fracaso".