"CC ha sido muy importante para crear Canarias políticamente hablando, pero se ha olvidado de crear a los canarios". La afirmación es de Ayoze Corujo, asesor de NC-Somos Lanzarote y coautor del último análisis de las bases electorales de la coalición nacionalista, que cuestiona su arraigo social y su base identitaria. Y que concluye, junto a otros dos autores de la Universidad Autónoma de Madrid (Carlos Fernández-Esquer y José Rama), que la injerencia del insularismo condiciona la identidad canaria. Según esta hipótesis, "quizá la desactivación de la identidad nacional o regional canaria pudiera estar relacionada con la interferencia de una fuerte identidad insular". La insularidad ha sido, efectivamente, el principal hándicap para construir las Islas como una unidad regional, tal y como quedó en evidencia durante el largo y difícil proceso de elaboración del primer Estatuto de Autonomía. Un insularismo que pareció mitigarse mientras los nacionalistas canarios de CC y NC gobernaron juntos, desde 1995 hasta la ruptura en 2005. Y que en los últimos años resurgió con nuevos episodios pleitistas desde el insularismo conservador en el seno de CC, representado por Carlos Alonso; pero también desde el insularismo progresista que abandera, dentro de NC, Antonio Morales. El caso es que en un momento clave de la historia de España, ni CC ni NC ofrecen una posición ni un proyecto nacionalista claros.