De los 1.171,4 millones presupuestados para inversión, casi 500 corresponden a inversiones reales, las que ejecuta directamente el Gobierno y que se contabilizan en el capítulo VI de las cuentas públicas. Los restantes 671,7 millones figuran en el capítulo VII, el de las transferencias de capital, que son las cantidades que el Ejecutivo transfiere a las cuentas de otras administraciones para que estas ejecuten los trabajos. Eso sí, se trata en ambos casos de inversiones. Sin embargo, el frenazo del ritmo de la inversión en lo que va de año obedece fundamentalmente a las transferencias de capital. El Ejecutivo apenas ha ejecutado un 14,7% de las inversiones reales, un bajísimo porcentaje que, no obstante, era similar tanto en 2018 como en 2017. En cambio, el 21,6% ejecutado del capítulo VII superaba el 50% a estas alturas de 2018 y el 53% en 2017.