Noemí Santana ve tan bien la gran mayoría de acciones y objetivos que el anterior Gobierno de Coalición plasmó en los presupuestos de 2019 que los ha copiado en el proyecto de ley para 2020. Ha hecho un copia y pega. La consejera de Derechos Sociales ha calcado párrafos y hasta páginas enteras de la memoria que su antecesora en el cargo, Cristina Valido, elaboró para los presupuestos regionales de este año. De los 40 folios que los principales programas sociales ocupan en la memoria presupuestaria de 2019, siete se reproducen literalmente en el proyecto de ley para el próximo ejercicio. Lo mismo ocurre con centenares de párrafos. Y todo ello a pesar de la dureza con que Podemos cargó contra la acción social del anterior Ejecutivo.

En la pasada legislatura, y desde la oposición, la ahora consejera fue especialmente crítica con Valido, quien incluso sufrió en octubre del año pasado la reprobación del Parlamento (la primera de la historia en la Cámara autonómica) con el voto a favor de Podemos, el partido de Santana. Sin embargo, esto no ha impedido que el actual Gobierno regional se haya servido de la hoja de ruta social del anterior Ejecutivo para redactar el proyecto de ley de presupuestos para el próximo año. Las memorias de las cuentas públicas para 2020 no solo muestran una evidente coincidencia con las de 2019 en programas como los de coordinación y planificación de políticas sociales y atención a las personas mayores, planificación y apoyo a los servicios sociales, prestaciones y otras ayudas sociales, prevención e intervención en el área del menor y la familia, fomento de la inclusión social o atención a personas con discapacidad, sino que, además, en todos esos epígrafes se copia palabra por palabra, incluidas las erratas, la redacción de los presupuestos aún en vigor. Una labor de corta y pega que también se ha hecho en otras consejerías pero que en este caso llama particularmente la atención por la beligerancia de Podemos en contra de las políticas sociales de CC.

Que los sucesivos Gobiernos hagan corta y pega en la descripción de los programas presupuestarios es una práctica poco ortodoxa pero generalizada. Los programas definen los grandes objetivos de cada departamento en un determinado ámbito de actuación, y estos no cambian de un año para otro (al fin y al cabo las directrices para la atención a mayores, por ejemplo, siempre tratan de hacer mejor y más fácil la vida de los mayores). Pero no es normal que un Ejecutivo o una consejería que cambia de color político reproduzca literalmente los objetivos específicos y las acciones concretas que planearon sus antecesores. Y esto es justamente lo que ha hecho la Consejería de Derechos Sociales, Diversidad, Igualdad y Juventud, con el agravante de que Podemos fue en la anterior legislatura autonómica el particular azote para la política social del Gobierno de CC. Es tanto como imaginar que los presupuestos de las áreas que en el futuro asuma Podemos en el Ejecutivo estatal gracias a su pacto con el PSOE no solo se inspiren en las cuentas de los gobiernos de Mariano Rajoy, sino que incluso las copien letra a letra.

Basta un simple vistazo a las memorias del proyecto de presupuestos para darse cuenta de hasta qué punto son coincidentes no ya el diagnóstico de las necesidades sociales de los canarios, sino incluso las metas a conseguir y hasta las acciones a ejecutar para alcanzarlas. Si solo fuera por los presupuestos, sería difícil intuir que se ha producido en la Consejería un cambio de color político tan drástico como el que supone la sustitución de CC por Podemos. Hay ejemplos de párrafos y páginas enteras copiadas de las memorias de los presupuestos de 2019 (que los nacionalistas sacaron adelante gracias a los apoyos parlamentarios del PP y de la Agrupación Socialista Gomera de Casimiro Curbelo) en todos los principales programas del área social.

En el ámbito de los mayores, por ejemplo, Santana y su equipo entienden válidas las mismas seis líneas de actuación (palabra por palabra) que ya estaban marcadas en la memoria de las cuentas de este año "para el logro de la calidad de los servicios prestados". El copia y pega es aquí evidente, ya que se mantienen las erratas que aparecen en la redacción aún en vigor e incluso se aprecia con claridad el mayor espaciado entre determinadas palabras. En el caso del Plan Concertado de Prestaciones Básicas de Servicios Sociales, se reproduce fielmente lo que ya consta en la memoria presupuestaria de 2019 y el nuevo Gobierno se limita a añadir un par de párrafos sobre las subvenciones con cargo al 0,7% de lo recaudado por el tramo autonómico del IRPF. Un añadido obligatorio tras la sentencia del Tribunal Constitucional que declaró fuera de la ley el anterior sistema de gestión y concesión de estas ayudas.

Los principios sobre las prestaciones y otras ayudas sociales es acaso el mejor de los ejemplos. De hecho se traslada el texto de los presupuestos de 2019 (ya de por sí muy vago y genérico) al del proyecto de ley para 2020, sin añadidos ni supresiones. Y algo parecido pasa en el programa que ahonda en el fomento de la inclusión social. En este caso se hace copy/paste en los objetivos del mismo, su justificación y en las líneas estratégicas con una única excepción: la de la Prestación Canaria de Inserción (PCI). En lo relacionado con la atención a la emergencia, el equipo de Santana coincide totalmente con el que lideró Valido. También en los "programas de lucha contra la alta exclusión social", epígrafe bajo el que se bendice la creación de la PCI y se identifican sus carencias. Eso sí, el Gobierno incluye en este caso un apartado en el que detalla las novedades en la normativa que regula la prestación tras promulgarse la nueva Ley de Servicios Sociales. El copia y pega también alcanza a los "programas para la implementación de las actividades de integración social" y a la promoción del voluntariado.

No hay mención alguna en el documento a la renta ciudadana, bandera de Podemos en la legislatura.

Y tres cuartos de lo mismo pasa con el programa de atención a las personas con discapacidad. También aquí la memoria presupuestaria es un calco de la que acompaña la previsión de ingresos y gastos del actual ejercicio. La página 158 de la memoria de las cuentas públicas de 2019 es una de las siete que se reproducen palabra por palabra, desde el primer párrafo ("El Programa 231N...") hasta el último ("El desarrollo e implementación del programa 231N...").

Lo normal es que las cuentas se redacten de cero

Desde el ámbito académico, los expertos consultados explicaron que en absoluto debe considerarse este copia y pega como una práctica normal. Ignacio González, profesor del departamento de Economía, Contabilidad y Finanzas de la Universidad de La Laguna y especialista en materia presupuestaria, hizo hincapié en que lo habitual es que al menos se dé un "barniz" a la redacción. Además, el experto pone énfasis en que lo ideal y lo ortodoxo es que los presupuestos se elaboren de cero, lo que cobra más relevancia si se tiene en cuenta que se ha producido un cambio de colores políticos en el Gobierno. "Y en la memoria todavía es más grave", precisa el profesor. "Normal no es, desde luego", enfatiza.

Las memorias de los presupuestos sirven para plasmar las líneas estratégicas por las que se rigen los Gobiernos. De ahí que lo normal, especialmente cuando se produce un cambio de directriz política como el que ha acontecido en el Archipiélago tras 30 años de gobierno de los nacionalistas, es que se haga constar esa diferencia de rumbo en las memorias de cada programa, algo que, sin embargo, no ocurre en las políticas sociales.