El nuevo administrador único de Radiotelevisión Canaria (RTVC), Francisco Moreno, ha tomado las riendas de su cargo con el propósito de potenciar el carácter público de este medio de comunicación, aunque, tal y como recordó, no le corresponde a él decidir si el modelo seguirá siendo mixto como hasta ahora. "Yo no debo marcar las reglas del juego en el que debe desarrollarse el marco de trabajo de RTVC", aseguró, por lo que su función se limitará a que "la sociedad canaria valore el prestigio y la utilidad del servicio público". Moreno realizó estas declaraciones tras el traspaso de competencias que llevó a cabo ayer con su antecesor, un emocionado José Carlos Naranjo Sintes, en la sede que la Televisión Canaria tiene en el polígono industrial del Sebadal, en Las Palmas de Gran Canaria.

Sintes, que se despedía entre lágrimas y arropado por el aplauso de los trabajadores de la televisión, dejaba un cargo al que llegó de la mano de Coalición Canaria en junio de 2018 y que ocupó durante 16 meses, diez más de lo previsto. La decisión de prorrogar su presencia al frente de RTVC se tomó teniendo en cuenta que 2019 era un año electoral y que podría darse un cambio de gobierno, como así ocurrió. Respecto a la temporalidad de su cargo, Moreno aseguró que ocupará este puesto mientras tenga la mayoría parlamentaria que le sustente.

Compromiso de los partidos

De todas formas, el propio administrador único recordó que han sido las fuerzas políticas quienes se han comprometido, tras la propuesta presentada por CC y Partido Popular, a aligerar al máximo el proceso que permita contar con los órganos de control correspondientes para el ente. Además, Moreno subrayó que no entra en sus propósitos ir más allá de sus funciones: "En el tiempo en el que yo ocupe este puesto, no voy a estar tan loco como para constituirme en órgano de contratación unipersonal y comenzar a tomar decisiones que no me competen a mí, sino al Parlamento canario".

Moreno agradeció el voto de confianza que le han otorgado el presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, el vicepresidente del Ejecutivo regional, Román Rodríguez, y las fuezas políticas de la Cámara autonómica ya que, excepto Ciudadanos, todas votaron a favor de su nombramiento en la Comisión de Control de la Radiotelevisión Canaria. El nuevo administrador único se comprometió a dirigir el ente público con criterios exclusivamente profesionales. "Vengo sin ningún tipo de consigna ni hipoteca que me lastre, si cometo errores seré yo el responsable y no habrá nadie detrás que me haya condicionado a cometerlos", aseguró Moreno, que se mostró convencido de que no le va a influir el ambiente en ocasiones cargado que hay en torno a RTVC, donde muchas veces se habla más de números que de contenidos, tal y como lamentó.

Ante la tensión que ha caracterizado la última época de Radiotelevisión Canaria, Francisco Moreno tuvo palabras de elogio para Naranjo Sintes, del que aseguró que ha ejercido su cargo con toda la ilusión y el esfuerzo, y del que reconoció "la calidad del empeño que ha puesto para sacar adelante especialmente la televisión en momentos extremadamente difíciles".

Moreno puso en valor el traspaso de competencias realizado con su antecesor, un trámite que hasta ahora nunca se había producido en este medio de comunicación. "Yo vengo aquí para un tiempo determinado y confío en que cuando me marche, lo haga también con esta naturalidad". El nuevo administrador único definió este cordial intercambio de poderes como el punto de partida adecuado para la historia de la Televisión Canaria y para sus trabajadores, pues cumple el objetivo de empezar a generar desde el primer día la necesaria normalidad en el funcionamiento y en las responsabilidades que se comparten.

Además, Moreno hizo referencia al "caudal de ilusiones" que se ha ido creando entre todos a la hora de iniciar esta nueva andadura. "Yo no estaría aquí si no hubieran querido los trabajadores", confesó, además de reconocer que tiene la certeza de saber con qué equipo quiere desarrollar un trabajo que ya desempeñó anteriormente. Moreno fue el segundo director de Radiotelevisión Canaria entre los años 2001 y 2005.

Una travesía "complicada"

Para cumplir con el deseo colectivo de intentar hacer la mejor de la televisiones, se comenzará una travesía que Moreno definió como "complicada, pues arranca con una nave con vías de agua que hay que reparar mientras navega por mares procelosos". Además del símil naval, el nuevo administrador público de RTVC echó mano también del lenguaje bélico para definir su nueva andadura: "Esto va a ser como la guerra de Sarajevo, con todos los francotiradores esperando a que salgamos a comprar el pan, que es algo que vamos a hacer todos los días".

Desplegar las velas

De todas formas, Moreno aseguró que se siente seguro porque no ha asumido el cargo movido por las emociones, sino por el convencimiento absoluto de que -siguiendo con la comparación náutica- se podían dar las circunstancias necesarias para que más pronto que tarde se puedan desplegar las velas y navegar como el resto de medios públicos, que tienen que preocuparse de mejorar sus contenidos, pero no su estructura y que no tienen en peligro permanente el funcionamiento de la televisión.

"He intentado buscar el mayor de los consensos a lo largo de los últimos meses para que podamos partir con las bodegas cargadas de ese capital de confianza y para que el alto consenso político, social y televisivo alcanzado nos sirva para crear unas cartas de navegación que nos permitan huir de los acantilados en los que a veces ha estado inmersa esta televisión", concluyó Moreno.

El nuevo responsable de RTVC, que prefirió no ahondar en los objetivos concretos que pretende marcarse durante su mandato, atesora una larga experiencia televisiva. Antes de ser director de Radiotelevisión Canaria, había conducido los informativos de TVE en Canarias y también había estado al frente de Antena 3 en las Islas. En 2015, el PSOE lo propuso como candidato al Consejo Rector de RTVC, tras la reforma de la ley que regulaba el funcionamiento de la cadena autonómica. Moreno se sometió al primer examen del Parlamento canario, pero renunció a su candidatura poco después al percibir que el proceso había sido politizado.