"Es una maravilla y recomendable". Con estas palabras resumía ayer el rey Felipe VI?la exposición César Manrique. Es un placer. (Un icono popular del siglo XX), considerada como la gran muestra sobre el centenario del nacimiento del artista lanzaroteño, que se podrá ver en la sede de la Fundación César Manrique (FCM) en Taro de Tahíche hasta el 26 de abril de 2020.

Don Felipe, que llegaba a las doce de la mañana a la sede de la FCM, estuvo acompañado por la ministra en funciones de Educación y Formación Profesional, María Isabel Celaá; el presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres; el presidente del Parlamento de Canarias, Gustavo Matos; el delegado del Gobierno en Canarias, Juan Salvador León; la presidenta del Cabildo de Lanzarote, María Dolores Corujo; y el presidente de la Fundación César Manrique, José Juan Ramírez. Una comitiva a la que se unieron los alcaldes de los siete municipios lanzaroteños.

Tras saludar a los patronos de la FCM y especialmente a los hermanos del artista, Carlos Manrique, de 94 años, y Juana Manrique, de 90, el Rey iniciaba el recorrido por la exposición que a través del empleo de imágenes gráficas, audiovisuales, documentos personales del artista, carteles y piezas de arte pretende descubrir la forma de ser de César Manrique y su relación activa con el territorio de Lanzarote.

El cicerone de don Felipe

El director de la FCM y comisario de la exposición, Fernando Gómez Aguilera, fue el cicerone de don Felipe, que se mostró muy interesado en conocer tanto el proceso de producción de la obra de Manrique como de la construcción de la vivienda caracterizada por sus burbujas volcánicas. A preguntas del Rey, el comisario de la exposición le informó que César fue el encargado de diseñar toda la vivienda pero con el asesoramiento de un arquitecto para garantizar sus estructuras en la lava volcánica.

En la primera sala de la muestra Taro, don Felipe observó la obra mural Lanzarote, una pieza recuperada piedra a piedra de la antigua terminal del aeropuerto de Lanzarote, que precisamente ahora lleva el nombre del artista conejero. "¿Es un fresco?", preguntaba el Rey al contemplar el gran mural, de nueve metros y medio de largo, que César Manrique pintó en 1953 para la antigua terminal de pasajeros de Guacimeta. En esta sala también se reproducen vídeos con imágenes antiguas de Lanzarote entre los años 1900 a 1950 y la relación del artista con la naturaleza de la Isla.

Fue precisamente la defensa medioambiental de la que hizo gala Manrique durante toda su vida una de las razones aludidas por la Casa Real para que don Felipe estuviera en la inauguración.

La segunda parte de la visita real se centró en la que fue la vivienda de Manrique a partir de su regreso definitivo a Lanzarote desde Nueva York, desde 1969 hasta 1988, para convertirla posteriormente en la sede de su Fundación. La casa, que está edificada sobre una colada lávica de las erupciones ocurridas en Lanzarote entre 1730 y 1736, se levanta sobre cinco burbujas volcánicas naturales interconectadas con túneles labrados en el basalto y un pequeño jameo.

"César hizo una fusión entre la modernidad y la arquitectura vernácula de Lanzarote", le explicó el comisario al Rey que apenas cabía por los estrechos pasillos de lava volcánica. "Esta burbuja la hemos dejado tal y como la tenía Manrique", continuaba Gómez Aguilera mientras observaban la fotografía del expresidente del Gobierno, Adolfo Suárez en uno de los rincones de la casa.

En la Casa de las Burbujas

Una de las paradas inexcusable de la Casa de las Burbujas es la pequeña piscina en la que cae una cascada de agua. Fue ahí donde don Felipe también pudo contemplar el paraíso personal que creó el artista y en el que a juicio de Gómez Aguilera "desarrolló una estética del placer que transformó el arte en vida y la vida en arte de habitar". Felipe VI también se detuvo se en la habitación personal de Manrique, en la que pudo contemplar un retrato dedicado de sus padres, los reyes Juan Carlos y Sofía.

Más de 400 fotografías, tanto de la esfera pública como privada del artista, y un total de 17 audiovisuales, componen el grueso de esta exposición de gran formato, que ocupa una superficie total de 1.600 metros cuadrados.

Los audiovisuales de nueva creación son un encargo del comisario al cineasta Miguel G. Morales e incluyen 10 documentos testimoniales de nueva creación con entrevistas a personalidades de diversos ámbitos de la cultura que reflexionan sobre César Manrique y su labor. Entre ellos están Joaquín Araújo (naturalista), Alberto Corazón (diseñador gráfico y artista), Juan Cruz (escritor y periodista), Waldo Díaz Balart (pintor), Elvireta Escobio (escritora), Elvira González (galerista), Fernando Menis (arquitecto), Frei Otto (arquitecto), Fernando Prats (urbanista y arquitecto) y Wolfredo Wildpret (catedrático de Biología).

Asimismo, se exhiben reproducciones de sus máscaras del Carnaval, cerámicas que diseñó en los años cincuenta y cuadros pintados por el artista. Además, se han ambientado distintas estancias de su casa Taro de Tahíche, lo que ha obligado a la FCM a desmontar la exposición permanente que se venía exhibiendo desde su inauguración en marzo de 1992.

En la exposición también se muestran numerosos objetos pertenecientes a César Manrique (maniquíes, libros, prendas de vestir, esculturas africanas?), diarios personales, carteles originales de sus exposiciones tanto nacionales como internacionales, reportajes de revistas, postales de sus viajes y álbumes-collage de gran tamaño realizados por el artista.

En el recorrido de algo más de una hora y media, don Felipe descubrió la trayectoria artística y personal del hombre que transformó la isla de Lanzarote hasta convertirla en un referente turístico y medioambiental.

Un paseo entre higueras y burbujas volcánicas

El rey Felipe descubrió todos los rincones de la vivienda de César Manrique construida sobre cinco burbujas volcánicas. En la imagen de la izquierda, don Felipe, acompañado por la ministra de Educación Isabel Celaá, autoridades locales y regionales y representantes de la FCM, contempla el interior de una de las burbujas volcánicas de la que emerge una higuera seca. Arriba, junto al mural que César creó para la terminal del antiguo aeropuerto de Lanzarote que se ha recuperado piedra a piedra para llevarlo hasta la Fundación. Sobre estas líneas, el monarca junto a la presidenta del Cabildo, el presidente del Parlamento de Canarias y el alcalde de Teguise en la piscina de la casa./ elvira urquijo (efe)/javier fuentes