Javier Chico de Guzmán y Girón (Madrid, 23 de mayo 1944) asiste hoy en la grancanaria plaza de Santa Ana a la celebración de la fiesta de la patrona de la Guardia Civil, coincidiendo con el 175 aniversario de la creación del benemérito instituto por su tatarabuelo Francisco Javier Girón y Ezpeleta, II duque de Ahumada. Residente en Las Palmas de Gran Canaria, con domicilio en Vegueta, este aristócrata, Grande de España, VI duque de Ahumada, esposo de Elvira Manrique de Lara y Benítez de Lugo, forma parte de los guardias civiles honorarios, un reducido círculo de honor con 18 miembros que encabeza el rey Felipe VI.

La Guardia Civil, que hoy celebra el día de su patrona la Virgen del Pilar, coincidiendo con la Fiesta Nacional del 12 de octubre, conmemora los 175 años de su fundación por Francisco Javier Girón y Ezpeleta, II duque de Ahumada. Su tataranieto Javier Chico de Guzmán y Girón participa hoy en las actividades festivas del Benemérito Instituto en Las Palmas de Gran Canaria. El VI duque de Ahumada, jefe de la Casa de los Ahumada del mayorazgo de los Girones, responde por correo electrónico a EL DÍA mientras viaja hacia Vegueta desde El Rosalejo, la hacienda donde su antepasado redactó los estatutos para fundar la Guardia Civil, y que la familia conserva en su máximo esplendor en la Sierra de Grazalema, en Cádiz, como ha mostrado esta semana en un reportaje en la revista Hola. Una familia enraizada en la historia de España desde el siglo XV que hoy encabeza este distinguido guardia civil honorario.

Empiece por el principio. ¿Cuándo y cómo funda su tatarabuelo la Guardia Civil?

En un periodo convulso de la historia de España como lo fue la primera mitad del siglo XVIIII, en el escenario que siguió tras una encarnizada guerra por la independencia de nuestra patria. El desorden generalizado reinaba en todo el territorio nacional, las comunicaciones eran inseguras, las principales vías que cruzaban el país estaban en manos de bandoleros, la ciudadanía desprotegida, la Ley y el orden resquebrajado. En ese contexto surge la necesidad de crear un Cuerpo de Seguridad del Estado que hiciera posible garantizar la convivencia de los españoles; que obligara a respetar las Leyes para que estas se cumplieran, y así pudiera de nuevo restablecerse el Orden en el caos de inseguridad reinante. Como bien dice Benito Pérez Galdós, "fue creado en el seno de España un ser grande, eficaz y de robusta vida: La Guardia Civil".

¿Qué permanece del II Duque de Ahumada aún en el espíritu de la Guardia Civil?

Los valores que inculcó a todos aquellos que aspiran a formar parte de este Glorioso Instituto de la Guardia Civil, que es una gran familia. La famosa 'Cartilla del Guardia Civil', redactada por mi tatarabuelo y editada el 20 de diciembre de 1845. Es un compendio de principios básicos que deben regir la vida de un Guardia Civil. Los define con claridad cegadora, y hacen referencia al honor, la disciplina, la moralidad, el espíritu de sacrificio, la fidelidad al deber, la dignidad, la prudencia y la firmeza, los buenos modales, el aseo personal y un largo etcétera.

¿Cómo pesa la perspectiva histórica de su ilustre familia en el actual duque de Ahumada?

La historia no pesa, obliga y compromete a seguir una trayectoria que no quiebre los principios que animaron nuestros mayores a contribuir a forjar este gran país, tarea que nunca acaba. Cambian las formas de servir a España, pero no cambia el espíritu ni la vocación de nuestros desvelos. En tiempos lejanos, el servicio estaban en la carrera de las armas, ahora se contribuye a la prosperidad del país forjando empresas, creando riqueza y puestos de trabajo para elevar el nivel de vida y el bienestar de nuestros compatriotas. Antes se servía bien defendiendo bien conquistando territorios, ahora la senda seguida por nuestra gran familia es la de los emprendedores. En los tiempos que corren, el título nobiliario no tiene otra función que la de mantener vivo el recuerdo histórico al que se debe su otorgamiento.

¿Se mantiene la tradición familiar militar o de la Guardia Civil?

A lo largo de la Historia de mi familia -los Girones- que se remonta varios siglos atrás, se han sucedido, generación tras generación, hombres de armas y militares de prestigio que en muchas ocasiones han sido protagonistas de grandes sucesos entroncados con la historia de España. Esta tradición quedó rota a principios del Siglo XX, pues el mayorazgo de los girones paso a ser representado por mi madre de la que he heredado el título de Duque de Ahumada. En aquella época todavía las mujeres tenían vetado el paso a la carrera de las armas. Ese fue un punto de inflexión en la tradición familiar.

Se ha roto la tradición militar en la familia, ¿y la política?

He de declararme con mucho orgullo, que también soy militar, aunque lo sea en calidad de Guardia Civil Honorario, distinción de la que me honro infinitamente pues este exclusivo club de "Guardias Civiles Honorarios" tiene solo diecisiete miembros, más uno, el uno evidentemente es su majestad el Rey D. Felipe. La política es una herramienta fundamental para garantizar la organización y el gobierno de la sociedad, y garantizar su propia libertad. Creo que en España tenemos demasiada gente dedicada a este digno oficio. Pienso que se conseguirían los mismos fines con infinitamente menos políticos. A la política deben acudir gentes con verdadera vocación de servir al interés general, hombre y mujeres generosos y sacrificados, que velen por el bienestar de sus compatriotas, olvidándose del suyo propio, y, por supuesto, tengan aptitudes y preparación para desempeñar este nobilísimo oficio. La demagogia debe ser expulsada del ámbito de la política, pues se trata de un engaño consciente e irrespetuoso hacia la sociedad a la que eliges servir.

¿Con qué episodio más glorioso de la Guardia Civil se queda y cuál le gustaría borrar de su historia?

Para mí, gloriosos son todos aquellos numerosos pasajes de la historia de este Benemérito Instituto, en los que ves a un Guardia Civil salvando una vida, despreciando el riesgo en el que pone la suya propia. Y borraría de la historia todos aquellos luctuosos pasajes, que se cobraron la vida de un Guardia Civil en acto de servicio, máxime si este fuera como consecuencia de un infame acto terrorista. La larga vida del glorioso cuerpo de la Guardia Civil está plagada de infinidad de actos heroicos individuales que enaltecen a todo la Institución.

¿Cómo vivió el 23F cuando entró el coronel Antonio Tejero al Congreso de la Diputados con su tricornio y pistola en mano?

Con sobrecogimiento como todos los españoles. La conducta individual de un miembro de un cuerpo tan nutrido como lo es el de la Guardia Civil, creo que más de 500.000 efectivos han formado y forman parte desde su creación, en nada afecta a la institución. En el caso particular que me pregunta solo puedo remitirme a lo ya dicho en los tribunales militares competentes donde fue valorada, y cuyo veredicto y reproche es de sobra conocido por nosotros.

La Guardia Civil fue leal a la II República en 1936 y el general Francisco Franco desconfió e incluso intentó disolverla, pero el Benemérito Instituto resistió en el régimen anterior.

La Guardia Civil desde su fundación siempre ha estado al servicio de los Gobiernos de España sin distinciones, siempre ha sido leal y fiel al orden constitucional. Una Guerra Civil es la mayor tragedia que pueda vivir un pueblo, enfrentarse -a muerte- hermanos contra hermanos, es una gran desgracia; evidentemente este 'terremoto emocional' en el cuerpo de una Nación afecta a todas sus instituciones. La Guardia Civil también sufrió sus consecuencias. Pasada esta página triste de nuestra historia con la reconciliación de sus protagonistas, que con su generosidad conquistaron para sus herederos una paz prospera y duradera, es digno de respeto y admiración. Así ha sido reconocido por el mundo entero. Es deber nuestro mantener la paz conquistada con generosidad, no "restreñar" en las heridas cicatrizadas para regresar al pasado cuando tanta tarea queda por delante para el progreso de este país y alcanzar el mayor bienestar para todos nuestros compatriotas. Desprecio a todo aquel que incita al odio entre hermanos, y azuza la violencia, pues generalmente, tras estos actos infames, se esconde un cobarde con un interés espurio y particular, totalmente ajeno al interés general que falsamente proclama para justificar su insidia.

La Guardia Civil acaba de cerrar el Valle de los Caídos para el traslado del féretro del general Franco a El Pardo, ¿qué le parece el cambio de ubicación de los restos del jefe del Estado del régimen anterior?

No creo que ayude a resolver los grandes problemas que tiene este país: paro, seguridad social, deuda, pensiones, migración, seguridad ciudadana. Carlos V ante la sepultura de Lutero cuando le animaban a exhumar el cadáver de su gran enemigo dijo: "ya le habrá juzgado el Juez Supremo, yo me ocupo de gobernar a los vivos".

¿Le ha puesto, alguna vez, una multa un guardia civil?

Por supuesto. Como a todo quisqui. He de confesar que siempre que he sido denunciado por cometer una infracción, esta ha sido causa de una distracción propia. Y no solo he pagado religiosamente la multa, sino que, en su momento, y si he tenido la oportunidad, he felicitado al agente por cumplir con su deber.

¿Qué le sigue sorprendiendo hoy de la Guardia Civil?

La atracción que despierta en los jóvenes formar parte de este Benemérito Instituto en este mundo tan aparentemente falto de valores esenciales. Siendo esta una arriesgada y abnegada profesión de todo punto vocacional, es sorprendente el número de aspirantes a cualquier llamamiento para cubrir las plazas que se demandan en este cuerpo, pues hay que reconocer que cada vez le son encomendadas, por sus méritos, más misiones y responsabilidades. Bien es cierto, que la Guardia Civil actual es un cuerpo de elite de reconocido prestigio y lo mas importante, siempre hemos de encontrar un héroe que las enaltece y dignifica. Esta realidad viva en nuestra sociedad civil, atrae a muchos jóvenes que quieren seguir los pasos de los Guardias Civiles que admiran.