La recaudación del IGIC se mantiene en cifras históricas hasta agosto en medio del debate generado por la revisión fiscal que plantea el Gobierno regional, entre cuyas medidas se incluye la subida de medio punto del tipo general para situarlo de nuevo en el 7%. En los ocho primeros meses del año los ingresos líquidos por el principal impuesto indirecto de la Comunidad Autónoma alcanzan los 1.043 millones de euros, la segunda cifra más alta de la serie histórica del IGIC en este periodo después de la recaudación lograda en 2018, que ha marcado el récord hasta ahora. Es un 6% menos con respecto a los ochos primeros meses del año pasado, lo que supone a estas alturas del año 66,5 millones menos.

El principal motor del sistema fiscal autonómico no ha parado de crecer en los últimos años. El año pasado se alcanzaron los 1.702 millones de euros, una cantidad que coincidió con los mejores momentos del sector turístico y el crecimiento del consumo. Pero en los ejercicios anteriores se fueron sucediendo los récords de recaudación de forma consecutiva desde 2011 y fue en 2013 cuando se superaron por primera vez los 1.000 millones de euros de ingresos por este concepto.

La argumentación del Gobierno salido de las urnas el 26 de mayo sobre los perjuicios de la bajada de impuestos del anterior Ejecutivo ha sido una constante, sobre todo en relación a la reducción del IGIC del 7 al 6,5%. Sin embargo, entre enero y abril se alcanzaron unos ingresos extraordinarios ya que en solo cuatro meses fueron casi 650 millones de euros, batiendo su propio récord en este periodo de tiempo. Cuando se aprobó en enero la rebaja, hubo quien vaticinó que habría una caída en la recaudación que perjudicaría a las arcas públicas pero sucedió justo al contrario.

Ya por entonces los vaticinios de que el verano iba a ser peor que el del año pasado estaban en boca de todos, si bien en ese momento nadie pensaba a ciencia cierta que Thomas Cook iba a quebrar, aunque ya se encontraba en una mala situación financiera. Sin embargo, pese a la bajada de turistas Canarias ha mantenido el gasto turístico a niveles similares a años anteriores, un factor que influye de forma decisiva en los ingresos por IGIC.

Ligero descenso

Los siguientes meses han marcado un ligero descenso en los ingresos según las cifras oficiales de la Agencia Tributaria Canaria. La caída hasta junio fue del 7,5% pero se ha contenido en los meses de verano y hasta agosto era de un 6% con respecto al mismo periodo de 2018. Pero la recaudación acumulada entre enero y agosto es de 1.043 millones de euros, lo que sigue siendo una cifra histórica ya que es la segunda más alta tras 2018. Son 66,5 millones de euros menos, lejos aún de los 200 millones en los que calcula el actual Gobierno que descienden los ingresos por la bajada de medio punto del impuesto indirecto.

La suma de los otros dos tributos vinculados al Régimen Económico y Fiscal (REF), en este caso el AIEM y el impuesto de Matriculación, suman un total de 1.149 millones de euros hasta agosto, frente a los 1.218 del año pasado.

El último cuatrimestre del año será decisivo para conocer el impacto real de la desaceleración económica, la afección al sector turístico de la caída de Thomas Cook y la influencia del brexit si finalmente es el 31 de octubre, algo que a día de hoy no está claro aún. La incertidumbre arroja dudas sobre el comportamiento de los ingresos fiscales, que siguen siendo históricos.

Los abogados alertan de la complejidad de recuperar Sucesiones

El impuesto que grava las herencias está rodeado de polémica desde hace años. Desde 2016 está bonificado en Canarias hasta el tercer nivel de parentesco pero así y todo el año pasado la Comunidad Autónoma recaudó 43,7 millones por este tributo y hasta agosto suma 21,4 millones. La tendencia de las comunidades autónomas en los últimos años ha sido la de aumentar las bonificaciones y exenciones, sobre todo en aquellas regiones donde gobierna el PP solo o con Ciudadanos. De hecho, en Andalucía el actual Gobierno formado por populares y naranjas también lo bonificó hace unos meses. El Ejecutivo canario ha dejado caer que estudia instaurar de nuevo el tributo pero con matices, es decir, de forma progresiva y en función de la renta de los herederos y el volumen de lo heredado. Sin embargo, esta previsión del Ejecutivo no gusta entre los abogados especializados, entre los que se encuentra Carlos Bethencourt, que advierte de la "complejidad administrativa" que supondría aplicar el impuesto con este tipo de características. Bethencourt vaticina que los problemas jurídicos que puede ocasionar este hipotético escenario son muy elevados y asegura que tanto el IRPF como el Impuesto sobre el Patrimonio ya contemplan la tributación de las familias por su renta, sean por trabajo o por patrimonio. El abogado recuerda que gracias a la bonificación del impuesto muchos extranjeros con casas en las Islas han cerrado la herencia de sus inmuebles a sus hijos o familiares de primer grado que permite la ley, conservando ellos el usufructo de la propiedad para, de esta forma, no pagar el gravamen.