En menos de dos meses los españoles están llamados a las urnas, otra vez. Serán las cuartas elecciones en cuatro años y las redes sociales no han tardado en reaccionar. Lo último ha sido una campaña para que la gente se dé de baja en el Instituto Nacional de Estadística (INE) y deje de recibir propaganda electoral en sus domicilios. Más de 112.000 personas en España ya han elegido tener buzones libres de panfletos y promesas políticas desde que se permitiera este trámite tras la modificación en la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (Loreg), aprobada en diciembre de 2018.

Internet ha sido el canal a través del cual miles de españoles han compartido durante los últimos días esta iniciativa que ha despertado el interés de muchos descontentos, que aunque no pueden evitar las elecciones sí podrán ahorrar papel. Bajo las etiquetas en Twitter #propagandaelectoral o #Noenmibuzón, los ciudadanos han manifestado que votarán pero no colaborarán en la destrucción del medio ambiente.

El trámite, vigente en las pasadas elecciones generales, se puede realizar a través de la web oficial del INE y requiere pocos minutos, razón por la que la difusión de la propuesta ha sido tan rápida. Solo hace falta estar inscrito en el censo electoral y disponer de un sistema de identificación electrónica, ya sea un certificado digital o el registro en el sistema Cl@ve, el mismo que se utiliza para hacer la declaración de la Renta.

Muchos usuarios se quejaron en los primeros días del bloqueo en la página generado como consecuencia de la saturación en los servidores tras una avalancha de peticiones, pero desde el INE aseguraron que no les "consta ningún bloqueo" aunque sí ha habido "problemas con algunos buscadores". Por ello, los expertos recomiendan a los interesados "utilizar Internet Explorer".

Mayor movimiento

Todavía no se conocen cuáles son las cifras de los movimientos en la página de estos últimos días, pero los responsables del Instituto explican que "al establecerse que hay nuevas elecciones en noviembre seguramente habrá un pico en el registro de movimientos".

Según el reglamento, la solicitud de exclusión se puede realizar hasta el decimotercer día posterior a la convocatoria electoral en el Boletín Oficial del Estado (BOE), lo que implica que en estas elecciones habría que hacerlo antes del 7 de octubre. La baja siempre se puede revertir repitiendo el mismo proceso e indicando que la persona quiere volver a ser incluida en el censo, proceso que se puede repetir todas las veces que uno quiera. El resto de propaganda en las vías publicas no se podrá evitar.

La solicitud también se puede realizar en los ayuntamientos, en las oficinas consulares y en las delegaciones provinciales de la Oficina del Censo Electoral (OCE), pero fuentes del INE reconocen que los formularios que reciben de manera presencial "son mínimos".

El cansancio por las nuevas elecciones se percibe en las calles pero sobre todo en las redes sociales. Twitter se ha convertido estos días en el escenario donde españoles de todas las ideologías exponen con humor la desesperación por el bloqueo político del país. Clarita y Heidi dirigiéndose hacia el límite de una ladera, el Rey Felipe VI quejándose de tantas visitas al Palacio de la Zarzuela o las bromas relacionadas con las mesas electorales son solo algunas de las ocurrencias que los internautas han publicado en las últimas fechas. Mensajes cargados de ironía y en los que no faltan la creatividad, el ingenio y también el hartazgo ante esta situación.

Otra campaña viral que inunda las redes estos últimos días es la iniciativa: Diputados, si NO curráis ¡NO cobráis!: renunciad a vuestra indemnización, de Txerra Par, quien a través de la página Change.org pide a los ciudadanos su firma para evitar que los parlamentarios reciban el dinero equivalente al salario de los dos meses que discurren hasta las elecciones de noviembre. En los comicios anteriores 216 diputados cobraron este sueldo de transición.

Cuatro años, cuatro elecciones

"En cuatro años, cuatro elecciones. Un año más, 350 diputados han decidido dedicar la vuelta de sus vacaciones a reírse de 46 millones de españoles", señala la petición, que ya cuenta con más de 420.000 firmas y que avanza rápidamente hacia las 500.000, cifra que permitiría registrar una iniciativa legislativa popular.

"Tú y yo tenemos que ponernos de acuerdo diariamente en muchas cosas con gente muy diversa por pura convivencia, pero los políticos que te representan no pueden ni sentarse a hablar para que un país, el tuyo, arranque", concluye la petición.

Estos nuevos comicios obligan al Gobierno a aprobar una ampliación de crédito para poder pagar los gastos de la maquinaria electoral y costarán a los contribuyentes unos 140 millones de euros, sin tener en cuenta las subvenciones a los partidos políticos.

El presupuesto inicial es el mismo que el de las generales de abril y con él se pagará el trabajo de Correos para hacer llegar el voto a distancia, la propaganda, la impresión de las papeletas y sobres y el despliegue de los miembros de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

El presupuesto del gasto electoral también incluye el coste de organizar los colegios electorales, el montaje de las mesas, urnas y cabinas o el traslado de los electores que lo necesitan, una logística que se repite unas elecciones tras otra. La única diferencia es que esta vez solo habrá ocho días de campaña electoral. En total, en las cuatro elecciones, el gasto asciende a 540 millones de euros entre 2015 y 2019.