Los Reyes de España quedaron "impresionados" por las imágenes que dejaron los incendios forestales de agosto en Gran Canaria y los daños sociales y económicos en su población, tras un recorrido en helicóptero y una visita a las zonas afectadas de la Cumbre, en la que pudieron dialogar con una pequeña representación de vecinos y de los cuerpos que actuaron en los fuegos. Don Felipe, que estuvo acompañado de la reina Letizia y la ministra de Economía, Nadia Calviño, se comprometió a estudiar una visita oficial a Risco Caído y Las Montañas Sagradas tras reconocer las dos caras que ha vivido la Cumbre en tan poco espacio de tiempo, tras su designación en julio como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Un mes después de que se apagaran las llamas, la Cumbre sigue dando olor a quemado, y muchas familias continúan tratando de reponerse de las heridas, a la espera de las ayudas oficiales. El paisaje teñido por el negro da la bienvenida a algunos helechos y cañas que dan los primeros tintes verdes al paisaje tras la catástrofe ambiental.

"Realmente supone una impresión muy fuerte ver in situ esta tragedia. Da idea de lo que han sufrido los vecinos y los momentos de angustia y de perderlo todo" vividos por la población local, manifestó ayer Felipe VI tras una breve charla con una pequeña representación de 80 afectados de Valleseco, Artenara y Tejeda, que le esperaban en el mirador de La Degollada de Las Palomas, en Valleseco.

El monarca realzó "la labor de todos los servicios e instituciones que han participado" en las labores de extinción de las llamas, y que ayudaron "a minimizar los daños", a pesar de que ha sido "una catástrofe económica, medioambiental y para la vida normal" de los ciudadanos.

"Nos han transmitido lo que han vivido, la angustia de salir adelante y que están pendientes de todas las medidas que se están aprobando para atender las necesidades desde todas las administraciones", añadió.

El monarca lamentó la "imposibilidad" de poder saludar a los casi 1.200 profesionales que lucharon contra las llamas, aunque tuvo unas breves palabras con sus mandos, a los que transmitió su "reconocimiento". En este sentido, valoró la "complicación" de afrontar el fuego en las condiciones registradas.

La visita a Gran Canaria duró cerca de cinco horas, desde su llegada sobre las 11.00 de la mañana a la Base Aérea de Gando, y su marcha sobre las cuatro de la tarde desde el mismo aeropuerto.

En medio, Felipe VI y Letizia Ortiz Rocasolano asistieron a una reunión informativa en Presidencia del Gobierno de Canarias, en Las Palmas de Gran Canaria, tras saludar en la entrada a algunos de los vecinos que les esperaban y en donde se escucharon algunos gritos de apoyo a sus majestades.

Los Reyes recibieron en una reunión de trabajo explicaciones de los incendios por parte de Florencio López, jefe del Servicio de Protección Civil y Emergencias del Gobierno de Canarias; y el jefe de Emergencias del Cabildo de Gran Canaria, Federico Grillo; en compañía de la jefa de Extinción de Medio Ambiente, Marta Moreno; y el jefe de Servicio, Luis Fernando Arencibia.

El presidente del Cabildo, Antonio Morales, intervino para dar más detalles de lo sucedido. Y, en nombre de los ayuntamientos afectados, la alcaldesa de Agaete, María del Carmen Rosario, habló de zonas dañadas como el barrio de El Hornillo. Y el alcalde de Valleseco, Dámaso Arencibia, se adentró en la parte emocional, señalando las sensaciones a flor de piel que vivieron los vecinos afectados por las evacuaciones y por el miedo a perder sus propiedades.

En la reunión, que duró cerca de tres cuartos de hora, estaban presentes once alcaldes, tanto de los municipios maltratados por los tres incendios en el interior de la Isla y en Cazadores, en Telde, así como el anfitrión de Las Palmas de Gran Canaria, Augusto Hidalgo; el presidente del Parlamento de Canarias, Gustavo Matos; el delegado del Gobierno en Canarias, Juan Salvador León, y representantes de los distintos Ejércitos.

El monarca agradeció ante una treintena de personas el esfuerzo institucional y el trabajo realizado por las personas que arrimaron el hombro en aquellos momentos críticos. Sobre todo, evitando la posibilidad de registrar víctimas mortales pese a que el fuego pasara por encima de 9.800 hectáreas y los cerca de 10.000 vecinos que tuvieron que ser evacuados. El rey se interesó por las personas evacuadas, su situación económica y su vida actual.

El saludo de los escolares

Don Felipe y doña Letizia subieron a la Cumbre a continuación en un helicóptero que despegó de la Base Naval, viajando acompañados de la ministra Calviño y el presidente canario Torres; además de personal de seguridad.

De esta forma, sobrevolaron algunos pueblos calcinados por las llamas, haciéndose una idea de la dimensión real alcanzada en el pulmón vegetal de Gran Canaria.

Y en un segundo helicóptero subieron los alcaldes de Valleseco, Dámaso Arencibia; y de Tejeda, Francisco Perera, que ejercerían luego de anfitriones durante su recorrido por la zona, donde entraron en contacto cara a cara con vecinos afectados, además de personal de la Casa Real y de distintos servicios.

La comitiva tomó tierra en el campo de fútbol de Tejeda sobre las dos de la tarde. Allí subieron a una microguagua para iniciar el recorrido. Francisco Perera le pidió al rey que se sentara en el lado derecho del vehículo, ya que los alumnos del colegio estaban esperándole en la acera de la carretera del pueblo para saludarles. Aunque no paró, don Felipe instó al chófer a que aminorara la marcha a su paso junto a los niños. Y a su altura les saludó, en un gesto que fue agradecido por esos niños, que vivieron en primera persona los desalojos y el temor de perder sus propiedades familiares.

Y desde allí siguieron hacia el Parador de Tejeda, donde se sumó Antonio Morales, para llegar al mirador de la Degollada de Las Palomas, en el municipio de Valleseco, donde podían observar desde una zona elevada los efectos del fuego en el pueblo de Tejeda y en Valleseco.

En el lugar se encontraban unos 80 vecinos en representación de los afectados, de los cuales unos 23 eran de Valleseco, 43 de Tejeda y el resto de Artenara, así como unas 14 personas en representación de los distintos cuerpos de seguridad y emergencias que intervinieron en los incendios. Entre ellos, de las unidades presa, bravo y agentes de Medio Ambiente del Cabildo, un policía local de Tejeda, de la Unidad Militar de Emergencias (UME), Protección Civil y Cruz Roja, que fueron saludados uno a uno.

Los Reyes se mostraron luego muy cercanos y cariñosos con los vecinos durante la media hora de su estancia entre pinares, intentando conocer de primera mano sus vivencias. Algunos apenas pudieron evitar las lágrimas, tanto de la emoción del momento como del recuerdo de las vivencias recientes. En un ambiente algo más distendido, hubo quien se tomó un autorretrato con la reina con el teléfono móvil y quien recibió un testimonial consuelo de los ilustres visitantes, con alguna muestra cariñosa de tocarles la cara. Y, entre tanto, surgían algunos ocasionales aplausos.

Entre los afectados se encontraban tres hermanas, una de las cuales le expuso que había perdido todo, y que le había hecho ilusión su visita en estos momentos tan tristes para ellos. Y de esta forma fueron surgiendo pequeñas historias personales en estos breves momentos de contacto directo. Entre ellos los dueños de algunas queserías que tratan de sobreponerse a las difíciles circunstancias.

Don Felipe y doña Letizia se adentraron algunos metros en el sendero de Las Palomas, rodeados de pinos quemados y con una vista única sobre las áreas calcinadas, junto a Ángel Víctor Torres, Antonio Morales y Nadia Calviño. En el recorrido de vuelta en la guagua con las autoridades conoció algo más del desastre natural. Y, aunque sabían de la dimensión del incendio desde la distancia en agosto, preguntaron cómo habían cruzado las llamas desde Valleseco a Tejeda en el segundo incendio, además de interesarse por la población y el coste económico acaecido para su forma de vida. Y recibieron explicaciones de cómo las piñas rodando propiciaron su expansión hacia las zonas bajas, acercándose a los núcleos habitados.

Primera visita

Don Felipe reconoció que la alegría que se llevó por la declaración de Risco Caído y las Montañas Sagradas Patrimonio de la Humanidad contrasta con el mal causado ahora por los incendios, en tan breve espacio de tiempo.

El presidente Antonio Morales aprovechó este comentario para lanzarle una invitación para que visite de forma oficial la zona reconocida por la Unesco. La propuesta tuvo una buena acogida en Felipe VI, que mostró su disposición a estudiar el ofrecimiento.

Como se recordará, en una anterior visita del rey en abril de 2017 para otras tareas, ya exteriorizó su apoyo a esta declaración, cuando todavía se estaba tramitando.

Sobre las tres de la tarde, los reyes se subieron de nuevo al helicóptero en el campo de fútbol de Tejeda para desplazarse hasta Gando, con una segunda unidad en la que viajaban miembros de su equipo, donde le esperaba un avión de la Casa Real para regresar a Madrid, tras unas cinco horas de estancia en Gran Canaria.

La visita real es la primera que realizan a zonas afectadas por los incendios y por las recientes inundaciones, tras cerrar el capítulo político la semana pasada, que condujo a las próximas elecciones del 10 de noviembre por la falta de acuerdo entre las fuerzas políticas. De momento, el Consejo de Ministros ya aprobó algunas ayudas, aunque todavía se están cuantificando los daños, para empezar a hablar de cantidades económicas, que se suman a las que aportará el Gobierno de Canarias y los cerca de 20 millones de euros ya anunciados por el Cabildo a través de distintas vías. La agenda real prevé que el viernes 27 acudan a la localidad madrileña de Arganda del Rey, y la semana próxima visiten Orihuela (Alicante) y Los Alcázares (Murcia).