Los partidos que sostienen el Gobierno regional y la principal fuerza política de la oposición se han enzarzado en una discusión cada vez más subida de tono a pesar de la aridez del tema central de la polémica: los presupuestos y las finanzas de la comunidad autónoma. Cada parte arrima el ascua a su sardina. Mientras que el PSOE, Nueva Canarias (NC), Podemos y la Agrupación Socialista Gomera insistien en que el Ejecutivo ha heredado de CC un "agujero" en las cuentas públicas que compromete la "agenda social" que se había marcado el cuatripartito -un riesgo que Casimiro Curbelo reconoció abiertamente-, Coalición Canaria acusa a Román Rodríguez de enredar con el asunto del déficit para justificar una próxima subida de impuestos. Los nacionalistas aseguran que el consejero de Hacienda ha conseguido confundir incluso a sus compañeros en el Gobierno. El fuego cruzado de acusaciones lo abrió ayer CC en una rueda de prensa para defender su gestión de las finanzas públicas, y tuvo como respuesta la misma acusación. Según NC -el partido que lidera Rodríguez-, es precisamente Coalición la que "tergiversa" las cifras oficiales. Y lo cierto es que unos y otros tienen datos oficiales que tirarse a la cabeza. Las armas en la batalla son los últimos informes de la AIReF y de la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE).

Por un lado, la IGAE calcula que Canarias cerró el primer semestre del año con un déficit de 179 millones de euros. Es decir, que el Ejecutivo de las Islas gastó entre enero y junio -los últimos seis meses del Gobierno en minoría de CC- 179 millones más de los que ingresó. Esta cantidad supone un déficit equivalente al 0,37% del PIB del Archipiélago, con lo que sobrepasa ampliamente el límite del 0,1% fijado para este año. Por otro lado, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), el órgano de control de las finanzas públicas que se constituyó en 2013 a instancias de la Unión Europea, mantiene -también con datos hasta junio- que el actual escenario de déficit es pasajero. De hecho, la institución que preside José Luis Escrivá no solo ha dicho que Canarias es la única comunidad autónoma de régimen común que cumplirá el objetivo de estabilidad presupuestaria -las otras dos serían las forales Navarra y País Vasco-, sino que incluso prevé que termine 2019 en superávit, esto es, con más ingresos que gastos. Dos visiones aparentemente irreconciliables pero que no lo son tanto, de entrada porque la IGAE toma una foto fija, en este caso a 30 de junio, y la AIReF publica una previsión de final de ejercicio. Previsión que, además, actualiza mensualmente. En cualquier caso, es esta aparente divergencia entre ambas instituciones la que enfrenta a CC con el cuatripartito, es decir, al anterior y el actual Gobiernos.

Por si fuera poco, tanto los datos de la IGAE como los de la AIReF corroboran que las Islas están en "riesgo alto" de incumplir la regla de gasto, lo que ha terminado por enredar la controversia hasta límites insospechados.

El incumplimiento de la regla de gasto -que no del objetivo de estabilidad- fue anunciado por el Ejecutivo en minoría de CC a modo de rebelión contra el Ministerio de Hacienda. El Departamento no solo hizo caso omiso de la solicitud de Canarias para gastar parte de los 461 millones del superávit de 2018 en los servicios públicos -el superávit solo puede usarse para pagar deuda, y las Islas son una de las regiones menos endeudadas del país-, sino que incluso lo engordó hasta casi mil millones tras incluir unos 500 de la deuda que el Estado aún tiene con el Archipiélago en materia de carreteras. La respuesta del Gobierno de CC fue emplear 170 millones del superávit para recortar en dos horas la jornada lectiva del profesorado, reducir los horarios de los profesionales sanitarios -suprimiendo las llamadas horas paulinas- y eliminar el copago farmacéutico para pensionistas con bajos ingresos.

Así que IGAE y AIReF vienen a decir lo mismo sobre la regla de gasto pero exactamente lo contrario sobre el objetivo de estabilidad, también llamado objetivo de déficit, con lo que el terreno para la confrontación política estaba perfectamente abonado. Fernando Clavijo, Rosa Dávila y José Miguel Barragán acusaron a Román Rodríguez de mezclarlo todo y desacreditar la gestión presupuestaria de CC con el objetivo de allanar el camino para implantar la tasa turística y subir el IGIC. "No hay ningún agujero económico, y ahí está el informe de la AIReF", subrayaron el expresidente Clavijo y la exconsejera Dávila.

En el otro extremo, el portavoz adjunto del PSOE en el Parlamento, Iñaki Lavandera, acusó a los nacionalistas de haber incurrido en un "irresponsable festín de gasto" que deja a la región en riesgo de ser intervenida por Hacienda. Su homólogo de NC, Luis Campos, fue un paso más allá y acusó a CC de "tergiversar" el informe de la AIReF -el documento es público y puede consultarse en el sitio web de la institución- y de "agarrarse exclusivamente" a lo que dice sobre el objetivo de estabilidad, pasando por alto lo que apunta sobre la regla de gasto. Campos aseguró, además, que la AIReF aún no ha tenido en cuenta -lo hará en el segundo semestre, afirmó- el impacto de los gastos "electoralistas" que aprobó CC.