La consejera canaria de Cultura, María José Guerra, defendió ayer que el proyecto para transformar la montaña de Tindaya (Fuerteventura) en el monumento que soñó Chillida es "un ejemplo de cómo no se deben hacer las cosas", una idea "fallida que quedará para el análisis". "Hay mucha historia detrás de ese proyecto y de su contestación", señaló Guerra al ser preguntada por las reticencias del nuevo equipo de gobierno del Cabildo de Fuerteventura a seguir adelante con él, para después enfatizar que acometer una idea de esa envergadura requiere de "aprobación social", algo que no se ha dado. La consejera también piensa que las vías para llevarla a cabo "son dudosas", en especial en lo que atañe a "la identificación del artista con la isla y su paisaje".