Fernando Clavijo arremete en esta entrevista contra el actual Gobierno canario de Ángel Víctor Torres y sus primeros acuerdos con el Ejecutivo central, aunque dice no estarle negando el derecho a cien días de gracia para un primer balance, pero al que cree que debe contestar por sus "mentiras" sobre la herencia recibida del que él presidió. El ahora senador autonómico cree que Canarias está en la antesala de una nueva crisis económica sin haber salido de la anterior, y prevé nuevas elecciones generales "por la exclusiva responsabilidad de Sánchez".

¿Se ha encontrado ya en el Senado con el expresidente del PP canario, Asier Antona? ¿Han hablado?

Sí, nos hemos encontrado varias veces y nos hemos saludado con normalidad y cortesía

¿No han intercambiado impresiones sobre lo ocurrido entre CC y el PP en el frustrado pacto de centro-derecha para gobernar Canarias?

No, no creo que tengamos nada que decirnos sobre ese proceso. Él tenía sus objetivos, que se podrían compartir o no, y nosotros teníamos los nuestros. No coincidían, y punto. Eso es leche derramada.

¿No es sintomático de algo extraño en Canarias el hecho de que ustedes dos, viniendo de donde venían, hayan acabado de senadores? ¿No avala esto la idea de que la política canaria está un poco loca?

Bueno, viendo lo que está pasando en tantos sitios y en concreto en España ahora mismo, podría decirse que toda la política está loca. Creo que estamos en una sociedad de cambio acelerado y que no sabemos hacia dónde vamos. Pero no veo ninguna anormalidad a nuestra circunstancia porque los dos estemos en el Senado, aunque lo que está ocurriendo y lo que está por ocurrir en el eje de las relaciones Canarias-Madrid tiene que analizarse de manera intensa.

En todo caso, ¿qué reflexión hace ahora a toro pasado de ese fracaso en las negociaciones con el PP y Cs? ¿Lo ve distinto ahora de como lo vivió hace apenas dos meses?

Yo creo que las señales de lo que iba a pasar se vieron incluso antes de las elecciones. Estaba pactado y cocido echar a CC de las instituciones. Había una clara voluntad de todos los partidos políticos, absolutamente todos, de ayudarse entre ellos para quitarnos de en medio. Y así ha sido. Allí donde han sumado han pactado para barrernos incluso entre los partidos que formaron el pacto antitransfuguismo, recurriendo a tránsfugas de otros partidos. Nos han desalojado los pactos forzados y antinatura en muchas ocasiones, pero no los ciudadanos con el voto, que nos han reforzado después de 16 años de caída, en todas las Islas. La gestión de CC ha sido reconocida por los canarios y la confianza en nosotros ha tenido un salto cualitativo. Luego la aritmética parlamentaria y la firme voluntad de los otros partidos de, como sea y recurriendo a lo que sea para desalojarnos de las instituciones, ha provocado la situación en la que estamos.

¿Mentalmente es difícil asumir que se abandona una cargo como la Presidencia, sobre todo en unas circunstancias como las que han producido en su caso?

Se asume con total normalidad. Cuando sabes que estás de paso en los sitios, no tienes ningún tipo de dificultad quitarte de en medio y despejar la mente. Yo nunca sentí que la Presidencia era algo para mucho tiempo, al contrario, siempre he mantenido en toda mi trayectoria política de estar ocho años como máximo en los cargos. Lo dije en la campaña. Tuve la oportunidad que me dieron mi partido y los ciudadanos, estoy encantado y muy agradecido, trabajé como mejor pude, con muchos errores, pero creo también que con algunos aciertos. Hemos dejado una Canarias mucho mejor de la que nos encontramos, mucho más saneada, con más de 850 millones de euros en las cuentas corrientes, y con un REF y Estatuto aprobados. Nos hubiese gustado seguir para poder garantizar que eso se cumple, y ahora le toca a otros liderar eso, pero nosotros vamos a estar vigilantes.

¿No es frustrante para usted haber estado una sola legislatura? ¿Cree que ha podido hacer todo aquello que se propuso cuando accedió al cargo?

Yo me presenté con un programa de gobierno para cuatro años, y siempre, cuando te planificas un proyecto a cuatro años, atiendes el corto, el medio y el largo plazo. Obviamente pensamos para la legislatura, pero también atiendes el futuro para el que venga, sea el que sea. Fuésemos nosotros o no, el que viniera tenía que encontrarse una Canarias mucho mejor de la que yo me encontré, y esa es la realidad. Por supuesto que CC tiene proyecto y personas para haber seguido dirigiendo la comunidad autónoma, pero la situación es la que es, y ahora le toca a otros gestionar lo que está por venir. Y si no se cumplen el Estatuto y el REF, con todo lo que está por venir, que la crisis está ahí y todos los indicadores lo dicen, esta tierra va a volver a sufrir muchísimo, porque no hemos salido todavía de la anterior. Vienen muchas dificultades económicas, se acerca una recesión, creo que en el segundo semestre del 2020 se empezará a destruir empleo de manera importante, ya está ocurriendo en algunos sectores como el turístico, y a la construcción y al sector industrial en Canarias todavía le faltan 40.000 puestos de trabajo para volver a los niveles del 2007. Canarias no ha salido aún de la crisis, y ya estamos en la antesala de una nueva.

Por el análisis que hace, no parece que crea necesaria una reflexión en CC sobre las razones de la pérdida del poder. ¿Qué decisiones deben tomarse internamente para afrontar el futuro?

Nosotros no queremos estar en las instituciones por estar. Lo que no vamos a hacer es el análisis que pretenden nuestros adversarios políticos. El error está en pensar que hemos perdido proyección social y que por eso hemos perdido poder. Hemos conseguido, después de 16 años de caída sistemática y de seis elecciones, subir un 25,3 %. No hay ningún desencanto que nos lleve a revisar nuestra acción de gobierno en las instituciones. Seguro que podíamos haberlo hecho mejor y nosotros siempre hacemos autocrítica, y hemos dicho que no queríamos hacer más de lo mismo, y eso los ciudadanos lo han premiado en las urnas. Por supuesto que tenemos que hacer autocrítica y revisar cosas en el partido, entre otras cosas porque siempre hemos tenido un partido que ha acompañado a un Gobierno. Ahora tendremos que analizar de qué forma nos ajustamos a la nueva situación, pero siempre pensando en Canarias, siendo conscientes de que este partido existe para defender a Canarias, y desgraciadamente ya estamos viendo la autocomplacencia y el servilismo del nuevo Gobierno con Pedro Sánchez y el PSOE.

¿En qué ve ese servilismo concretamente?

No ha elevado la voz con las entregas a cuenta de financiación autonómica, esos 223 millones de euros de todos los canarios, se va a renegociar la deuda de 1.100 millones de carreteras cuando hay una sentencia firme del Supremo. Se vienen contentos de sus reuniones con Fomento vendiendo un éxito cuando lo que están diciendo es: "si hay gobierno en Madrid, nos sentamos a hablar del convenio". Un gobierno en funciones puede ejecutar las sentencias judiciales y pagar la deuda reconocida en esas sentencias. Están siendo complacientes. El PSOE de Pedro Sánchez tiene ya lo que buscaba en Canarias, no tener un Gobierno autonómico incómodo, molesto, que les enseñase sus vergüenzas y que fuese cómplice de lo que está ocurriendo y de lo que va a seguir ocurriendo en el futuro, los incumplimientos sistemáticos con Canarias.

¿Y esa actitud que usted denuncia es de todo el Ejecutivo regional, incluidos los socios del PSOE en él como NC, Podemos y ASG?

Estamos viendo que el vicepresidente del Gobierno, de NC (Román Rodríguez), sonríe en la foto junto al presidente, sonríe, asiente y está conforme con lo que le dicen en Madrid. Ya hemos dicho hace tiempo que NC, desde que fue al Congreso junto al PSOE es un apéndice de los socialistas en las Islas. El también consejero de Hacienda tenía toda la información del informe de la Intervención General de Canarias que dice claramente que hubiese sido un quebranto para las arcas de la comunidad y para los ciudadanos de Canarias aceptar un convenio de carreteras en el que se nos quitaba 345 millones de euros. Pero lo que está haciendo el consejero y vicepresidente y todo el Gobierno es ser sumiso con un Gobierno de España en funciones que está chantajeando y ahogando a todas las comunidades autónomas y muy especialmente a Canarias.

¿No es verdad que haya un agujero en las cuentas regionales que obliga a ese recorte de 140 millones para evitar ser intervenido por Hacienda?

No, no es verdad. Nosotros hicimos un balance a 30 de junio. La ejecución presupuestaria era del 40 %, había 840 millones de euros en las cuentas corrientes y teníamos un superávit. De hecho, el presidente actual, el señor Torres, reconoce en los medios que hay un superávit. Luego, ¿dónde está el desfase? A mi me gustaría ver un informe que diga dónde está el desfase. En la prensa económica se publica que solo hay dos comunidades del régimen común que, a pesar de que no nos dan las entregas a cuenta, están en disposición de cumplir la ley de Estabilidad, Canarias y Galicia. Pero es que también lo dice el Ministerio de Hacienda, así que tendrán que justificar cuál ese agujero del que hablan. ¿Que ellos estuvieron en contra de rebajar el IGIC?, sí, pero es que dejar los impuestos altos hubiese significado más ingresos y superávit, y el Ministerio de Hacienda del PSOE no nos dejaba utilizar ese superávit para los servicios públicos esenciales. Estamos en lo que es una alocada y absurda justificación, alejada de la realidad, de lo que van a hacer, que es subir los impuestos y no cumplir con los que han prometido a los canarios, porque saben que no lo pueden cumplir y ahora tienen que buscar una excusa. Pero los datos son tozudos y los datos del Ministerio y de la Airef demostrarán que lo que están diciendo es mentira. Nosotros cogimos Canarias con déficit, con endeudamiento y con el 33 % de paro, y la dejamos con un 20 % de paro, con superávit y con la comunidad autónoma menos endeudada de toda España.

Pero sí hay una advertencia de incumplimiento de la Ley de Estabilidad, ¿no?

Sí, pero de la regla de gasto. Lo que dijimos en el Consejo Asesor es que nos saltáramos la regla de gasto para, entre otras cosas, que los mayores no paguen los medicamentos, o las 18 horas de jornada lectiva a los profesores, pero con nuestro superávit. Es decir, teníamos 500 millones de superávit y dijimos: no le vamos dar ese dinero a los bancos para rebajar deuda, y nosotros somos los menos endeudados, sino que destinamos una parte de ese dinero para recuperar derechos sociales.

¿No parece que necesiten ustedes darle cien días de gracia al Gobierno de Ángel Víctor Torres para valorar su gestión a juzgar por este análisis?

Es que nosotros no estamos haciendo aún ningún balance de lo que está haciendo el nuevo Gobierno, sólo estamos contestando a sus mentiras. Lo que no vamos a hacer es dejar que estén mintiendo cien días para luego contestar. Pero no estamos diciendo que es mentira, sino demostrándolo con documentos oficiales. Frente a sus declaraciones mentirosas, no estamos haciendo valoraciones políticas, sino contestando con papeles.

¿Qué representa para usted este paso por el Senado tras haber sido presidente de Canarias?

Para mí esta es una oportunidad de seguir defendiendo a Canarias. Una persona que ha sido presidente de la comunidad autónoma, que conoce su realidad, poder representarla en Madrid con el cumplimiento del REF y del Estatuto, y en una situación nacional e internacional muy compleja, es una oportunidad. Siempre he mantenido que el trabajo es trabajo, y que en todos los trabajos hay una oportunidad. Depende de como lo asumas, un cargo como este puede ser un retiro o una oportunidad para seguir defendiendo a tu tierra. Yo soy una persona inquieta, y allí donde me coloque mi partido lo asumiré siempre como un trabajo por Canarias.

¿Se plantea volver a corto plazo a la primera línea política en las Islas, estará en la carrera por la próxima designación a la candidatura a la Presidencia?

Yo no hablo de futuribles, pero yo sigo estando. Yo voy a militar toda mi vida en CC y lo voy a hacer activamente, con puestos de responsabilidad, con puestos orgánicos o simplemente como un afiliado de base. No me planteo ahora nada más allá de este compromiso con Canarias y su Parlamento como senador estos cuatro años. Lo voy a hacer lo mejor que pueda, y voy a seguir activo, pero no me planteó más allá. El resto, serán los compañeros los que dirán el papel que quieran que ocupe.

¿Cree que ha convencido a una mayoría de opinión pública en Canarias de que CC no le ha puesto en el Senado para intentar protegerle como aforado de las investigaciones judiciales que le afectan?

¿Quién es la opinión pública? Habrá gente que se haya convencido, habrá gente que no y que pensará siempre lo mismo haga la argumentación que haga, y habrá gente que no se haya enterado dónde estoy. Lo importante es lo que nosotros creemos y la realidad siempre he creído y defendido que hay una única justicia, y mis compañeros me han designado para este puesto para seguir trabajando por Canarias, reforzar el eje de las relaciones con Madrid porque consideran que soy una persona que reunía las condiciones para esta labor.

Pero el hecho de que el caso Grúas vaya a pasar al Tribunal Supremo, ¿no es una ventaja para usted?

No, porque la justicia es la misma. De hecho, es casi como volver a empezar, pero para mí la justicia es la misma y las circunstancias y los hechos sobre el caso siguen siendo los mismos. Ya he dicho mil veces que es un tema que estaba archivado, que todas las declaraciones de los funcionarios avalaron que fue un expediente correcto que no generó ningún tipo de quebranto al ayuntamiento y estamos convencidos de que obramos correctamente y que volveríamos a actuar igual.

¿Cómo ve la situación de bloqueo político en Madrid, cree que vamos a nuevas elecciones?

Veo un 95% de posibilidades de elecciones, porque el presidente en funciones, Pedro Sánchez, las quiere y apuesta por ellas. Es una responsabilidad exclusiva de Sánchez que haya nuevas elecciones, porque lo que está haciendo en este proceso es pedir un cheque en blanco a las demás fuerzas política para hacer lo que él quiera. Sánchez actúa en política únicamente pensando en sus intereses personales. Está actuando con una gran irresponsabilidad porque no está intentando lograr los acuerdos que necesita para gobernar, que es lo que le exigieron los ciudadanos. Con un gobierno en funciones y con un programa de gobierno de 370 medidas que es un programa electoral, que algunos cifran en un incremento del gasto público en más de 25.000 millones, sin decir de dónde lo sacan. Lo que está por venir es complicado.