El Mando Aéreo de Canarias (Macan) envía a un nuevo contingente del 802 Escuadrón del Servicio de Búsqueda y Salvamento (SAR) a la Base Aérea de Sigonella (Sicilia) para unirse al destacamento Grappa dentro de la operación militar Sophia, impulsada por la Unión Europea para buscar e interceptar a las embarcaciones sospechosas de traficar con los personas para cruzar las aguas del Mediterráneo rumbo a Europa. En esta ocasión, 17 miembros del escuadrón se encargarán de realizar patrullas en las aguas internacionales cercanas a la costa de Trípoli (Libia).

La Base Aérea de Gando fue el escenario del acto de despedida del personal que se desplazará a Sicilia durante dos meses. La ceremonia estuvo presidida por el general jefe del Mando Aéreo de Canarias, Fernando de la Cruz Caravaca, quien pidió a los miembros de la misión disciplina tanto en la preparación como en la ejecución de los vuelos. "Sé que conocéis a la perfección vuestra misión, pero hay que tener en cuenta que la seguridad en cada vuelo es fundamental", destacó De la Cruz y añadió que "no se pueden confiar en ningún momento, porque nunca se sabe dónde está el peligro".

El general jefe del Macan les recordó que el Ejército del Aire está siempre detrás de ellos y pendiente de sus necesidades, para que "puedan concentrarse en la misión que tienen que realizar". Además, agradeció el compromiso que los miembros del contingente tienen con la misión y reconoció que todos y cada uno de ellos "darían lo mejor de sí". De la Cruz explicó que les pide la máxima concentración en la misión porque el Ejército del Aire es "relativamente pequeño", lo que obliga a aprovechar la profesionalidad de sus efectivos.

Uno de los militares que se desplazarán a Sigonella es el Comandante Pedro Antonio Egea, jefe del 802 Escuadrón y piloto del Delta 4, quien participa en la misión por cuarta vez. "Nos sumergimos mucho en nuestro trabajo allí, pero echamos de menos a nuestros seres queridos, a nuestra familia y la rutina diaria, pero nos preparamos para esto todo el año con mucha ilusión y estamos ponemos todos los sentidos en la misión", aseguró Egea.

Los objetivos del destacamento son luchar contra las redes de tráfico de personas, para reducir los flujos de migración irregular; colaborar con el embargo de armas impuesto por Naciones Unidas mediante la vigilancia; y la recopilación de información sobre el tráfico ilegal de petróleo proveniente de Libia.

La teniente Caridad Martínez, piloto del Delta 4 del 802 Escuadrón, participa por segunda vez en la misión Sophia y explicó que cuando están allí están concentrados en el avión y en el vuelo. En su día a día en la Base Aérea de Sigonella, salen a volar sobre las seis de la mañana durante unas cinco o seis horas y después se reúnen para explicar lo acontecido durante el vuelo. "Entrenamos todo el año específicamente para esta misión, conocemos lo que encontraremos allí", destacó.

Delta 4

Durante dos meses estos miembros del destacamento Grappa participarán en las labores de detección, localización y seguimiento de embarcaciones que realizan el transporte ilegal de migrantes, y colaborarán en la identificación de los integrantes de las redes de tráfico de personas. También prestarán ayuda a las embarcaciones con migrantes cuya vida corra peligro, avisando de su posición y estado y, además, el avión que pilotan tiene la capacidad de proporcionar en vuelo el lanzamiento de balsas y equipos de supervivencia, en caso de que sea necesario.

La tripulación de un vuelo en este tipo de misiones de suele estar compuesta por un total de diez miembros; cuatro pilotos, tres operadores rádar, un supervisor táctico de vigilancia marítima, dos observadores operadores cámara y un mecánico de vuelo. Además existe personal del centro, de apoyo de la misión, encargado de manejar la documentación necesaria para poder llevar a cabo los objetivos.

La participación de España en la operación desde Sigonella se remonta a septiembre del año 2015 y la operación Sophia se inició en junio de ese mismo año. Esta operación se enmarca dentro de las medidas que la UE ha puesto en práctica para terminar con la tragedia humanitaria que se produce en esa zona del Mediterráneo y contribuir así a la lucha contra la inestabilidad en el norte de África, lo que permitirá incrementar la seguridad tanto de las poblaciones del área como de los ciudadanos de la propia Unión Europea.

Desde Sicilia las tropas se encargan de la vigilancia y recopilación de información sobre el tráfico ilegal de petróleo proveniente de Libia además de la detección, localización y seguimiento de embarcaciones que realizan transporte ilegal de migrantes. Los aviones que se utilizan en la operación, los Delta 4, tienen la capacidad de proporcionar en vuelo el lanzamiento de balsas y equipos de supervivencia que permitan salvar la vida de los viajeros hasta que los buques acudan al punto concreto. La misión toma el nombre de un bebé que nació el pasado 22 de agosto de 2015 en uno de los barcos de la operación tras rescatar a su madre, de origen somalí, en aguas frente a las costas de Libia.