Carolina Darias (Las Palmas de Gran Canaria, 1965) acaba de salir del Parlamento de Canarias, del que fue presidenta durante la pasada legislatura, y ya está sentada en su nuevo despacho de consejera de Economía, Conocimiento y Empleo del Gobierno de Canarias. Un cambio de "perspectiva", como ella misma sostiene, pero no de "visión política". En pleno debate sobre la precariedad laboral, asegura que incrementar la calidad y la estabilidad del empleo, aparte de lo justo que resulta para los trabajadores, puede convertirse en una de las medidas más afortunadas también para la empresa y el incremento de la productividad.

Llega a la economía canaria cuando las vacas adelgazan. ¿Alguna receta para sostener el ímpetu o poco hay que hacer?

Llego en unas circunstancias de condicionantes globales que afectan a la economía canaria. Lo primero es destacar la imperiosidad de dar estabilidad a las instituciones, empezando por el Gobierno de España y siguiendo por el relevo en la Unión Europea (UE). Se están produciendo hechos como las tensiones arancelarias o el brexit que requieren de respuestas sólidas. Mi objetivo a partir de ahí es abordar con relativa solvencia los retos que tenemos por delante. Llámese enfriamiento o crecimiento moderado, lo cierto es que España se mantiene en unas condiciones un poco mejores y espero que, llegada esa estabilidad de la que hablo, eso nos permita abordar la situación con las mínimas garantías; sobre todo contando con la complicidad de los agentes económicos y sociales, porque el espacio de entendimiento es fundamental para generar un marco institucional que genere confianza.

¿Cómo influye la inexistencia de un Gobierno en España?

Es fundamental para Canarias. Tenemos unos presupuestos estatales prorrogados y eso imposibilita que lleguen las transferencias de crédito programadas, lo que unido a la merma de ingresos y el exceso de gasto respecto a la previsión [del anterior Gobierno canario] nos lleva a una situación de complejidad. Necesitamos esa normalización democrática, es mi primera petición desde este cargo. No es una cuestión que solo nos afecte en Canarias, la necesidad es de todas la comunidades autónomas.

¿Es posible conjugar las visiones sobre la economía de, por ejemplo, Podemos y Curbelo (ASG)?

Hay un acuerdo programático que marca la hoja de ruta para todos los que conformamos este Gobierno. En el debate de investidura, el presidente Ángel Víctor Torres marcó claramente por dónde debemos ir. Buscamos una economía con un crecimiento justo, sostenible, inclusivo y, por tanto, solidario. El acuerdo es sólido y todos los que lo integramos hemos convergido sobre lo que queremos para los próximos cuatro años en Canarias.

¿Qué papel tiene reservado la internacionalización de cara a cumplir esos objetivos?

Es un elemento básico. Tenemos una economía muy terciarizada y no queremos perder peso en ese aspecto, siempre respetando las capacidades naturales del territorio, el medio ambiente. Ahora bien, necesitamos potenciar también la atracción de inversiones a las Islas y que nuestras empresas, también las pequeñas y medianas, puedan saltar al exterior. Hay una estrategia para la internacionalización de la economía canaria y ahora se están implementando las acciones y esperamos ver resultados tangibles; tanto nosotros como las empresas, y que estas se sientan en todo momento acompañadas.

¿Qué lugar ocupa la economía del conocimiento de cara a lograr los avances que persiguen?

Es otra de las claves en una economía con los condicionantes que presenta la nuestra. La transferencia del conocimiento y la tecnología desde los centros académicos al tejido productivo incrementará la competitividad de nuestras empresas. Por supuesto, eso también provocará una mejorar de la calidad y la estabilidad del empleo. Lograrlo facilitará que las compañías canarias puedan salir a otros mercados, próximos o más alejados.

¿Están preparadas para ese salto al exterior?

Hay de todo, las que sí lo están, las que se hallan inmersas en ese proceso y otras que no lo han iniciado aún. Cada una tiene sus tiempos, pero el objetivo es acompañarlas y aportar las condiciones para que todas puedan dar el paso.

¿Qué porcentaje queda por exprimir al diferencial fiscal canario para atraer capital foráneo?

Hay terreno para avanzar mucho. Es una vía ya abierta y se ha avanzado. La Zona Especial Canaria (ZEC), y la zona franca, por ejemplo, nos dan una proyección importante y hay que hacer valer esa potencialidad del Archipiélago como polo de atracción de inversiones. Es algo que ya ocurre con la industria cinematográfica, que aprovecha esas ventajas fiscales y las bellezas naturales que ofrecemos.

¿La empresa pública Proexca mantendrá el papel relevante que ha jugado en la internacionalización?

Es una punta de lanza muy importante, un ente instrumental del Gobierno, como también intento que lo sean la Agencia Canaria de Investigación, Innovación y Sociedad de la Información (Aciisi), las redes, los centros de investigación... Todo lo que nos permita crear y gestionar el conocimiento para transferirlo al tejido productivo.

Me hablaba antes de la necesidad de diversificar la economía. ¿Un mantra, una utopía...?

Decía Eduardo Galeano que la utopía está en ese horizonte que piensas que vas a alcanzar y, a medida que te acercas, comprueba que aún queda camino para alcanzarlo. La utopía es un impulso, un estímulo. La diversificación económica es una necesidad. Gran parte del presente y el futuro ha de pasar por el conocimiento y la tecnología, por abrir nuevos mercados. Sabemos que no podemos seguir creciendo como hasta ahora. La ciudadanía está concienciada y las administraciones públicas han de estar liderando esos procesos de cambio.

¿Habrá cambios en Proexca?

De momento los cambios los estamos haciendo de forma gradual, ya veremos si los hay en Proexca. No tengo respuesta para eso en este momento.

¿Cuesta encontrar un viceconsejero de Economía?

En absoluto, somos uno de los departamentos que mejor marcha llevamos para completar el organigrama. Se trata de ir buscando perfiles. En breve se producirán los nombramientos y espero que sean bien recibidos.

¿Cómo se evita la fuga de talento?

Eso es un reto. Muchas empresas se quejan por no encontrar el personal cualificado para determinados puestos, sin embargo tenemos gente joven muy preparada que sí halla trabajo en otros países. Si las empresas están convencidas de que la mejora de cualquiera de sus parámetros pasa por ese impulso a través del conocimiento y la tecnología, tienen que convencerse también de que tenemos que retener el talento e intentar su retorno.

¿Qué espera de la iniciativa privada al respecto?

Complicidad y entendimiento. La iniciativa privada ha demostrado empuje y determinación para afrontar los retos que han ido apareciendo. Tenemos un tejido empresarial, dinámico, activo, es verdad que heterogéneo, pero espero que juntos encontremos el espacio para asegurar que las medidas que compartamos con ellos puedan ser las más adecuadas.

El empleo ha mejorado desde la crisis, pero hay datos que alarman. Por ejemplo, el peso de los parados mayores de 45 años ha pasado del 16% al 24%. ¿Qué piensa hacer?

Está también el incremento del desempleo entre las mujeres y los jóvenes. Tenemos colectivos en los que parece que el paro está enquistado, que es estructural. Las políticas activas de empleo tienen que ir de la mano de una orientación casi personalizada para intentar que esas personas vuelvan al mercado laboral. Por una situación de justicia, porque estoy convencida de que están en plenitud para hacerlo y, además, deben poder disponer de un salario que les garantice unas condiciones de vida mínimas. Y, por supuesto, formación o, si se prefiere, recualificación. Los entornos son cambiantes y, por ejemplo, hoy estamos en uno que exige digitalización en todos los ámbitos. Hay que recuperar a quienes por unas u otras circunstancias se quedan atrás en el sistema educativo.

Que son muchos. La tasa de paro de los menores de 25 es quince puntos superior a la estatal.

Un objetivo razonable es intentar converger con la media nacional, en ocupación, minoración del desempleo y el gasto medio de los hogares. Son una serie de medidas que deben servir para mejorar la vida de las personas, que es el objetivo de un gobierno de progreso.

Ya no siempre ocurre que una nómina cubra las necesidades básicas de una persona.

Es verdad que estamos cada vez más en un tipo de empleo en el que predomina la precarización. Los últimos datos del Observatorio Canario de Empleo (Obecan) revelan que de 83.000 contrataciones, cerca de 20.000 corresponden a relaciones laborales que duran entre uno y siete días. Tenemos que ir a por la estabilidad y la calidad del empleo, dos características aliadas de las empresas de cara a mejorar su productividad, y dos objetivos que vamos a perseguir sin descanso a través de la concertación, el entendimiento y el acuerdo con los agentes sociales y la negociación colectiva, que es el elemento clave.

"Hay que potenciar e incrementar las cláusulas sociales en las licitaciones"

Ha fichado para la Viceconsejería de Empleo al ya exsecretario general de UGT Canarias, Gustavo Santana, que algo sabe de concertación social.

Es un lujo poder trabajar con él. Tiene conocimiento y experiencia. Es muy buen fichaje.

¿Cómo es un Consejo de Gobierno con cuatro partidos?

No he estado en otros, pero en este el clima es afable. Las ganas y el entusiasmo sobran. Estamos empeñados en cambiar los datos malos que tiene Canarias, porque tras cada número hay una persona y queremos mejorar sus vidas. Ese es el objetivo prioritario y que debemos alcanzar en muchas áreas.

¿Seguirán llevándose bien cuando hablen del presupuesto para el año próximo?

Espero que sigamos en la misma tónica de entendimiento. Este pacto es una apuesta de presente y de futuro para Canarias.

¿Y qué ocurrirá si a Madrid se le ocurre incumplir algún precepto del REF, como ya ha sucedido tantas veces?

Pues que allí nos tendrá, firmes para alcanzar, a través del diálogo, lo que nos corresponde.

¿Hay tanto que mejorar en el empleo porque las empresas lo han hecho mal hasta ahora?

Todo es mejorable, ese es el punto de partida, la mejora de las condiciones de vida, de las laborales, las de las propias empresas, porque también se trata de eso. Hablamos de empleo, peo también de cómo contribuir a la mejora de la productividad de los negocios.

Cada vez son más las voces dentro del mundo de los negocios que avisan de que en unas décadas no habrá inversión sin impacto social. ¿Lo piensa así?

El sector económico siempre lleva ventaja y se ha adaptado muy bien a las nuevas necesidades que se han presentado a lo largo del tiempo. Claro que todo debe tener un impacto social, porque si hablamos de cómo mejorar la educación para que sea más inclusiva, también lo estamos haciendo de mejorar la formación de las personas. Si hablamos de las condiciones de un modelo de desarrollo económico, lo hacemos de cómo los sectores diferentes pueden contribuir a un crecimiento sostenible e inteligente, que es la única forma posible.

¿Inteligente?

Contamos con una herramienta como la Estrategia Inteligente de Canarias (RIS3). Fue la adaptación acertada que se hizo del marco europeo 2020. Ahora estamos en un momento de transición entre la 2020 y la agenda 2030, marcada por la ONU como horizonte a alcanzar en ese año. Hay toda una filosofía y una manera de entender cómo hemos de avanzar en determinados aspectos de la vida, con impacto social, porque se trata de crecer sin dejar a nadie atrás. No hay tiempo que perder y tenemos que establecer el marco adecuado para generar oportunidades de manera colaborativa.

Cláusulas sociales en las licitaciones, ¿sí o no?

Sí. Ya las hay y tenemos que potenciarlas e incrementarlas. Las cláusulas sociales en las licitaciones son importantes. Otra manera de impacto social sobre la que hay que avanzar, como también en la responsabilidad social de las empresas.

¿Echa de menos la vida de presidenta del Parlamento de Canarias?

Una va cubriendo etapas en la vida. La del Parlamento ha sido muy importante y ahora me toca, sin cambiar la visión de la política, variar la perspectiva. Espero hacerlo con compromiso y responsablidad, dar lo mejor, y sumar muchos más aciertos que errores.