Opositar siempre ha sido una aspiración del ciudadano medio porque se relaciona con obtener un empleo estable, esos de para toda la vida. Pero existen ciclos desde dos perspectivas: la oferta y la demanda. La época actual las hace coincidir después de un largo período de crisis económica y falta de iniciativa de las instituciones para abrirse a la entrada de nuevos trabajadores públicos. Ahora hay un auténtico boom, con miles de plazas ofertadas de todas las administraciones -estatal, autonómica y local- tras muchos años de sequía. Entre otras cosas, para acabar con las elevadas tasas de interinidad. Basta para comprobarlo con visitar varias academias de preparación para las pruebas.

Daniel Mesa tiene solo 30 años, pero una dilatada experiencia, por tradición familiar, en el mundo de las academias, que transita desde que era un niño, y las oposiciones. Hace cuatro que dirige Opovíctor, un centro especializado que se ubica en el entorno del Parque de las Indias, en Santa Cruz de Tenerife. Reconoce que "este es un mundo cíclico y ahora vivimos un período de enorme aumento de la oferta de plazas públicas y en consecuencia de la demanda".

La sede de Opovíctor rebosa actividad a primera hora pese a ser agosto. Una madre pregunta qué hay que hacer para opositar a policía local, porque su hijo, aunque solo tiene 16 años, "está siempre con eso en la cabeza y lo veo motivado". La administrativa le explica el proceso (largo) para convertirse en agente y en funcionario a partir de cumplir la mayoría de edad, aunque "este es un buen momento para empezar", le dice.

"Mi padre, Carmelo Mesa -explica Daniel-, es preparador de oposiciones desde 1995 y adquirió la academia de Víctor Cabeza, otro preparador, que se encontraba en la zona de la plaza Weyler y mantuvo su nombre. Nos dedicamos toda clase de oposiciones". No quiso dar una cifra exacta porque varía mucho, pero "ahora mismo son cientos de personas las que están matriculadas en la doble enseñanza, presencial y online. Tenemos quince preparadores profesionales de distintas disciplinas para ellos".

Daniel usó en varias ocasiones durante la conversación una palabra, guiar, porque considera que resume bien lo que hacen. "El esfuerzo es individual, también en lo económico, claro, pero el concepto es algo colectivo porque juntos somos un equipo. Guiar y convencer de que, con esfuerzo y mucho sacrificio, es un objetivo posible porque otros lo han conseguido. Entonces, ¿por qué tú no?".

En este sentido, valora como anécdota "el logro de un opositor, Fernando, que venía a diario desde el Sur y llegó aquí muy perdido. Diez meses después aprobó su examen para una plaza fija en la Administración General del Estado. Fue muy emocionante comprobar que estaba en la lista y llamarlo para comunicárselo. Me dijo que había sido en buena parte gracias a nosotros, y esa satisfacción es algo impagable".

"Un momento de auge"

"Las voluntades políticas o las necesidades de contratación mueven a las Administraciones a hacer las ofertas", explica Daniel, "y este es un momento de auge, con lo cual la respuesta es grande y más en Canarias, donde, por desgracia, son complicadas las salidas profesionales", añade.

El experto diseña dos perfiles, además de los interinos que buscan plaza definitiva. Aclara que "en general, la media de edad ha bajado los últimos años". Por un lado, el mayor de 40 años con cargas familiares que está fuera del mercado laboral. Ha pasado de media una década en la empresa privada, lo han despedido y se le acabó el paro. Busca una plaza y engancharse.

Luego está el joven preparado que no encuentra satisfacción en la empresa privada porque el trabajo es precario o no existe. Suele opositar a una categoría inferior a la de su formación para luego intentar ascender internamente. También hay gente sin formación y trabajos temporales. "Pero esos son los principales perfiles", apunta Daniel.

Además, ha habido cambios con el tiempo, porque, por ejemplo, valora que "antes nadie quería ser policía nacional o administrativo en los público, y hoy es justo al revés. Se cobraba mucho más en la empresa privada y ahora no es así. La crisis lo cambió todo y ahora es mucho más complicado que antes entrar en la Administración porque ha subido el listón".

Daniel resume: "Hay tres momentos en un proceso de oposición. Primero, la oferta pública de empleo, luego la convocatoria, cuando se fijan las bases y, por último, el examen. Muchos están en el segundo escalón, y de ahí el repunte de los opositores".

No es ni mucho menos la única academia en esta situación de bonanza. Todos los centros que preparan a los aspirantes a entrar a trabajar en la Administración viven un período de auge por la acumulación de procesos selectivos -administrativos y auxiliares del Estado y la comunidad autónoma, cabildos, ayuntamientos, Justicia, cuerpos y fuerzas de seguridad, universidades, Servicio Canario de Salud...- tras unos años, los que siguieron a la crisis, en los que casi no se convocaron plazas.

También lo confirman en Liceo 2000, una academia de Las Palmas de Gran Canaria, cuyos responsables precisan que se están viviendo "tres o cuatro años buenos". "Siempre ha habido alumnado, pero no tanto como ahora", dicen. La afluencia a las aulas empieza a notarse desde que se aprueban los presupuestos de las Administraciones en los que se recogen las partidas para los procedimientos selectivos, puesto que, "si esperan a la convocatoria, es poco tiempo". Cuando se convocan, se produce un nuevo repunte.

Llenos hasta la bandera

La mayoría de los centros está lleno hasta la bandera, si bien depende de la oposición en concreto y de la modalidad de enseñanza por la que opte el alumno, puesto que en la online siempre puede sumarse alguno más. El constante aumento de la demanda obliga a crear nuevos grupos. Algunas academias incluso habilitan los sábados y, si es necesario y cuando la fecha del examen es inminente, los domingos.

Ni siquiera el retraso y las incidencias que han experimentado algunos de los procesos más esperados -el de auxiliar administrativo de la comunidad autónoma, con 48 plazas, y el de administrativo de la Administración autonómica, con 57- han frenado las nuevas incorporaciones. De hecho, apuntan desde Liceo 2000, hay quienes han aprovechado la demora para inscribirse. Para quienes llevan ya meses o más de un año estudiando, en la academia grancanaria buscan motivarlos poniendo más exámenes y pruebas con las que procurar que no se pierda lo aprendido.

Estos procedimientos son los más demandados de los convocados por el Gobierno de Canarias en abril de 2018. Las pruebas no tienen fecha aún, no se han publicado los listados definitivos de admitidos y excluidos y se ha llegado a suspender, aunque por breve tiempo, el plazo máximo para resolver, al igual que en otros 15, de los cuales solo uno permanece actualmente suspendido.

¿Qué diferencia representa para el alumno acudir a una academia en lugar de preparar la oposición por su cuenta? "Sobre todo, la ayuda del profesor", contestan los responsables de Liceo 2000. La legislación es la base del temario, e interpretarla no resulta siempre sencillo, y mucho menos para un lego en derecho. Las explicaciones del docente aclaran las dudas y hacen la materia "más llevadera". También conviene tener en cuenta que las leyes sufren cambios casi continuos -la de Protección de Datos o el Estatuto de Autonomía son dos ejemplos recientes-, por lo que la actualización es imprescindible. La ayuda es aún más importante para preparar los casos prácticos.

Estos factores animan en muchos casos a pagar unos precios que, sobre todo si se tienen que abonar durante más de un año, pueden resultar elevados. El rango varía en función del paquete que se contrate, de la modalidad por la que se opte y de la academia de la que se trate, pero pueden oscilar, a grandes rasgos, entre unos 50 euros y más de cien al mes.