Aunque sus últimas competencias en la gestión pública estuvieran asociadas a la actividad turística -fue consejera en el Gobierno que lideró Anselmo Pestana (PSOE) en el Cabildo Insular de La Palma-, su formación universitaria como ingeniera agrónoma va a facilitar el desembarco de Alicia Vanoostende (Bélgica, 1973) en la Consejería de Agricultura, Ganadería y Pesca del Ejecutivo regional. El difícil papel que desarrollan los hombres y mujeres que trabajan en el campo y en la mar, las particularidades de varios productos bandera de esta comunidad (aguacate, plátano o tomate), las ayudas nacionales e internacionales, el brexit o los recursos hídricos, que aunque ahora estén bajo el control de la Consejería de Transición Ecológica en el pasado generaron un enorme bullicio entre los agricultores, son algunos de los temas que analiza la socialista palmera en una entrevista en la que fija su posición. "Canarias debe tener una buena sintonía con España y con Europa. Los segundos aportan las ayudas más importantes, pero el Estado será sensible con nosotros. Madrid conoce los problemas de este Archipiélago; estoy segura de que sabe lo que necesitamos".

Esta es una consejería donde la espera marca el pulso del día a día; ¿un agricultor espera que la cosecha vaya bien, espera las ayudas económicas, espera que la meteorología no se lleve por delante una cosecha...?

La espera y la programación. Si no sabes cuándo y cómo sembrar para poder recoger la cosa no funciona.

¿Y usted qué espera de esta consejería?

Que el sector primario continúe siendo importante en Canarias. Soy consciente de los problemas derivados de un ámbito que es muy amplio, complejo y diverso. Para un territorio insular las claves que maneja esta consejería tienen un valor estratégico decisivo. Uno de los mayores déficits que tiene Canarias es su autoabastecimiento; no hemos sabido romper algunos lazos que nos unen con el exterior.

¿Intimida la magnitud del área que tiene a su cargo?

Es considerablemente grande, pero debo reconocer que el relevo ha sido tranquilo. Agradezco la colaboración del anterior equipo a la hora de transmitirme el estado de los proyectos que están sobre la mesa y otras cuestiones que tienen que ver con esta consejería.

Hay muchas voces que hablan de una situación de semiabandono o de ausencia de un relevo generacional, ¿pero cómo está el sector primario insular realmente?

Mentiría si dijera que el campo no está en crisis; hay un abandono real difícil de corregir. Las nuevas generaciones no acaban de aceptar que este es un sector vivo, pero ese es un problema de la sociedad industrializada. Las salidas siguen ganando el pulso a las entradas y ese desequilibrio termina pasando factura. Este segmento vive una crisis casi permanente porque los salarios son bajos e inseguros. Con esas condiciones resulta bastante complejo favorecer el relevo familiar, aunque hay subsectores que han sabido renovar mejor que otros esa tradición.

¿También están los padres que quieren un futuro, no sé si mejor, pero sí distinto para sus hijos?

Esa es la venganza que nos cobramos del campo... Es lícito que todos intentemos dar unos estudios a los hijos, pero una cosa no quita la otra. Es verdad que las posibilidades de ir a la universidad y regresar a una platanera con unos estudios son escasas pero, quizás, nos estamos equivocando a la hora de enviar los mensajes a la sociedad: necesitamos que haya jóvenes en una finca, al cuidado de una explotación ganadera, en una embarcación de pesca... En una sociedad tan cambiante no es nada sencillo seguir apostando por el sector primario.

¿Qué papel juegan las ayudas en esa escasa y lenta renovación?

El régimen de ayudas que tenemos en Canarias es muy favorable a nuestros intereses. Hay que preservar las que tenemos y buscar alternativas a las interrogantes que transmite el brexit. Sobre todo, lo que buscamos es que la Política Agraria Comunitaria (PAC) y el Fondo Europeo y Marítimo y de Pesca sepan interpretar nuestras singularidades. Todo pasa por no perder terreno en esos capítulos y en la defensa de las fichas económicas del POSEI.

Aunque este es un apartado que ahora ha sido derivado a Transición Ecológica, días antes de las últimas citas electorales hubo amenazas de tractoradas en las capitales de provincia por el retraso de la llegada de las ayudas al agua de riego, ¿se esperan sobresaltos de este tipo en el campo canario?

El Gobierno de Canarias recibió esas transferencias y las ayudas para el agua de riego están convocadas. Es verdad que a veces los tiempos para que esas partidas se materialicen sufren largas demoras, pero yo no tengo ninguna duda sobre el compromiso del Estado con esta comunidad. La amenaza de sacar los tractores a la calle perseguía un efecto electoral; las ayudas estaban aprobadas. Hay otras cuestiones que están pendientes (ayudas al transporte) que también van a quedar resueltas pronto. No hay motivos para buscar fantasmas que no existen.

¿Tampoco en Europa?

Canarias, junto con el resto de las regiones ultraperiféricas, es una

rara avis que hay que mimar. Ese hecho diferenciador nos coloca en una posición muy privilegiada en relación a otros puntos de las geografía española...

...Sí, pero a Europa muchas veces no termina de dar esas muestras de protección con respecto a las Islas.

La sensibilidad que existe con respecto a este territorio puede ser interpretada de una manera distinta en base al lugar en el que se emita un análisis u opinión. Seguramente, en Bruselas las cosas se ven distintas a la interpretación de un canario que observa cada una de esas diferencias sobre el terreno. Tenemos que ganar más peso en Europa.

Esa es una misión de nuestros eurodiputados, ¿no?

Tienen que incidir en el hecho de que somos distintos, pero a pesar de la transformación comercial e industrial que se está dando a nivel global hay una cuestión que es fundamental. La Unión Europea sabe que el sector primario es uno de los motores de la sociedad y, en este sentido, el abastecimiento alimentario de la población canaria depende en exceso de terceros países.

¿El hecho de que más del 85% de los productos que se consumen en Canarias procedan del exterior debe ser interpretado como un déficit?

O un reto por el que hay que trabajar para que esa cifra se reduzca en los próximos años. Hay un estudio elaborado por la ULL que sube un poco el porcentaje de autoabastecimiento, pero es evidente que ese es un campo en el que tenemos un amplio margen de crecimiento.

Uno de esos pocos productos de consumo local es el plátano. ¿Se está viviendo un proceso parecido al que hirió de muerte al tomate; estamos ante una situación irreversible?

El año pasado fue bueno para el plátano, tanto en el apartado de la producción como de precios. Su valor en el mercado en 2019 ha estado algo más bajo, pero el sector platanero está bien organizado y la imagen con la que llega a la Península es bastante potente. En cuanto al sobre financiero que asegura las ayudas solo debo añadir que hay que trabajar para que esa ficha no se modifique con la reforma de la PAC.

¿Es optimista?

El plátano tiene futuro si sale de su zona de confort, es decir, si mantiene sus niveles de calidad y hace una defensa sólida de los puntos de venta ya conquistados.

¿Y con respecto al tomate?

Lo tiene algo más complicado que el plátano. Sobre todo, porque las exportaciones están condicionadas por la comercialización de tomates de otros países y por las dudas que genera el brexit.

¿Le inquieta la incidencia que pueda tener el brexit sobre un producto en concreto?

Antes de valorar cómo podría afectar a Canarias el brexit sería importante saber qué es lo que va a pasar en realidad. Llevamos más de dos años hablando de este tema y sabe la dimensión exacta que va a tener en relación a la Unión Europea. Sabemos que de una manera u otra va a condicionar al turismo que vendrá a Canarias, pero poco más. El brexit es como una pareja mal avenida; un día se tiran los trastos a la cabeza y al siguiente vuelven a estar juntos. Nadie sabe aún lo que pasará: divorcio o reconciliación.

Aunque no es una competencia asignada a su consejería, sí que afecta a muchos agricultores que están viendo como les arrebatan grandes partidas de fruta cuyos costes de producción son elevados. ¿Qué se puede hacer para evitar los robos masivos de aguacates?

Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado están realizando una labor interesante en los puntos de venta, pero desactivar el proceso en el paso previo a su comercialización no evita los cuantiosos daños que se denuncian. Las situaciones más complicadas se están registrando en Tenerife y La Palma y es obvio que preocupan las pérdidas de los productores de aguacates que sufren robos.

Otro tipo de daños es el que ocasionan las plagas. ¿Hay medios suficientes para combatirlas?

Vivir en un espacio aislado o fragmentado nos libra de un número importante de ellas, pero la globalización nos exige estar mucho más atentos en los aeropuertos y puertos. El problema no es tener afectado un cultivo, que es algo grave, sino carecer de los medios necesarios para combatir una de esas plagas. Los riesgos irán en aumento si en los puestos fronterizos carecemos de control.

¿Hablando de riesgos, la producción de miel no pasa por sus mejores momentos en Canarias?

Sí, existe un problema de producción que se ha agravado por la pérdida de una cantidad considerable de abejas. En las Islas nunca se han dado unos niveles demasiado altos de miel, pero sí que alcanzamos cierta notoriedad por su calidad y, sobre todo, una variedad que no se aprecia con tanta nitidez en otros puntos de la geografía nacional,

¿Y alternativas para afrontar la sequía?

En ese asunto nuestra capacidad de trabajo está limitada por la presencia o no de lluvias. Lo que podemos hacer es estudiar las condiciones en las que se encuentran los embalses y su capacidad para almacenar los recursos naturales. Otras alternativas posibles es la reutilización de aguas tratadas para regar determinados cultivos o la desalación.

En el sector pesquero una de las noticias positivas de las últimas semanas es la firma de un acuerdo internacional que permitirá a la flota canaria faenar en Marruecos.

Es una vía que abre una posibilidad más para un sector que tiene un paralelismo importante con la agricultura. La pesca es un oficio sacrificado y eso provoca que no exista un plan de renovación. El sector pesquero esta en una situación compleja y tenemos que buscar unas actividades que sean complementarias.

¿Qué análisis hace de la flota canaria?

Es amplia, no se ha remodelado a tiempo y pocas veces ha podido optar a las subvenciones de la Unión Europea porque las ayudas para la pesca son difíciles de conseguir.

En el área de trabajo que acaba de asumir hay otros factores en clave positiva como la producción de quesos y vinos. ¿Se va a seguir potenciando la marca Canarias a través de la gastronomía?

Ese es uno de los tesoros de esta consejería. Productos que han recibido múltiples reconocimientos a nivel nacional e internacional y que deben ser una identidad de Canarias. A un turista se le puede convencer con un paisaje o con un servicio de calidad, pero también nos podemos ganar su confianza a través de un trozo de queso o un vaso de vino. Hay que valorar lo que tenemos en cada Isla porque esos elementos son los que nos aportan algo diferente a la hora de vender nuestras exquisiteses, pero también hay que poner en valor el sacrificio de las personas que se integran en el sector primario.

En resumen, ¿hay que vender mejor el producto autóctono?

Sí, desde el momento de su producción. Hemos hablado de las dificultades que existen en el campo y la mar para continuar con esas tradiciones familiares y, creo, que es importante que en el instante en el que consumimos un producto local pensemos en las personas que lo han elaborado. Sin ellos el sector primario estaría muerto. A veces cuesta dar el valor que se merece a un producto que nos diferencia fuera de esta comunidad.

Nacida en Bélgica y criada en San Petronio

Su padre, un ingeniero belga, quiso cambiar de vida a principios de los años 70 y decidió instalarse en La Palma. Montó un restaurante en un garaje ubicado en la Montaña de Tenisca que llamó San Petronio en honor a su madre, una italiana hija de un panadero y amante de la ópera que enseguida cobró fama en Los Llanos de Aridane por sus habilidades culinarias. Sobre todo, en el arte de la repostería. Su amplia carta de postres era admirada por una clientela que creció gracias a un boca a boca que finalmente precipitó la apertura de un negocio más amplio. Nacida en 1973, Alicia Vanoostende tiene dos hermanos que en la actualidad residen en Inglaterra y Valencia. "Los tres salimos a estudiar fuera", señala una ingeniero agrónoma que regresó a tierras palmeras tras ganar una plaza de funcionaria en el Cabildo.

"Una vez sales, aquí no es fácil volver... Yo lo hice porque buscaba tranquilidad y tenía un puesto de trabajo", recuerda la que fuera candidata del PSC-PSOE a la Alcaldía de Los Llanos. Madre de dos hijos, durante su etapa como consejera en la institución insular estuvo al frente del área de Turismo. Con anterioridad a su desembarco en política trabajó como becaria para el CSIC, como Agente de Extensión Agraria en Breña Alta y en el Centro Hortofrutícula. Alicia Vanoostende es la primera socialista palmera que forma parte de la estructura de un Gobierno de Canarias. Política de perfil dialogante explica que durante su primera semana en la Consejería de Agricultura, Ganadería y Pesca ha estudiado a "grosso modo" todos los proyectos que están sobre la mesa. "Aún es pronto para tomar decisiones, pero las cosas que están en marcha y funcionan pueden alargarse en el tiempo", dice sobre informes que ya se han gestionado con Europa. "Lo normal es que la gran mayoría se activen desde el principio porque será necesario dotarlos de nuevos criterios", valora sobre una gestión que tendrá un marcado perfil internacional. "Una buena parte de los intereses de esta consejería, no solo las que tienen que ver con las ayudas, se deciden en Europa", subraya la consejera socialista.