El presidente del Partido Nacionalista Canario (PNC), Juan Manuel García Ramos, socio de CC, no tardó mucho en reaccionar a la confirmación de que CC-PNC perdía también los cabildos de Tenerife y La Palma el pasado miércoles para, usando la red Facebook, lanzar un texto en el que advertía de que el canario "es el nacionalismo más peligroso para el Estado porque mañana podemos acudir a Naciones Unidas y reclamar nuestro estatus de pueblo descolonizado, lo que no pueden invocar ni vascos, ni catalanes ni gallegos". El mensaje, por supuesto, no pasó muy inadvertido ayer, pero, preguntado por El Día, el diputado regional matizó un poco más y reiteró que tanto el PNC como CC representan "un nacionalismo no rupturista con España", aunque sí que avisa de que, de incumplirse el nuevo Estatuto y REF, puede hacerse mucho más agudo.

El profesor universitario considera "sorprendente que CC-PNC subiera un 76% en las elecciones generales y mucho en las autonómicas y, de pronto, se ha desatado como una especie de conspiración de lo que llamó "los partidos dependientes de los jefecillos peninsulares para hacer desaparecer todo el movimiento nacionalista". Además, un movimiento que es de baja intensidad, que es lo que he dicho en Facebook. Y es que somos un nacionalismo no rupturista con el Estado español y la UE, aparte de democrático, sin que haya otro así que haya sido atacado tan ferozmente y de una manera tan generalizada por los partidos franquicias que operan en Canarias".

¿NC es nacionalista?

Preguntado por si incluye en esa reacción a NC o si también la cree nacionalista, subraya que sí la concibe así, "pero llevan una temporada muy vinculados al PSOE, como se demuestra ahora y, además, han llegado a presentarse juntos a las urnas". ¿Y podrían girar? "Hombre, siempre pienso que la escisión que se dio en CC en 2007 se podría superar y espero que haya un ánimo de superación. Siempre he estado planteando eso".

Sobre la continua suma de pactos a izquierda y derecha para desalojar a CC-PNC y si les ha podido un poco la soberbia o la sensación de que el poder les pertenecía, reconoce que, "quizás, habría que hacer un poco de autocrítica en ese sentido. Quizás hemos metido la pata en algunos pasajes de los últimos tiempos, entre ellos el de Granadilla (la censura de septiembre de 2016 contra el PSOE)". Ante esto, y cuestionado sobre si la clave fue la ruptura del pacto regional con el PSOE en diciembre de ese año, por las formas y el fondo, cree que sí, "que ahí pudo haber, también, una parte del error".

No obstante, en ese momento, García Ramos fue de las pocas voces dentro de CC-PNC que mostró sus dudas y, más bien, rechazó esa ruptura y pidió una reconsideración porque cree que la visión federal del PSOE respecto al Estado está mucho más cerca del nacionalismo por el que apuestan que la de partidos como el PP y Cs, lo que le valió una reprimenda no pequeña en su día del secretario general de CC, José Miguel Barragán.

"Eso lo he seguido repitiendo siempre. Creo que hemos ido repitiendo pequeños errores que se han ido sumando y nos han hecho llegar a una especie de soledad crónica y nadie parece que quiere estar con nosotros. Habrá que analizarlo y, en la medida de lo posible, corregirlo".

El dirigente no se mete, sin embargo, en si CC debe acelerar su congreso ordinario previsto para la próxima primavera o si ha de convertirlo en extraordinario. "Han iniciado una senda de una conferencia para octubre y es el proceso natural, donde barajarán diversas ideas, y un congreso en 2020, lo que me parece correcto, pero opino desde fuera". Lo que sí defiende con fuerza es su propuesta de abrir un debate entre intelectuales, dirigentes y simpatizantes de la amplia familia nacionalista para reimpulsar el relato.

"Debemos ser como el PNV"

Según remarca, "es necesaria la aportación de distintas sensibilidades nacionalistas, unificar un mensaje ideológico y, si es posible, traducirlo en una estructura de partido único como el PNV". ¿Con NC dentro? "Si es posible, sí, por supuesto, así como otras opciones". Además, apuesta por girar la política de pactos más hacia el federalismo del PSOE, "aunque siempre se puede hablar con todos porque los partidos, como los tiempos, están cambiando".

A su juicio, la clave pasa porque CC-PNC recupere la centralidad perdida en la política canaria. "Hay que buscarla porque la democracia, a veces, también son cifras y, si no sumas, no estás y nuestra voluntad es estar para cambiar el bienestar de los canarios y alcanzar cotas de autogobierno y de legislación cada vez más amplias".

Aunque no sabe qué puede pasar en algunos sectores de CC tras esta enorme pérdida de poder, y si algunos pueden apostar por agudizar el soberanismo y las exigencias, sí recalca que "yo siempre he estado en el mismo sitio, aunque me llama la atención esta especie de rara unanimidad de las fuerzas políticas franquicias a la hora de ir contra CC. Entendería que pasara en alguna de las instituciones, pero es que ha sido una barrida total y no sé a qué viene ese acuerdo tan radical". Ante la, de nuevo, frustrada investidura de Pedro Sánchez y la posibilidad potente de elecciones, asegura que "unos comicios inmediatos nos vendrían muy mal ahora; sería muy malo".

"Felipe González ya advirtió sobre Canarias en el año 1993"

En su repaso histórico, García Ramos recuerda que, según se ha desvelado recientemente con muchos archivos publicados por Felipe González sobre sus casi 14 años de gobierno, "en 1993 hizo unas declaraciones en las que decía que mucho cuidado con el nacionalismo canario, pues, para él, era el más peligroso que se podía dar dentro del Estado español. Eso se ha desclasificado y es verdad porque nosotros tenemos unas posibilidades de desvincularnos del Estado que no tienen otros nacionalismos, como el vasco, catalán y gallego".

No obstante, preguntado si realmente hay opciones de un escenario así a medio plazo, deja claro que no. "Nosotros no estamos en esa tesis. Eso lo quiero dejar muy claro. Somos no rupturistas, democráticos y partidos abiertos al mundo, aunque parece como que asusta que nos expandamos en Canarias y se han desatado todas las conspiraciones. Sin embargo, tengo claro que los tiempos han cambiado. Estamos en la IV Revolución Industrial, la de los avances tecnológicos emergentes de la robótica, la inteligencia artificial, la biotecnología, la impresión 3D, los vehículos autónomos... Hay que adaptar los nacionalismos a estos tiempos y no quedarnos con viejas tesis decimonónicas".

Por eso, descarta la vía catalana, pero matiza: "Por ahora, no", insistiendo en que todo dependerá de si el Estado, sea el Gobierno que sea, cumple o no el nuevo REF y Estatuto. "Esa posibilidad siempre está abierta y depende de cómo seamos tratados. De ahí que me llame la atención que, en el Gobierno regional, se sienten ahora diputados que votaron en contra de esos dos instrumentos de la agenda (de Sí Podemos): no sé cómo van a llevar a la práctica esto y haré un seguimiento muy específico". En su texto en la red social, eso sí, reivindicó la trayectoria de su PNC, destacando que, tras el PSOE y PNV, es el tercer partido más antiguo del Estado español.