El PP de La Palma sacó músculo en medio de la tormenta. Ya no tienen consejeros, ni presidente en el Cabildo, tampoco grupo insular... pero eso es lo que dice Génova. Lo que se cuenta desde Madrid. Noelia, Lorena, Borja o Jacob se saludaron como si les fuera la vida. Allí, en primera fila. Un paso por detrás, Juanjo se unía a tres alcaldes socialistas. Suena a que habrá más fiesta. Truco o trato. Y que Casado decida. Faltó Antona, obligado a una batalla por su propia supervivencia.

En primera fila, una niña defendía que su tío era guapo. Era su forma de ver a Mariano. Al presidente. Ni rastro de CC. Se entiende que fue una consigna. Dar la espalda al acto y, de camino, al nuevo presidente. Se sabe que la victoria tiene muchos padres y que la derrota es huérfana, pero no era el caso. Los nacionalistas no encuentran justificación a la censura, al menos una razón política que la sustente, y no estaban dispuestos a participar en la culminación "del circo político", como denominó Nieves Lady Barreto a las dos últimas semanas.

A Zapata tampoco pareció importarle mucho las ausencias. Con dinero o sin dinero (sueldo), era su día. Ya lo dijo un día Vicente Fernández en una canción mítica. Cuando agarró el bastón de mando, buscó con la mirada a sus padres. No logró encontrarlos. Estaban demasiado atrás. Ya se había acordado de ellos en su discurso: "son lo más grande que me ha dado la vida". La cara de ambos reflejaba que por mucho que crezcan, los hijos siempre serán niños a ojos de sus progenitores. Sí, señores, aquel bebé es ahora presidente.

La exposición de Pestana fue política. Y, encima, llena de chinitas. El expresidente no olvida las discrepancias con el Gobierno de Canarias por la justificación del Fdcan y culpa a Nieves Lady de lo que cree que fue una campaña sucia entre instituciones. Anselmo utilizó términos como lealtad, verdad, comprensión... se la tenía jurada a la líder de CC y ha aprovechado la primera oportunidad para mandarla a la oposición, incluso desprendiéndose de la Presidencia para dejarla en manos del PP. No es una guerra contra el nacionalismo; al contrario, entre pasillos, tras la sesión, reconoció el talante de José Luis Perestelo y su gente en estos últimos cuatro años. Le chirría la candidata. Parece, para qué engañarse, una cuestión personal.

Nieves se ciñó a su discurso. Tampoco tenía margen para mucho más. Habló de intereses personales. Y quizás no le falte razón. En el fondo, al fin y al cabo, Mariano no pactó con CC por ser presidente. Y es que una oportunidad así no se presenta todos los días. Ni todos los años, tampoco. Eso sí, quiso exponer la seguridad y estabilidad de un gobierno con ocho consejeros, abierto en cualquier momento a la censura, y eso pega menos. Lo vivió en el Gobierno de Fernando Clavijo, pero no en el arranque de un mandato.

Y en medio de todo aquello estaba Manuel Marcos. Apartado ya de la política y con la estampa de haber aprendido a lo largo de todo el recorrido. Él vivió el enfrentamiento de Anselmo Pestana con Ferraz allá por el año 2013, se tuvo que poner del lado de Madrid y acabó luego sin retorno. Le dieron de lado. Al hombre, al menos, se le ve tranquilo. Tampoco es que sean exactamente las mismas circunstancias, pero a veces la historia se repite. Sí, esto último va por Asier.