La dirección nacional del PP comenzará a tomar decisiones ante la situación del partido en Canarias si Asier Antona no deja la presidencia del partido por su propia voluntad. Génova ha estado esperando por los acontecimientos en los cabildos de La Palma y Tenerife para comprobar el desenlace final de las mociones de censura, pero también por lo que suceda hoy en la segunda votación de la investidura del presidente Pedro Sánchez. Que haya o no elecciones generales anticipadas va a condicionar la estrategia del equipo de Pablo Casado en las Islas, ya que una defenestración del presidente regional, Asier Antona, puede poner al partido en una posición complicada para afrontar unos nuevos comicios.

Por ello la intención de la dirección nacional del PP es que Antona dé un paso hacia un lado y deje el liderazgo de los populares canarios por su propia iniciativa, en vez de tener que ser destituido desde Madrid. Sin embargo, por ahora el presidente del PP canario está haciendo todo lo contrario de lo que quiere Génova. A raíz de las manifestaciones del secretario general Teodoro García Egea a El Día Asier Antona ha iniciado un movimiento interno para recabar apoyos entre los presidentes insulares y otros cargos del partido, lo que ha agudizado el malestar en la formación en Canarias y en la dirección nacional, que no entienden la postura de Antona.

Dirigentes del partido advierten que la estrategia lanzada por el presidente regional lejos de solucionar las cosas lo que puede hacer es empeorarlas, ya que fomenta una fractura interna que todavía no es grave pero que puede ir a más. Los críticos con Antona en Canarias esperan algún movimiento de Génova en los próximos días o semanas pero todo dependerá de lo que suceda en la votación para investir a Sánchez y en cómo terminen los gobiernos de las comunidades de Madrid y Murcia. Tras consumarse ayer las mociones de censura en La Palma y Tenerife el descontento es mayor si cabe: "García Egea ha dado una llamada de atención sobre cómo se están haciendo las cosas en Canarias, pero poco caso se le ha hecho porque los consejeros del Cabildo de Tenerife han terminado en la calle pese a seguir las directrices del partido y en La Palma han seguido con la censura pese a su expulsión, todo esto hay que analizarlo", advierten fuentes cercanas a los populares canarios.

En este análisis entran en juego las suspicacias que se han creado en torno a la actitud de Antona en el Cabildo de La Palma, que es su isla y su feudo. Las suspicacias han ido en aumento desde que se estaba negociando la estabilidad en el gobierno insular y cuando ya se formalizó el pacto con el PSOE. El respaldo que ha recibido Antona de cargos relevantes de la isla bonita como la alcaldesa de Los Llanos de Aridane, Noelia García, no han hecho sino ahondar en estas suspicacias sobre el papel de Antona en la censura a CC en el Cabildo.

Los movimientos internos iniciados por Antona en estos días están acompañados por un supuesto escrito para que sea firmado por los presidentes insulares, con el fin de hacérselo llegar a Madrid y frenar cualquier intento de imponer una gestora en Canarias. Los afines al presidente regional aseguran que éste cuenta con el apoyo de todos los líderes de las Islas y otros dirigentes que le han manifestado su respaldo explícito. Sin embargo, no hay constancia de que el apoyo sea tan unánime en todas las direcciones insulares, entre otras cosas por las discrepancias surgidas en la forma de llevar las negociaciones de los pactos entre Antona y la secretaria general, Australia Navarro, que también es presidenta del PP de Gran Canaria. Tanto el presidente tinerfeño, Manuel Domínguez, como la lanzaroteña Ástrid Pérez se han mostrado ambiguos hasta el momento.

A favor de Antona juega el hecho de que Génova no quiere adoptar medidas drásticas de inmediato y prefiere que sea él mismo quien decida asumir su responsabilidad y deje la presidencia del partido. La inestabilidad que se vive en la política nacional y la proximidad de agosto ralentiza la toma de decisiones en la sede central del PP de Madrid, pero las fuentes consultadas advierten que tarde o temprano Pablo Casado y Teodoro García Egea realizarán cambios en la dirección nacional y también en varias comunidades autónomas, entre ellas Canarias. "Si no identificamos los errores y leemos bien lo que ha ocurrido volveremos a fallar otra vez, hay un ciclo acabado y por eso hay que buscar alternativas o una salida a esta situación", advierten fuentes de los populares canarios.

Uno de los reproches que se le lanzan a Antona es que el PP pudo gobernar hasta en dos ocasiones, a pesar de tener 11 de 70 diputados en el Parlamento regional, y al final se haya quedado en la oposición y encima se le dé más aire a la izquierda al pactar con el PSOE en Lanzarote o en La Palma y en ayuntamientos.

Ahora no es el momento

Sin embargo, los propios críticos con el presidente regional en las Islas no creen que ahora sea el momento de destituir a la dirección del partido en las Islas y montar una gestora, aunque esperan que si Antona persiste en su estrategia de resistencia y oídos sordos a Madrid al final Génova tendrá que adoptar una decisión guste más o guste menos.

Las declaraciones de Teodoro García Egea evidencian el descontento de la dirección nacional acumulado desde que se configuraron las listas, para las que no se tomó en cuenta la opinión de Génova, hasta el desarrollo de la campaña electoral, los resultados tanto a nivel autonómico como en cabildos y ayuntamientos y, sobre todo, las negociaciones del pacto regional. El malestar se acrecentó cuando García Egea y Javier Maroto vinieron a las Islas para firmar el pacto, algo que al final no se produjo. Asimismo, los dos dirigentes nacionales fracasaron en su intento de garantizar a CC los cabildos de Tenerife y La Palma, como se acaba de demostrar con las censuras.