Ángel Víctor Torres quiere reunirse cuanto antes con José Luis Ábalos y María Jesús Montero para que el Estado transfiera a las cuentas de la Comunidad Autónoma hasta el último euro de los dineros que siguen sin llegar a las Islas. El nuevo presidente del Gobierno de Canarias aún no había tomado posesión del cargo y ya le había expuesto al ministro de Fomento en funciones la necesidad de concertar un encuentro. Lo hizo durante el viaje en avión de Gran Canaria a Tenerife, donde ayer se celebró el acto de toma de posesión al que Ábalos asistió como representante del Ejecutivo central. El ministro y el presidente regional se sentaron en butacas contiguas y hablaron de tener "pronto" esa reunión para "desbloquear" el pago de los 300 millones de la deuda de carreteras que el Estado sigue discutiendo pese a la sentencia del Supremo a favor de Canarias. "Espero que sea muy pronto", subrayó el propio Torres, que recordó que la Administración central adeuda en realidad unos 400 millones de euros, ya que van acumulándose intereses de demora. Una cantidad a la que se suman otros 500 millones que sí se han transferido pero que están inutilizados por computar como superávit, el cual solo puede destinarse para pagar deuda bancaria por la normativa de estabilidad y sostenibilidad presupuestaria. La idea del nuevo jefe del Gobierno autonómico es sentarse también con la ministra de Hacienda para dar con la fórmula que permita emplear esa importante suma en los servicios públicos.

Torres explicó nada más prometer el cargo en la sede de la Presidencia del Gobierno de Santa Cruz de Tenerife que lógicamente aún no se ha puesto fecha a esa reunión tripartita con Ábalos y Montero, pero sí dio por seguro un acuerdo "para que ningún euro se quede sin llegar a Canarias". "Y lo veremos las próximas semanas", adelantó el también secretario general de los socialistas isleños. Es más, si el que será su vicepresidente, Román Rodríguez, había fijado el próximo octubre como límite para liberar esos 500 millones del corsé de la regla de gasto, Torres incluso metió algo más de prisa a la ministra de Hacienda: "Si puede ser septiembre, mejor".

Preguntado por si la intención es proponer a Montero que se exceptúe al Archipiélago de la regla de gasto, algo que el anterior Ejecutivo pidió con insistencia amparándose en el hecho de que Canarias es una de las regiones más saneadas del país (lo que no evitó que el Ejecutivo de Sánchez ignorase la solicitud), el presidente autonómico señaló que no se trata tanto de exceptuar a las Islas como de encontrar la forma de que el superávit "se pueda reinvertir". Reinvertir "en cuestiones de interés básico" y también empleando la fórmula de las inversiones financieramente sostenibles. Hay que recordar que esta última posibilidad, habilitada en su día por Cristóbal Montoro como recurso para que el superávit pueda gastarse en algo más que pagar a los bancos, limita notablemente el margen de las comunidades autónomas para decidir en qué gastar su dinero. Es algo de lo que venía avisando el ya expresidente Fernando Clavijo (en ocasiones ante las críticas del mismo PSOE por no explotar más las inversiones financieramente sostenibles), y de algún modo Torres le dio ayer la razón. No en vano, el sucesor de Clavijo apuesta por "cambiar los parámetros" y dar un nuevo enfoque a este tipo de inversión, de modo que Canarias pueda sacarle mayor partido.

El nuevo Ejecutivo quiere tener una primera "visión" del presupuesto con que contará el próximo año antes de que acabe este mes, según adelantó Román Rodríguez, que será también el nuevo consejero de Hacienda. En este sentido es clave, tal como insistió Torres, que haya cuanto antes nuevo Gobierno en Madrid y, con este, nuevos presupuestos generales del Estado. De las cuentas estatales llegan a las Islas cientos de millones de euros en transferencias corrientes y transferencias de capital, especialmente estas últimas, donde se incluyen los fondos que Madrid envía a la Comunidad Autónoma para que esta pueda financiar una determinada obra. De hecho, los fondos del polémico convenio de carreteras están dentro del capítulo de las transferencias de capital, el capítulo VII de los presupuestos públicos. En este sentido, el presidente canario pidió a las distintas fuerzas políticas, aunque el mensaje iba directamente dirigido a Podemos, que faciliten la investidura de Pedro Sánchez. "Todo sería más fácil", puntualizó el socialista, "también el convenio de carreteras".

En su discurso tras la toma de posesión, de unos doce minutos de duración y con los expresidentes Fernando Clavijo, Paulino Rivero, Román Rodríguez y Jerónimo Saavedra escuchando en primera fila, Ángel Víctor Torres volvió a deslizar su independencia respecto del Gobierno central y de cualquier intento de Ferraz de inmiscuirse directa o indirectamente en la hoja de ruta de su Ejecutivo. Torres apuntó que tanto él como sus consejeros, que tomarán mañana posesión de sus cargos, defenderán Canarias "alto y claro" pero "sin gritar y sin ruidos", dijo en una crítica apenas velada hacia el anterior Gobierno. El líder del PSOE en el Archipiélago puso especial énfasis en este punto de su discurso en la "férrea exigencia" al Estado (también a Europa y "a la última de las corporaciones locales") del escrupuloso "respeto" al Estatuto de Autonomía y el Régimen Económico y Fiscal (REF). Torres se esforzó así para desterrar las críticas al PSOE tras lo sucedido en la reforma del Impuesto de Sociedades que incluían los fracasados presupuestos de Sánchez para este año. La ministra Montero olvidó el REF en la reforma, lo que obligó a Torres a desplazarse a Madrid para enmendar el error. "Decían que no se iba a solucionar y se solucionó", remarcó tras el discurso.

Torres se centró especialmente en los problemas sociales que atraviesa Canarias, donde "los pilares del Estado del Bienestar están heridos". A su juicio, las Islas son una región socialmente "injusta" y "fragmentada", con alrededor de un 35% de la población en riesgo de pobreza y/o exclusión social, un dato que ya había recordado en el discurso de investidura en el Parlamento. El flamante presidente canario pidió la complicidad de la sociedad civil, de los sindicatos y de la patronal para revertir la situación, para que "la economía sirva a la sociedad y no la sociedad a la economía".

Torres afirmó que no aspira más que a ser "el representante público más cercano de las ocho islas, el alcalde de las ocho islas", enfatizó el político aruquense, que llevará las riendas de la región hasta 2023.