Majo y limpia. La dirección nacional de Ciudadanos desmantela el Comité Autonómico de Canarias y pone en marcha una gestora para dirigir su proyecto estratégico y político. La comisión provisional estará integrada por José Guerra, concejal en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria; Santiago Santana, coordinador del partido en San Bartolomé de Tirajana; Marcos Cohen, responsable de Política Municipal en la agrupación de Puerto de la Cruz, y David Rodríguez, que fue cabeza de lista en la plancha electoral al Cabildo de Lanzarote. La mayoría de ellos son afines a la portavoz de Ciudadanos en el Parlamento de Canarias, Vidina Espino.

La cúpula naranja pone así punto final al proyecto liderado por la ya extinta dirección regional, con su secretario de Organización Juan Amigó al frente, impulsor de las mociones de censura contra Coalición Canaria en Tenerife, y por tanto responsable del caos interno desatado por las indisciplinas y el consiguiente deterioro de la formación.

El hilo del que pendía el comité autonómico terminó por romperse. La gestora, presentada ayer por el secretario nacional de Organización de Cs, Francisco Hervías, sustituye al órgano que integraban Juan Amigó, como secretario de Organización; la diputada nacional Melisa Rodríguez, como secretaria de Relaciones Institucionales; la parlamentaria regional Vidina Espino, como secretaria de Comunicación; Teresa Berástegui, como secretaria de Acción Institucional; Ricardo Fernández de la Puente, como secretario de Programas y Áreas Sectoriales; y Mariano Cejas, como portavoz. El partido inicia ahora una etapa en la que buscará fortalecerse y crecer tras las turbulencias.

La primera la generó la indisciplina de los dos concejales en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, Matilde Zambudio y Juan Ramón Lazcano, que apoyaron, al igual que Podemos, a la socialista Patricia Hernández como alcaldesa. Los dos ediles ya han sido expulsados, una decisión que será recurrida por ambos.

Ciudadanos Canarias se resquebrajó desde el primer minuto con esta acción y la dirección nacional, consciente de ello, tomó nota del cruce de acusaciones entre los miembros del partido. La denuncia de tamayazo por parte de la ya exsecretaria de Comunicación y diputada regional, Vidina Espino, alborotó aún más las filas internas. Una acusación que le valió las querellas de los concejales antes mencionados y de Amigó, a quien Espino apuntó como responsable de la indisciplina ocurrida a cambio de que los ediles obtuvieran plenas competencias en Urbanismo. El PSOE anunció, a su vez, su intención de ejercer acciones judiciales por esas afirmaciones.

Con las heridas aún abiertas, el partido sumó otra insubordinación. La pasada semana los dos consejeros de Cs en el Cabildo de Tenerife, Enrique Arriaga y Concepción María Rivero, se unieron con el PSOE y Sí Podemos Canarias para desalojar de la Presidencia a Carlos Alonso (CC) a través de la presentación de una moción de censura. Estos pasos fueron dados en contra de las directrices marcadas por los órganos ejecutivos de la formación, por lo que el partido también abrió un expediente disciplinario con suspensión cautelar de militancia.

Hervías recalcó que se pone en marcha "una nueva etapa" del partido en Canarias para seguir avanzando con una "voz coherente, sin mochilas y sin ataduras" en un momento en el que está implantado en cerca de 60 municipios de las Islas y cuenta con más de 1.600 afiliados. El secretario de Organización detalló que la "situación de transfuguismo" vivida en la capital tinerfeña provocó "una serie de contingencias internas" que empujaron al nombramiento de una gestora. Hervías rechazó que la implantación de una dirección provisional y el desmantelamiento de la anterior evidencie signos de debilitamiento. A su juicio, solo muestra una "situación compleja" causada por quienes votaron "en contra de los valores y principios de Cs". El objetivo del partido con este vuelco en la dirección es seguir creciendo en las Islas después de haber logrado irrumpir en el Parlamento canario, si bien sus expectativas eran más altas.

Los estatutos del partido recogen que las gestoras gobernarán "transitoriamente" cuando "concurran graves circunstancias que así lo aconsejen". Su mandato no se puede prolongar más de seis meses. En ese tiempo la gestora intentará recomponer el partido y sellar heridas. Tras ese período deberá nombrarse, en los dos meses siguientes, los nuevos órganos de gobierno. Hervías, que ayer por la tarde se reunió con representantes de las agrupaciones locales, confía en que no haga falta prorrogar la gestora y que en seis meses haya nuevo comité regional.

Cs culpa al PSOE del bloqueo

El secretario nacional de Cs, Francisco Hervías, entiende que las dimisiones que se suceden en el partido, al igual que la baja de Francesc de Carreras, uno de sus fundadores, son coherentes si no comparten la negativa a facilitar la investidura de Pedro Sánchez. Hervías recordó que en los órganos del partido "se votó por unanimidad decir no a Sánchez", por lo que indicó que Cs seguirá por esa línea. "Si no hay Gobierno en España, no será culpa de Ciudadanos", insistió, sino de los socialistas, Podemos y sus socios por no ser capaces de destrabar el bloqueo.