La dirección nacional de Ciudadanos (Cs) desmantela el Comité Autonómico de Canarias y pone en marcha una comisión gestora integrada por José Guerra, concejal en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria; Santiago Santana, coordinador del partido en San Bartolomé de Tirajana; Marcos Cohen, responsable de Política Municipal en la agrupación de Puerto de la Cruz, y David Rodríguez, que fue candidato de Cs al Cabildo de Lanzarote. La cúpula de la formación naranja pone punto y final al poryecto existente hasta ahora por el deterioro de la formación en las Islas.

El comité regional del partido liderado por Albert Rivera estaba formado por Juan Amigó, secretario de Organización; Melisa Rodríguez , secretaria de Relaciones Institucionales; Vidina Espino, secretaria de Comunicación; Teresa Berástegui, secretaria de Acción Institucional, y Ricardo Fernández de la Puente, secretario de Programas y Áreas Sectoriales. El partido inicia ahora una nueva etapa tras el fracaso del pacto de centroderecha con Coalición Canaria (CC), PP y Agrupación Socialista Canaria (ASG) -que finalmente se decantó por la alianza con PSOE, Nueva Canarias (NC) y Podemos- y después de la división interna generada a raíz de dos indisciplinas. La primera ellas la de los dos concejales en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, Matilde Zambudio y Juan Ramón Lazcano, que apoyaron como alcaldesa a la socialista Patricia Hernández en lugar de facilitar la reelección de José Manuel Bermúdez (CC), tal y como era la consigna del partido. Los dos ediles ya han sido expulsados, una decisión que será recurrida por ambos. En un comunicado, Zambudio y Lazcano anunciaron que pedirán el amparo de la Comisión de Garantías y Valores de Cs, porque defienden que "actuaron con coherencia y respetando, en todo momento, las directrices comunicadas por parte del partido".

Desde el momento en que el partido se resquebrajó con esta actuación, la dirección nacional tomó nota de la delicada situación en la que se encontraba la formación en el Archipiélago, sumida en un cruce de acusaciones entre los miembros del partido. La denuncia de "tamayazo" por parte de la secretaria de Comunicación y diputada regional, Espino, alborotó aún más las filas internas. Una acusación, además, que le valió las querellas de los concejales antes mencionados y de Amigó, a quien Espino apuntó directamente como responsable de la indisciplina ocurrida a cambio de que el PSOE cediera a los ediles plenas competencias en Urbanismo. El partido socialista también anunció su intención de ejercer acciones judiciales por esas afirmaciones.

Con las heridas aún abiertas, el partido sumó otra indisciplina. La pasada semana los dos consejeros de Cs en el Cabildo de Tenerife, Enrique Arriaga y Concepción María Rivero, registraron una moción de censura con el PSOE y Sí Podemos Canarias para desalojar de la Presidencia a Carlos Alonso (CC) en contra de las directrices marcadas por los órganos ejecutivos de la formación. Tras esta acción, la Comisión de Régimen Disciplinario de Ciudadanos (Cs) también abrió un expediente disciplinario con suspensión cautelar de militancia.

Los estatutos del partido prevén que el mandato de la gestora dure seis meses, un tiempo en el que tratará de recomponer el partido en las Islas, sellar heridas y formar una nueva dirección regional. Todos los comités insulares también desaparecen y solo quedarán en pie las agrupaciones y grupos locales. Esta tarde, a las 19.00 horas, el secretario de Organización de Cs, Francisco Hervías, mantendrá una reunión con los coordinadores de dichos grupos, además de con los cargos públicos del partido en Las Palmas de Gran Canaria para valorar la actualidad política en la región.