El secretario de Organización de Cs, Fran Hervías, calificó ayer de "tránsfugas" a los dos concejales de la formación que propiciaron el cambio de gobierno en Santa Cruz de Tenerife al apoyar a la socialista Patricia Hernández, si bien tras una rueda de prensa inicial, y ya en declaraciones a El Día, elogió a Juan Amigó, exresponsable del partido en la Isla, desvinculándolo por completo de cualquier maniobra o interés oculto en el acuerdo de Matilde Zambudio y Juan Ramón Lazcano con el PSOE capitalino, con apoyo externo de Unidas Podemos.

Hervías los tildó así en el hotel Taburiente de la capital tinerfeña junto a otros miembros de la nueva gestora del partido en Canarias y antes de exponerle a diversos coordinadores locales en Tenerife la etapa que ahora abren. Un cambio que, eso sí, vincula a lo ocurrido en la capital tinerfeña y a la presentación de la censura en el Cabildo de Tenerife contra Carlos Alonso (CC), junto al PSOE y con la firma, también, de los 3 consejeros de Sí Podemos Canarias.

No obstante, y mientras a Zambudio y Lazcano los presenta ya como "expulsados del partido", sobre los representantes en la Administración insular prefiere no usar el término tránsfuga "porque aún no se ha dado ese hecho, la censura", prevista para este miércoles. Eso sí, recalca que tienen abierto un "expediente de suspensión de militancia" por el paso dado. Preguntado por El Día por si cree que aún hay opciones de que esa moción no prospere, al menos en lo que toca a los dos consejeros de Cs, dice desconocer si hay alguna posibilidad, aunque apunta a "las dificultades de la ley canaria para cobrar luego si pasan a ser no adscritos".

No obstante, indica también que no ha hablado con Enrique Arriaga ni con Concepción María Rivero y que tampoco tiene previsto hacerlo en los días previos a la censura, con lo que descarta un último intento de convencerles de que no la propicien en contra de los criterios y las directrices del partido. Asimismo, tampoco ha hablado con los ediles expulsados, si bien dice que eso cambiaría en caso de que el Comité de Garantías les diese la razón, órgano que, según remarcó en la rueda de prensa, es totalmente autónomo.

Sobre Amigó, y cuestionado por este periódico, Hervías insistió en que "ha desarrollado una gran labor para el partido y, de hecho, le pedí que siguiera en su puesto hasta las elecciones, pero prefirió dejarlo". Frente a las versiones en las que se liga lo ocurrido en Santa Cruz con intereses urbanísticos y de negocios empresariales (sobre todo del ámbito del ocio), recalca que "eso no se ha demostrado", al tiempo que subraya que su relación y confianza en Amigó se ha mantenido igual. De hecho, ayer estuvo en la reunión, si bien lo descarta para un cargo directivo en el futuro "porque él mismo se ha descartado y no quiere volver". El secretario de Organización explicó que la gestora creada tiene un plazo máximo, según los estatutos de Cs, de seis meses, tras el que deberá elegirse una nueva dirección regional.

Sobre la dimisión de la secretaria en Gran Canaria, Guayarmina Méndez, que en realidad abandona la formación, indicó que alguien "no se puede ir de un cargo que ya no existe, pues precisamente ha sido sustituido por esta gestora".

Por su parte, y en una nota, Méndez explicó que da ese paso "profundamente entristecida" por la decepción que supone "ver cómo un proyecto en el que había puesto toda mi ilusión y dedicación exclusiva se ha convertido en una maquinaria para usurpar el poder, solo el poder y nada más que el poder". Además, dice que el "el brillo en los ojos" de los militantes hace 5 años, cuando ella entró, se ha transformado "en una mirada sombría y decepción" por ser una formación que "no aprende de sus errores y no da ninguna explicación posterior, despreciando la experiencia de quien construye el partido: sus afiliados. Y lo más alarmante es que machaca la opinión y la crítica, y ensalza a aplaudidores, trepas y pelotas".

Preguntado Hervías por el papel que tendrán ahora Vidina Espino, Melisa Rodríguez o Teresa Berasategui, remarcó que la función en el Parlamento regional de la primera es muy importante, mientras que Rodríguez forma parte de la dirección nacional y, por ende, su protagonismo también lo considera indiscutible.

En esta línea, asegura que se abre un nuevo periodo que, por lo que ha palpado desde que se conoció el jueves la designación de una gestora por la dirección central, ha sido muy bien acogida por gran parte de los dirigentes en las Islas y, sobre todo, "por los 1.600 afiliados". No obstante, no supo precisar a El Día cuántos militantes se han dado de baja en las últimas semanas por lo ocurrido en Canarias, especialmente en el Cabildo tinerfeño y Santa Cruz, aunque remarca la estructura y la expansión con la que cuentan en la mayoría de islas.

Sobre la situación del partido a escala nacional, no cree que eso haya hecho que se den más bajas entre los afiliados y recalca que la decisión de no apoyar un Gobierno de Pedro Sánchez fue avalada por casi el 95%, con lo que minimiza el peso de los que no lo han compartido y finalmente se han marchado de sus funciones en ámbitos internos o regionales.