La anárquica y errática política de pactos seguida por el PP no solo ha dejado al partido fuera de instituciones relevantes como el propio Gobierno de Canarias, donde podría haberse hecho con la Presidencia, sino que también ha situado en la cuerda floja a Asier?Antona y ha sacado a flote la división interna de la formación. La brecha, lejos de reducirse, continúa ensanchándose con un creciente malestar en los afiliados y miembros del partido de las Islas, pero también en los despachos de Génova, donde ya han puesto fecha al despido de Antona. El relevo en el liderazgo del PP canario está sobre la mesa y solo el impasse político nacional impide que el recambio se ejecute de forma inmediata. Cómo se haga el cambio de timón es lo que aún está por determinar. Una gestora o la celebración de un congreso regional son las fórmulas que analiza la dirección nacional, pero hasta que no se despeje el panorama estatal y la formación no cierre los pactos para los gobiernos de Madrid y Murcia, Génova no acometerá la renovación que busca en varias comunidades, entre las que se encuentra Canarias. El cambio se comenzará a abordar, probablemente, a partir de septiembre.

Los resultados electorales cosechados en las elecciones generales del 28A no hacían pensar en un camino de rosas para el PP canario en la campaña de los comicios autonómicos, insulares y municipales. La formación popular se quedó con tres diputados nacionales, la mitad que en la legislatura anterior, y perdió seis senadores en las urnas. El 26M el partido dejó por el camino un escaño en el Parlamento de Canarias, con lo que se ha tenido que conformar con solo once asientos en la Cámara regional. Más allá de los números obtenidos, el malestar nace por la sensación de que el partido no ha usado bien las cartas con las que disponía para obtener mayor presencia institucional y establecer una política de pactos coherente con los criterios establecidos desde Madrid.

La inclinación a pactar antes con el PSOE que con otros partidos de centroderecha como CC nunca fue visto con buenos ojos para una parte del PP. Los populares sellaron una alianza con los socialistas en Arrecife y en el Cabildo lanzaroteño y, en contra de las específicas directrices marcadas por la cúpula, se sumó a la presentación de una moción de censura con el PSOE en la Corporación insular de La Palma para desalojar a la nacionalista Nieves Lady Barreto. La indisciplina de los consejeros palmeros del PP condujo a la apertura de una expediente a los mismos. En Madrid creen que el actual presidente puede estar detrás de este movimiento o, al menos, que no hizo todos los esfuerzos para evitarlo.

Su negativa a apoyar a la secretaria general, Australia Navarro, como presidenta del Archipiélago en una posible alianza con CC, Ciudadanos (Cs) y la Agrupación Socialista Gomera (ASG) impidió al partido situarse al frente del Ejecutivo regional. Desde Génova la intención era que Antona diese un paso a un lado, como exigían los nacionalistas -que habían logrado 20 escaños- a cambio de ceder la Presidencia. Incluso el secretario general y el vicesecretario de Organización, Teodoro García Egea y Javier Maroto, se desplazaron a las Islas para cerrar el pacto, pero se encontraron con un partido dividido y sin garantías de forjar una sólida alianza para hacer presidenta a Navarro ante el rechazo de Antona de dar su brazo a torcer.

Con los números dos y tres del PP en el Archipiélago, se anunció una alianza que días después se denominaría pacto de las flores. El PSOE se hacía con la Presidencia regional con el apoyo de Nueva Canarias (NC), Podemos y ASG, que decidió no esperar más por una unión que a esas alturas resultaba ya imposible.

El PP quedaba así relegado "a un tercer plano" porque ni siquiera se sitúa como líder de la oposición, un espacio que ocupa CC. En el poder municipal los populares se quedan con Arrecife como primera plaza. En el insular solo cuentan con presencia en el Cabildo de Lanzarote, mientras que en Tenerife, donde al final pactaron con CC, estarán en la oposición por la censura acordada por PSOE, Cs y Podemos.

Tras la reunión, ayer, del comité de dirección del PP presidido Pablo Casado, García Egea apuntó a que el partido está centrado en formar gobierno en Madrid y Murcia y que las cuestiones internas territoriales, según informa Europa Press, se van a dejar "para más adelante" porque ahora está en "segundo plano". Todo apunta a que a partir de septiembre se comenzarán a estudiar los cambios.

Antona tomó las riendas del partido en abril de 2016 tras la renuncia de José Manuel Soria por la polémica de los papeles de Panamá. El actual presidente del PP canario, que se impuso en las primarias de marzo de 2017, dio después su apoyo a Soraya Sáenz de Santamaría en la carrera por hacerse con las riendas del partido tras la dimisión de Mariano Rajoy, pero fue Pablo Casado quien ganó la apuesta.