Nuevo frente abierto en Canarias para la dirección nacional del PP. La cúpula de la calle Génova no tiene ninguna duda en considerar una "absoluta indisciplina" por parte de los consejeros del partido en el cabildo de La Palma al firmar una moción de censura junto al PSOE para desbancar a la actual presidenta, Nieves Lady Barreto , de CC, y prepara ya las medidas disciplinarias oportunas previa intervención del Comité de Derechos y Garantías. Aunque por el momento no hay ningún pronunciamiento de ningún dirigente nacional sobre el episodio, un portavoz autorizado de la calle Génova aseguró que la "indisciplina es de libro" y merecedora por tanto de la intervención de los órganos pertinentes para la adopción de las medidas que establecen los estatutos, que en este caso sería con casi total seguridad la expulsión de los tres consejeros del cabildo que militan en el partido y han firmado la moción de censura , entre ellos quien asumiría la presidencia de la institución, Mariano Hernández.

La misma fuente asegura que, tanto desde la dirección nacional como desde la regional, se habían puesto en contacto con los consejeros populares y con la presidenta insular del partido en La Palma, Elena Álvarez, para tratar de reconducir la situación y retirar la moción, pero que percibían una voluntad clara y determinante de los responsables de esa indisciplina de llevar a cabo la operación pese a tener constancia de que va contra las directrices tanto de ámbito nacional como regional. "Es un disparate, un incumplimiento flagrante de los acuerdos de la dirección nacional, y un caso de comportamiento intolerable, porque se desobedece conscientemente y pese a las advertencias", afirman por su lado otras fuentes cercanas al secretario general, Teodoro García Egea.

La indisciplina a la que se refieren en el PP nacional está claramente tasada en el artículo 16 de los Estatutos, en concreto en su capítulo sobre régimen disciplinario y en la sección sobre infracciones y sanciones, donde se contempla como infracción "muy grave" la "manifiesta deslealtad al Partido, a sus órganos de gobierno y representación, entendida ésta como toda acción u omisión voluntaria que pueda perjudicar el interés general del Partido" (punto d), así como "la desobediencia a las instrucciones o directrices que emanen de los órganos de gobierno y representación del Partido siempre que sean acordes a los Estatutos, así como a los Grupos Institucionales del mismo" (punto e). También sería aplicable el apartado que identifica como indisciplina merecedora de sanción "actuar en el ejercicio de los cargos públicos u orgánicos en forma contraria a los principios y programas del Partido..." (punto i).

Las sanciones contempladas pueden ser la suspensión de afiliación por un periodo de entre cuatro y seis años, la inhabilitación para desempeñar cargos públicos u orgánicos por igual periodo de tiempo, o la expulsión del partido. El caso de los consejeros de La Palma, el expediente al que se les somete es el de expulsión definitiva, según la dirección nacional. El proceso se iniciaría formalmente de forma inmediata, en cuanto se pudiera llevar a cabo una convocatoria de la Comisión de Derechos y Garantías que debe tramitarlo, quizá hoy mismo.

Una de las dudas que mantenían y que no acertaban a despejar en Madrid es la participación y responsabilidad de la presidente insular del partido en la operación junto a los socialistas para desbancar a CC del cabildo insular, aspecto decisivo en relación con el alcance del procedimiento abierto y el de las posibles repercusiones disciplinarias que se decidan. Pero al menos oficialmente la líder insular no se verá afectada. También queda exculpado aparentemente el presidente regional del partido, Asier Antona, ya que desde Génova se insiste en que las directrices contra la presentación de la moción de censura emanaban tanto desde la dirección nacional, como desde la regional.

Sin embargo, algunos dirigentes consultados aseguran que en el equipo del presidente nacional, Pablo Casado, y del propio García Egea se tiene la sospecha de que Antona no ha hecho todo lo que estaba en su mano para parar la operación y se asegura que "puede que no sea tan inocente como da a entender". No entienden, por ejemplo, que no saliera con mayor contundencia a desautorizar la operación de La Palma por más que se adhiriera a la directriz nacional de rechazo a la misma, directriz que Antona afirmó compartir. Estas fuentes señalan que este es uno más de los "disparates" que está viviendo el PP de las Islas en relación con los procesos de negociación de pactos tras las elecciones autonómicas y locales del 26M y que de una forma u otra hay responsabilidad de su líder regional. La discutible, según Génova, actuación de Antona esta abriendo una profunda brecha en el partido en las Islas, así como provocando una total pérdida de confianza por parte de la cúpula nacional.