Problemas de agenda impidieron anoche que los miembros del Consejo Político de la Agrupación Herreña de Independientes (AHI) celebraran la reunión que prepararon desde la semana pasada y en la que tenían previsto aclarar el futuro a corto y medio plazo de la formación en medio de la mayor crisis que sufre desde que surgió en 1979 para tratar de enfocar los problemas de la isla con voz propia y sin ataduras externas.

Según informó a este periódico el ahora presidente de AHI, Narvay Quintero, el consejo se reunirá este sábado para cuadrar las agendas de los distintos integrantes y tratar de consensuar las medidas a adoptar, si bien su papel resulta clave y, en principio, todo apunta a que seguirá siendo así por ser la persona que parece concitar mayor nivel de apoyo entre los distintos sectores, incluso entre los que abandonaron el partido y se fueron a la Agrupación de Electores de El Hierro, que comanda David Cabrera y ya cogobierna el Cabildo insular tras su pacto con el PSOE.

La crisis desatada por los resultados el 28 de abril cuando AHI perdió su senador, y el pasado 26 de mayo, cuando se quedó casi sin opciones de cogobernar en el cabildo y algún municipio de los 3 de la isla multiplicó las críticas internas. Mientras la Agrupación de Electores seguía recalcando que la reconciliación era posible si se marchaba la entonces presidenta insular y máxima responsable de AHI, Belén Allende, aunque advirtiendo de que convenía que las medidas se adoptasen lo antes posible, voces como la del exsenador y candidato en la Frontera, Pablo Rodríguez, comenzaron a reclamar esa dimisión, a lo que también acabó sumándose un Quintero que había preferido ser más cauteloso hasta entonces.

La presión de los fundadores, muy críticos con Allende, los resultados en las urnas, la pérdida de toda representación en el poder de la isla cuando NC ya cogobierna en la capital junto al PSOE y, sobre todo, el pacto final en el cabildo que desplaza a AHI a la oposición precipitó la renuncia "irrevocable" de la exdiputada regional, quien alegaba, entre otras cosas, que lo hacía para tratar de evitar la sangría de militantes que se estaban dando de baja.

De forma automática, los estatutos de AHI convirtieron el miércoles de la semana pasa a Quintero en el nuevo presidente. Sin embargo, desde el principio ha preferido que sea el consejo político el que analice a fondo la situación y decida qué hacer en la reunión del sábado, si bien todo apunta a una presidencia provisional bajo su responsabilidad, una asamblea general en un plazo máximo de 6 meses y, seguramente, su ratificación como máximo dirigente.

Los resultados de AHI del pasado 26 de mayo, unidos a la pérdida de su acta de senador por primera vez desde 1989 el 28 de abril a manos de un PSOE que le sacó más de mil votos, han originado la peor situación de poder de la Agrupación desde 1983. El verse relegada a la oposición en el Cabildo tras el pacto entre el PSOE y la Agrupación de Electores que lidera su exintegrante David Cabrera remite a la formación al mandato de 2011 a 2015, cuando el socialista Alpidio Armas también les arrebató la presidencia, si bien en acuerdo con el PP y pese al rechazo desde su propio partido a distintas escalas, tal y como también ocurrió en La Palma. No obstante, en esta ocasión AHI ha bajado aún más su representación hasta solo los tres consejeros logrados por la ya expresidenta del partido y de la Administración insular, Belén Allende. A esto se añade la pérdida del cogobierno en Valverde, que ya se dio en la frontera en 2016 con la censura del PSOE y Unión Frontera a Melissa Armas, que entonces permanecía en AHI y que, ahora, es consejera insular por el grupo de Cabrera. En el caso de El Pinar, y aunque siguen obteniendo concejales, nunca han alcanzado el poder ni siquiera en coalición al tratarse de un feudo arraigado del PSOE (siempre con mayoría absoluta) desde que surge el nuevo municipio.

Esta crisis de poder es consecuencia, en gran parte, de la reacción de los fundadores de AHI, que a principios de año elaboraron y difundieron por la Isla, con Tomás Padrón a la cabeza, una dura carta sobre cómo estaba llevando el partido Allende, el hecho de que se sintieran ninguneados y despreciados por la dirección y que se hubiesen alejado de los principios originarios del partido. A estro se añadió también el malestar en la parte de la formación que era partidaria de volver a romper el acuerdo con CC, tal y como se aprobó en la asamblea general de 2016, aunque nunca se llevó a cabo. El remate se produjo con la elaboración de las listas para los comicios de abril y mayo de este año, primero por votarse a mano alzada y no de forma secreta (lo que habría deparado mucha más contestación), así como porque integrantes relevantes, como el entonces diputado regional David Cabrera, se sintieron totalmente desplazados y se convencieron de la necesidad de dar un paso a un lado, creando la Agrupación de Electores.

La mayor crisis de la exitosa historia de AHI