Canarias es la frontera sur de Europa y, como tal, es tratada como una "plataforma avanzada" de defensa nacional y europea. Las fuerzas militares la consideran "un oasis de seguridad", pero advierten que hay que reforzarla. Todo un universo cívico-militar vela por tierra, mar y aire por reducir los riesgos que conlleva ser parte de África. La población canaria desconoce, sin embargo, el alcance de su presencia y menos aún sus planes futuros.

"Las Islas Canarias disfrutan de los estándares de seguridad de las sociedades más desarrolladas del mundo, ya que comprende la seguridad económica, alimentaria, sanitaria, medioambiental, de infraestructuras, personal, política y social, sin olvidar la seguridad jurídica", explicó Pedro Luis de la Puente, el nuevo almirante comandante del Mando Naval de Canarias, a los alumnos del curso de verano Canarias en la geopolítica atlántica, organizado por UNED Las Palmas y el Instituto Gutiérrez Mellado.

Por este altísimo nivel de protección, a Canarias se la considera "un oasis de seguridad". Y para hacerlo posible se coordinan cada día diversas unidades militares y civiles, que constituyen todo un universo defensivo en las Islas. Desde el INTA de Maspalomas (Centro Espacial de Canarias) y los radares del Pozo de las Nieves, hasta las bases aérea de Gando, la naval de la capital grancanaria (el Arsenal de Las Palmas) y el centro de maniobras de La Isleta. Existe además el Centro de Coordinación Regional de Canarias (CCRC), en el que se coordinan las actividades del Frontex, el Sive y las restantes organizaciones militares y civiles (incluidas las oenegés) que tienen que ver con el fenómeno de la inmigración ilegal.

La población canaria no termina de percibir sin embargo en toda su dimensión el alcance de su presencia de todo este operativo en su territorio. Ni mucho menos su proyección de futuro.

Fortalezas y vulnerabilidades

El alma mater de esta acción militar coordinada es, sin duda, el potencial marítimo de las Islas: "Canarias reúne las condiciones para poder desarrollar un potencial marítimo de primera magnitud", aseguró el contralmirante De la Puente. Quien desgranó las fortalezas y debilidades que tiene el Archipiélago. Entre las primeras destacan el potencial geopolítico de España en general y de Canarias en particular. Su pertenencia a la OTAN y su cualidad de ser frontera de España y de la UE, redundan igualmente en su capacidad defensiva, así como el hecho de ser plataforma de entrada y de salida de tráfico marítimo con África occidental y América del Sur.

Pero el Archipiélago concentra también un conjunto de debilidades, entre las que destaca su insularidad, que dificulta y encarece las comunicaciones. También su cercanía a zonas inestables como el Golfo de Guinea y el Magreb y Sahel, en el África Occidental.

El balance, según Pedro Luis de la Puente, es favorable, ya que "las rutas marítimas hacia y desde Canarias determinan la dimensión marítima de España". Además, "la presencia en Canarias de una Base Naval y algunas de las unidades más modernas con las que cuenta la Armada, proporciona al Estado una plataforma avanzada para garantizar los intereses nacionales en regiones de gran relevancia para nuestra seguridad nacional".

Carlos Echeverría, profesor del Instituto Gutiérrez Mellado de la UNED, fue capaz por su parte de resumir todo el conglomerado de recursos materiales y humanos que hay desplegados en Canarias en una sola frase: "En un rincón del mundo como es éste, hay mucha marca España".

Más seguridad en todas las islas

Pese al alto nivel de seguridad que registran las Islas, los representantes de las fuerzas militares que analizaron el papel de Canarias en la geopolítica atlántica coincidieron en señalar que los riesgos actuales obligan a dedicar aún más esfuerzos y auguran por ello que "las medidas para la defensa y seguridad irán a más y requerirán sacrificos". "Estamos demasiado acostumbrados a que la seguridad sea gratis, pero la seguridad tiene un precio", sostuvo el segundo jefe del Estado Mayor del Aire Francisco Javier Fernández Sánchez.

Este reforzamiento de la seguridad pasa por el despliegue de mayores recursos incluso en Islas menores, que se habían abandonado por la crisis. Sostienen en este sentido que va a ser necesario retomar la instalación de un radar en el Pico de Malpaso, en El Hierro, "que hasta ahora no ha podido ser porque las circunstancias políticas no lo han permitido". El despliegue de "ojos" en esta isla es fundamental para salvar la sombra del Teide, que mantiene una zona significativa sin la adecuada vigilancia. En Lanzarote, por su parte, se instalaron algunos de los primeros grandes drones del Ejército español, con capacidad para hacer incursiones de vigilancia en el vecino continente africano.

Estas medidas se pondrán en marcha pese a que seguridad desde Canarias es compleja y costosa. Compleja sobre todo por su insularidad (el pleito insular produce, por cierto, hilaridad en unas instituciones acostumbradas a lidiar con profundos y violentos conflictos de vecindad). También es costosa tanto por la lejanía como por la climatología de las Islas, ya que el aire marino y la arena son auténticas carcomas para las infraestructuras y armamento militares, llegando a ser especialmente graves en la base de Gando. Todo ello incrementa de forma significativa los gastos de mantenimiento, tanto preventivo como correctivo, incluyendo las instalaciones y sistemas informáticos.

Incluso a la hora de completar la formación militar, los costes se encarecen en Canarias. Hasta el punto que la limitación del territorial, así como el alto grado de protección de una buena parte de sus espacios, obligan a terminar determinadas maniobras en centros de la Península, con el consiguiente aumento de los gastos de traslado. Y si no existiera el campo de tiro de Pájara, siempre envuelto en la polémica por el reincidente rechazo social e institucional que genera, sería aún peor. El otro centro de entrenamiento de los tres Ejércitos, La Isleta, suple en parte la ausencia de amplios espacios insulares para uso militar. Y ello a costa de la renuncia de la ciudad a reivindicar el rescate de ese espacio natural protegido para uso civil. Del mismo modo que está en disputa el Arsenal de Las Palmas.

La seguridad tiene un precio

"La sociedad canaria siente la seguridad como algo importante y cercano, porque sabe que sin seguridad no hay progreso", opinó durante el curso el profesor Carlos Echeverría. Y, como otros participantes, hizo referencia a la escasa cultura de Defensa existente tanto en España en general como en Canarias en particular: "Falta toma de conciencia social", concluyeron.

La percepción social del despliegue militar en Canarias oscila entre la indiferencia de una parte de la población canaria y el activismo antimilitarista de otra, que se viene oponiendo al radar del Hierro, al campo de tiro de Pájara o a la ocupación de la Base Naval y La Isleta. También ha mostrado su malestar ante el incremento de las maniobras militares, reivindicando en cada caso el espíritu del No a la OTAN de Canarias en el referéndum de los años 80.

La seguridad de y desde las Islas es, por tanto, un debate histórico, reincidente y aún abierto: ¿Están las fuerzas de seguridad del Estado diciendo a los canarios que tienen que poner las Islas al servicio de la defensa nacional y europea? ¿Y que este es, de hecho, el camino ya marcado? Porque de ser así, esa decisión condicionará significativamente el futuro de Canarias.

El simulacro de emergencia nacional de 2020 será una erupción volcánica canaria

Si en algo coinciden todas las fuerzas con competencia en seguridad del Estado es que Canarias es un territorio singular a la hora de actuar sobre el terreno. Su fragmentación es el principal condicionante que hace aún más complicado la acción. Pero la insularidad no solo dificulta su coordinación, sino que crea en no pocas ocasiones mayores tensiones por las disputas entre islas por hacerse con la sede de los organismos militares que las dirigen: "Canarias es un territorio fragmentado para lo bueno y para lo malo", resumió el jefe de la Unidad de Emergencias de Canarias, el comandante Sergio Álvarez, tras narrar cómo y por qué se duplicó la UME, con base en Gando y Los Rodeos.

Islas sin agua potable

Para poner a prueba la superación de una situación de emergencias en estas condiciones, el simulacro anual de la UME tendrá lugar el próximo año precisamente en las Islas. Será en marzo y el ejercicio consistirá en reaccionar ante la emergencia nacional provocada por una erupción volcánica. Esta tendrá lugar en Tenerife, pero provocará un seísmo en las restantes islas y todas tendrán que afrontar las consecuencias de contaminación que acarreará el fenómeno volcánico, que además dejará sin agua potable al 80% de la población.

En la página de la izquierda, la Base de La Isleta, con la ciudad al fondo; sobre estas líneas, el cayuco que se encuentra en las instalaciones del Centro de Coordinación Regional de Canarias (CCRC), donde se ubica el mando que coordina a todas las fuerzas militares y civiles contra las redes de inmigración ilegal, y el grupo de alumnos de la UNED en la Base Naval. Todos las fotografías corresponden a las visitas realizadas a cada instalación durante el curso de verano La geopolítica atlántica, para promover la cultura defensiva./ el día

La UNED y el Instituto Gutiérrez Mellado promueven la cultura defensiva