Su mirada destila un cansancio que es más físico que biológico, un desgaste fruto de semanas de negociaciones que desembocaron en el Pacto de las flores. Casimiro Curbelo (1955) es una de las piezas del póker de progreso que lidera el socialista Ángel Víctor Torres. "La Agrupación Socialista Gomera es un partido con vocación de participar en el Gobierno de Canarias", remarca un líder político que está convencido de que "esta alianza no solo está pensada para los próximos cuatro años; es una unión con mucho futuro... Si lo hacemos bien, este pacto volverá a fluir de forma natural por el bien del Archipiélago", subraya el filólogo gomero.

¿Siempre tuvo claro que ASG tenía la llave del nuevo Gobierno?

Antes de las elecciones, yo tenía algunas dudas con respecto a Ciudadanos, pero también sabía que, si los gomeros respondían como era previsible que lo hicieran, íbamos a estar en el lugar adecuado para ser necesarios en un pacto de mayorías por la izquierda o la derecha.

¿Ha usado bien sus cartas?

Yo impuse dos cuestiones que no eran negociables. La primera, contar con una mayoría parlamentaria que diera estabilidad al presidente elegido; es decir, no quería experimentos, como el que se dio durante la anterior legislatura, en la que hubo un presidente con 18 diputados y tres apoyos externos sobre un arco de 60 parlamentarios. La segunda tenía que ver con la idea de que ASG es un partido con vocación de participar en el Gobierno de Canarias.

¿Tiene todo lo que pidió?

ASG ha pedido muchas más cosas de las que nos han dado... Nosotros somos un partido que tiene su radio de acción en la isla de La Gomera, pero que cuenta con una visión periférica que abarca toda Canarias... ASG fue la que propuso la renta de ciudadanía canaria, se partió el pecho para que los sobrecostes de la doble insularidad fuera un hecho real y peleó por cosas que eran beneficiosas para todos los canarios... Muchos dicen que soy un pedigüeño, pero le aseguro que yo no he pedido jamas nada que no considerara justo para los gomeros y, por extensión, para el resto de los canarios.

A veces, el término pedigüeño se confunde con pedir lo que es justo para los canarios, ¿estará vigilante con Pedro Sánchez, si finalmente es investido presidente, a pesar de ser socio del PSOE en Canarias?

No me va a temblar el pulso ni un segundo... Tengo la completa seguridad de que el gobierno que gestionará Sánchez será sensible con el fuero canario, con todo lo que está recogido en el Estatuto de Autonomía y en el REF. Si no lo hace por sus obligaciones como presidente, lo tendrá que hacer por la complicidad con los compañeros que están gobernando Canarias, por sus compañeros socialistas.

Insisto, ¿está satisfecho con lo conseguido en esta negociación?

En estos momentos, tenemos la Consejería de Turismo, Industria y Comercio al completo, que además cuenta con tres viceconsejerías. También existen otros organismos adscritos de gran valor estratégico, como Hecansa, el Instituto Tecnológico de Canarias (ITC) o Promotur. Asimismo, por una cuestión de operatividad se decidió pasar Energía a la Consejería de Transición Ecológica y Lucha contra el Cambio Climático. Hace unos días le pedí al partido que iba a gestionar esa área, que es del PSOE de Ángel Víctor Torres, que la viceconsejería y la Dirección General de Energía quedaran bajo la gestión de la Agrupación Socialista Gomera. Además de eso, tenemos el control de Puertos Canarios, el Instituto Canario de Vivienda (Visocan) y el área de Salud de La Gomera...

La Ley de los Servicios Sociales debe ser una prioridad, ¿no?

Su aplicación es muy necesaria y, para ello, hay que firmar los convenios con los ayuntamientos. A mí me parece que, en lugar del sesenta cuarenta que pide la Fecam para la hoja de servicios que hay que prestar en cada municipio, se debería llevar a una modificación del setenta y cinco al veinticinco por ciento. Sacar adelante esta ley sería importante porque posibilita justificar el hecho de que atendemos las necesidades sociales más perentorias y, además, disponemos de otros recursos para conseguir una diversificación económica. El turismo es un sector estratégico para esta comunidad, pero no podemos hacer pivotar nuestra salud financiera alrededor de él.

¿Cuál es su valoración sobre el reparto de las áreas de gestión del nuevo ejecutivo?

A mí y al resto de los miembros del pacto de progreso nos parece una propuesta equilibrada. Cada cual se ha quedado con la parte por la que más afinidad mostró. ASG tiene algunas áreas intermedias compartidas con personas de distintas formaciones políticas que estarán al frente de otras consejerías.

¿Cómo explica la presencia de una tasa turística en una de las acciones del próximo ejecutivo?

Esa fue una de las grandes contradicciones de la pasada legislatura, entre otras cosas porque Nueva Canarias (NC) y Sí Podemos Canarias hablaron en varias ocasiones de su posible aplicación y nosotros dijimos que no era el momento. Más que decir sí o no a su puesta en marcha, de lo que se trata es de buscar nuevos recursos económicos. ASG no creía que la tasa turística fuera una prioridad; ahora vamos a reflexionar sobre este asunto con el resto de los integrantes del pacto. Lo que no queremos es que repercuta de forma negativa en el empleo asociado al sector turístico ni que sea un lastre para la competitividad con otros destinos.

¿Tendrá algún tipo de rol en la gestión de la Televisión Canaria?

Esta es una pregunta interesante que en las últimas horas me han realizado muchos periodistas. El ente autónomo de RadioTelevisión Canaria está adscrito a la Consejería de Hacienda, pero eso no significa que el consejero de Hacienda vaya a hacer y deshacer en base a su voluntad. Román Rodríguez será quien haga público los acuerdos que se cierren de forma consensuada por todos los miembros del pacto. ¡Claro que vamos a estar en la gestión de la Televisión Canaria! Además, ASG tiene un gran interés para que este servicio pública sea equilibrado o más equitativo...

¿Qué puede esperar la ciudadanía de esta alianza a cuatro esquinas?

Una legislatura de mucho trabajo y de mucha responsabilidad. Sobre todo, responsabilidad por un hecho histórico que supo definir perfectamente Paulino Rivero (Coalición Canaria) cuando hablaba de que CC había tomado la centralidad política en el Archipiélago para elegir quién era su socio de gobierno: unas veces lo fue el PSOE y otras el PP. Este pacto de progreso se quitó del medio a Coalición Canaria y al Partido Popular. Los ciudadanos esperan que nosotros les demos una respuesta política más potente a la hora de atender a todas las personas que hoy tienen dificultades para vivir el día a día, que ya le avanzo que no son pocas.

¿Confía en que lleguen esas respuestas?

La tasa de pobreza es elevada y la exclusión social también. Para hacer frente a esas carencias ASG ha propuesto la renta de ciudadanía canaria. Es verdad que ese cometido va a recaer en la consejería que dirigirá Noemí Santana (Sí Podemos Canarias), pero todos los miembros de esta alianza somos conscientes de que debemos realizar unas políticas económicas y fiscales adecuadas para saber priorizar los recursos. Además de esa eficacia, hay que tener algo de suerte a corto plazo porque el Gobierno de España está en funciones y ahora mismo es difícil saber lo que va a suceder la próxima semana... Ante este panorama tan incierto puede que haya otras elecciones.

¿Cree que habrá otras elecciones antes de que acabe el año?

Eso no es lo más deseable, pero puede ocurrir. Las claves para tener más recursos y una disponibilidad económica mayor son salir bien parados en los Presupuestos Generales del Estado (PGO), el respeto al fuero canario del REF y el Estatuto de Autonomía con la incorporación de los derechos que le corresponden a Canarias, la negociación adecuada de los convenios, carreteras y otros... Hay que tener en cuenta que las áreas que se queda el PSOE, es decir, Educación y Sanidad, consumen tres mil y pico millones de euros de los 8.320 disponibles. Si lo que queremos es hacer algo nuevo, por lo tanto, estamos obligados a incorporar nuevos recursos y estos deben llegar de algún lado.

Lo que nadie puede decir es que no hubo emoción e incertidumbre hasta el último minuto. ¿Ha sido la negociación más dura de todas las que usted ha participado?

Hubo momentos complicados... Lo que ocurrió del jueves (20 de junio) al viernes (21 de junio) fue casi de infarto. A las doce la mañana del viernes estábamos reunidos los cuatro líderes que firmamos el pacto y las dudas aún eran bastante profundas. Villegas y Espejo, por ejemplo, le dieron a Ciudadanos el apoyo para conformar una mayoría de centroderecha pero la bendición final la tenía que dar Albert Rivera, que estaba asistiendo al Consejo de Europa, desapareció durante unas y no daban con él... Las garantías de estabilidad que ofrecía el PP tampoco eran seguras. Entre una cosa y la otra se tomó la decisión más adecuada. Alguien ha dicho, y no es verdad, que la firma del pacto de centroderecha estaba prevista para las cuatro de la tarde... Eso lo habrá dicho alguien, pero estaba en la memoria de otros. Ni siquiera en la mía porque entre las once y las doce de la mañana ya teníamos conocimiento de que una de las dos premisas que antes comenté no se podía cumplir: tener una mayoría parlamentaria que diera estabilidad al gobierno ya no era posible.

¿Ahí fue cuando tomó la decisión final?

Un poco antes... En este camino siempre encontré la respuesta leal, responsable y coherente del presidente Fernando Clavijo.

¿Esperó al amigo o a Coalición Canaria?

Esperé por el amigo y por CC, pero ellos se dieron cuenta de que el pacto no era posible... Entendieron que el acuerdo se alejó definitivamente por una serie de aciertos, desaciertos, atinos y desatinos internos. Quien tiene que explicar esas cuestiones es Coalición Canaria.

¿Cómo valora el paso al costado que decidió dar Fernando Clavijo en la segunda fase de la negociación?

Un partido que presume de unos estatutos internos que exaltan que no apoyarán nunca a nadie que esté investigado está en una posición compleja cuando hoy el término imputado ha sido sustituido por investigado. Eso quiere decir que cualquier cargo público puede caer en esa consideración ante la denuncia de un ciudadano. Ante esa desproporción, Fernando Clavijo reaccionó con un plus que demuestra su valía personal y política. Él no tuvo inconveniente en aceptar que, si el problema para que CC estuviera en el Gobierno lo ocasionaba su presencia en primera línea, lo sensato era alejarse de esa realidad. Su gesto demuestra que es un hombre con moral...

¿Le han sorprendido los cambios de criterios que está poniendo en evidencia Ciudadanos en su corta experiencia en algunas instituciones de las Islas?

Su entrada era previsible e incluso debo reconocer que inicialmente yo esperaba que su entrada en el Parlamento fuera con un mayor número de diputados. No obstante, hay que tener en cuenta algo decir que me parece importante. Todos los partidos políticos tienen sus órganos de dirección, pero no resulta demasiado lógico que la toma de una decisión no trascendental en la organización de una formación política canaria dependa en exceso de no se sabe qué ni de quién, si es que se sabe... Quizás por esa razón Ciudadanos se ha convertido en un partido tan inestable y algo de eso también pasó en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, aunque mi percepción es que eso fue una realidad premeditada y acordada por los actores. Otra cosa bien distinta es que se compartiera por los responsables orgánicos de Madrid. La toma de decisiones en el seno de los partidos debe ser más ágil para evitar empantanamientos y situaciones que a veces no son deseables.

¿Fue testigo de muchas traiciones o deslealtades?

Sí... Lo que ocurre es que antes de hablar de un asunto hay que entender la secuencia que nos llevó a él. Sin esos pasos intermedios es difícil comprender cómo se pasó de barajar la presidencia de Fernando Clavijo a ofrecérsela a Asier Antona y, finalmente, manejar la opción de María Australia Navarro. Esas cuestiones hay que analizarlas y entenderlas a partir de los movimientos que se generan en el seno de cada una de las organizaciones políticas. Lo que yo tenía que saber lo supe sin interferencias y lo que conocí a través de terceros fue consecuencia de las decisiones que tomaron otros, en el caso del Partido Popular y Ciudadanos. Más allá de los giros que se han dado durante todo este proceso, una de mis prioridades fue que el presidente Clavijo entendiera que yo debía maniobrar en la dirección contraria... La política funciona así y a veces hay que seguir el camino que te indican otros. En ese sentido, estoy satisfecho de la decisión que tomé en el momento de buscar este pacto de progreso.

¿Ha pensado dejar la presidencia del Cabildo de La Gomera?

Sí que ya me lo han planteado en varias ocasiones... Entiendo que, en un pacto de gobernabilidad en el que hay cuatro fuerzas políticas, los que asumen la responsabilidad de estar en la primera línea de negociación deben formar parte del gobierno. El presidente Ángel Víctor Pérez va a estar, Román Rodríguez, que se convertirá en el consejero de Hacienda y Planificación y vicepresidente, estará en el Gobierno y Noemí Santana, que se hará cargo de Derechos Sociales, también tendrá ese rol... Yo sería el único socio principal que no estará en él. En cualquier caso, eso no será un obstáculo porque, aunque no esté, sí estaré. Sí. Me han pedido que deje el Cabildo, pero de momento voy a continuar... ¡Más adelante, Dios dirá! Mi primer compromiso con los ciudadanos de La Gomera es ser presidente del Cabildo, el segundo es articular los medios más adecuados desde el Gobierno de Canarias para que la Isla avance en lo económico, en lo social y en materia de infraestructuras... Se me ha pedido que deje el Cabildo, sí; ¿voy a tomar esa decisión ahora?, no. Para mí sería muy duro tener que decidir, pero uno nunca puede decir de esta agua no beberé.

Si tiramos de hemeroteca, usted, precisamente, no tuvo una relación muy amistosa con Noemí Santana en la anterior legislatura. ¿Eso está olvidado?

En la IX Legislatura yo estaba en la posición política y parlamentaria en la que estaba, es decir, en bando contrario... Cuando uno tiene la oportunidad de conocer a las personas más de cerca algunas percepciones cambian. Esos desencuentros son ciertos, pero en un pacto de cuatro todos tenemos que aproximarnos cediendo algo porque, si no, es imposible llegar a un punto de encuentro. No voy a ocultar ahora las disputas pasadas en torno a la tasa turística, el grupo parlamentario de tres, las diferencias que existieron en torno a las políticas sociales... Todo eso existió, no fue un invento de la prensa, pero también le digo que todo aquello no va a condicionar lo que vayamos a hacer a partir de ahora. Lo importante no es el documento que se firmó en el García Sanabria, lo decisivo es que se cumpla.

¿Los cantos de sirena que escuchó Ulises en sus travesías son comparables con los que usted oye en estos momentos procedentes del PSOE?

(Silencio)... Yo lo que creo que hay es un acercamiento del PSOE a la ASG. Para no ser injusto, le voy a decir que como consecuencia de la negociación de este pacto nos hemos acercado unos y otros. La Agrupación Socialista Gomera tiene una estructura orgánica que es muy potente en La Gomera y nuestro único pensamiento es seguir fortaleciendo los cimientos del partido y favorecer la acción del Ejecutivo insular. Eso no quiere decir de modo alguno que las cosas vayan a cambiar en el futuro. Eso lo van a tener que decidir los órganos de gobierno de los dos partidos. Si en La Gomera el PSOE crea una gestora, no volveré con ellos, pero nos vamos a entender... La reunificación es un camino complejo.

¿Entre sus planes está consolidar el partido que preside a modo de franquicia con otras ramificaciones en el Archipiélago?

Ya lo están pidiendo los herreños...

¿Gente de AHI se ha puesto en contacto con usted para que les explique las claves de su éxito?

Creo que no supieron tomar la mejor decisión en el momento oportuno. No obstante, la van a tomar ahora... Los herreños me han llamado para pedirme consejo. En las últimas fechas he hablado mucho con David, con Narvay, con Tomás Padrón... Sus problemas los van a arreglar pronto.