El que será nuevo jefe del Ejecutivo de Canarias, Ángel Víctor Torres (PSOE), tendrá que lidiar con la presencia de un vicepresidente, Román Rodríguez (Nueva Canarias, NC), que conoce a la perfección los resortes de la política autonómica y al que, en la negociación para conseguir un acuerdo de gobierno, ha entregado competencias de gran calado que le abren la puerta a convertirse en un presidente bis.

Rodríguez fue presidente de las Islas entre 1999 y 2003. El último otoño vaticinó un gobierno de izquierdas para el Archipiélago y las cuentas que apuntaba en un papel, diputado arriba o abajo, le han dado la razón. Será el hombre al que mire el resto de consejeros cuando intenten conseguir el mayor volumen de fondos para las respectivas áreas que gestionarán, los presupuestos están bajo su órbita.

Además, será el encargado de "planificar y buscar los recursos" necesarios, apuntó él ayer en el Parlamento de Canarias. "No podemos permitirnos la pobreza y la exclusión que hay en esta tierra, que es el problema más serio". Habrá de habilitar los fondos precisos para poner en marcha una renta básica que garantice la vida digna de quienes menos tienen, tal y como exige el Estatuto de Autonomía en vigor.

Una vía para conseguirlo es reformar la ley de estabilidad presupuestaria y lograr que permita que las corporaciones locales y las comunidades autónomas que registren un superávit en sus cuentas puedan utilizarlo "para satisfacer necesidades que no están cubiertas". Es solo un ejemplo para mostrar que Torres ha enviado a su socio a negociar con el Estado cuestiones gruesas.

Del mismo modo, el vicepresidente será también encargado de llamar la atención a Madrid cada vez que se soslayen los intereses del Archipiélago en tantas cuestiones como se hayan acordado con anterioridad. Si la anterior consejera de Hacienda, Rosa Dávila (CC), era quien se quejaba de que el presupuesto estatal laminara el REF canario, esa labor le toca ahora a Rodríguez.

¿Es demasiado el poder otorgado? En las propias filas socialistas hay quienes entienden que supone un exceso. No se cuenta entre ellos el expresidente Jerónimo Saavedra, que considera que el reparto de áreas entre los socios se ajusta a su representación parlamentaria y no estima como un problema que Hacienda la gestione el líder de NC.

"Yo fui presidente y el consejero de Hacienda era José Miguel González", que integró la candidatura de las Agrupaciones Independientes de Canarias (AIC). A ello, Saavedra añadió que la labor desempeñada por quien estaba al cargo de las arcas regionales en el inicio de los años noventa, estuvo revestida de la "máxima lealtad". Por ahí pasa, a juicio del histórico socialista, el éxito o fracaso del Ejecutivo que se formará en breve.

Ángel Víctor Torres ya conoce de primera mano la capacidad de negociación de Rodríguez. De hecho la ha sufrido en las últimas semanas en una batalla que ha tenido por vencedor al segundo. El socialista llega a la Presidencia sin ninguna experiencia en la política de ámbito autonómico, por lo que de nuevo la lealtad se revela como factor fundamental.

Román Rodríguez puede ser quien palíe esa bisoñez desde la segunda línea y en la medida en que así sea, la salud del pacto se mantendrá intacta. Las amplias competencias que manejará el líder de NC lo colocan, sin embargo, ante la posibilidad de convertirse en un presidente en la sombra, lo que erosionaría las relaciones entre los socios.

Otro ejemplo más. El ente público Radiotelevisión Canaria está adscrito a la Consejería de Hacienda. Rodríguez tendrá por tanto el control de los medios de comunicación públicos del Archipiélago y en un momento en el que debe decidirse el modelo a futuro, bien mantener el actual mixto que rige en la televisión, o bien convertirla en totalmente pública.

Noemí Santana quiere ser consejera

La secretaria general de Podemos Canarias, Noemí Santana, no ocultó ayer su deseo de formar parte del futuro Gobierno canario, pero ha dejado esta decisión en manos de su partido, que dirigirá la Consejería de Derechos Sociales, Igualdad, Juventud y Diversidad. Tras el acto de apertura de la X Legislatura, Santana admitió que tiene "muchas ganas" de trabajar desde el Gobierno, después de cuatro años en la oposición, y poner en práctica todas las iniciativas en las que la formación morada trabajó la pasada legislatura, como la renta ciudadana. "Cuando una da el paso y se presenta a la Presidencia, está claro que quiere hacer cosas desde el Gobierno, que es donde se pueden tomar decisiones que repercutan en la vida de la gente. Sería un honor", señaló sobre la posibilidad de ser consejera.