El secretario regional del PSOE y llamado a ser presidente de la Comunidad Autónoma de Canarias, Ángel Víctor Torres, acelera para presentar el programa de gobierno y el reparto de áreas hoy mismo tras la celebración de una reunión en Santa Cruz de Tenerife a la que ha llamado a los dirigentes de los tres partidos que sostendrán al Ejecutivo regional: Román Rodríguez, por Nueva Canarias (NC); Noemí Santana, de Podemos, y Casimiro Curbelo, por la Agrupación Socialista Gomera (ASG).

Los contactos discretos se multiplicaron durante la jornada de ayer para terminar de esbozar el organigrama. Las principales dificultades continúan enquistadas en las aspiraciones de NC. Dentro del propio PSOE se estiman excesivas. Molesta sobre todo la manera con la que los de Román Rodríguez conjugan su rigidez a la hora de negociar el reparto de áreas en una institución como el Cabildo de Gran Canaria, en el que repite Antonio Morales como presidente, y sus aspiraciones para el Ejecutivo regional.

NC exige la vicepresidencia y colocarse al frente de las áreas de Economía y Hacienda, además de llevar el timón en las relaciones con el Estado y con la Unión Europea (UE). Podemos comandará las Políticas Sociales y colocará a uno de los suyos como Comisionado contra la Pobreza. Por último, Casimiro Curbelo mantiene intactas sus aspiraciones de dirigir una consejería que englobe turismo, industria -energía incluida- y comercio.

¿Qué nos queda? Es la pregunta que se repite en los foros de reflexión socialistas. Atender de manera íntegra las demandas de los otros tres partidos deja en manos del PSOE, básicamente, sanidad, educación, presidencia -justicia incluida-, obras públicas, política territorial, transportes y el sector primario; amén, evidentemente, de situar a su secretario regional, Ángel Víctor Torres, como jefe del Ejecutivo.

El bagaje se entiende escaso puesto al lado del peso que unos y otros tienen en la Cámara regional: 25 diputados los socialistas, cinco NC, cuatro Podemos y tres ASG. Y, aritmética aparte, lo que más molesta en las filas socialistas es que el presidente de NC, Román Rodríguez, se enroque en su intención de gestionar Economía y Hacienda. El PSOE desea limar esa petición y guardarse para sí la gestión de las arcas regionales. La partida se reduce entonces a saber hasta dónde están dispuestos a ceder en NC o hasta qué punto van a transigir los socialistas.

Todo desde el punto de partida de que ambas partes son imprescindibles para conseguir que el acuerdo fragüe. El escenario que nadie se plantea es el de convertir en papel mojado el acuerdo rubricado por los cuatro partidos el 22 de junio en Santa Cruz de Tenerife. Con una deriva más, como es conseguir que el acuerdo no nazca entre recelos que minen su discurrir desde el primer minuto.

De manera recurrente surge la comparación con lo que está ocurriendo en el Cabildo de Gran Canaria. Morales, como candidato más votado, es el presidente, pero no existe diferencia en el número de asientos que ocupan sus correligionarios y los socialistas; ocho en ambos casos. Sin embargo, en la institución insular los nacionalistas no han querido ni oír hablar de que el jefe de filas socialista, Luis Ibarra, se haga cargo de las cuentas.

Estas tensiones lastran la intención de Ángel Víctor Torres de dar por cerradas las negociaciones antes de la solemne apertura de la X Legislatura que tendrá lugar mañana en el Parlamento de Canarias. Para entonces, el secretario regional del PSOE quiere presentarse ante el presidente de la Cámara, el también socialista Gustavo Matos, como candidato a ocupar el cargo de jefe del Ejecutivo autonómico. De cumplirse sus aspiraciones, la sesión para su investidura podría fijarse para los últimos días laborables de la próxima semana.

Según diversas fuentes consultadas, el programa está encontrando muy escasos puntos de fricción. La base está construida y fue ese pacto de las Flores firmado hace poco más de una semana. No obstante, aparte de los contactos de primera línea mantenidos por Ángel Víctor Torres y Román Rodríguez para intentar cerrar un organigrama aceptable para ambas partes, se produjeron diversas comunicaciones con el resto de integrantes del pacto. Se trata de que todos ellos coloquen su sello propio en el programa de gobierno.