La fiscal decana de Delitos Económicos de la Fiscalía de Las Palmas, Evangelina Ríos, contradijo ayer al magistrado suspendido de sus funciones, Salvador Alba, al asegurar que nunca tuvo conocimiento de la reunión extraoficial que el juez encausado mantuvo en su despacho de la Sección?Sexta de la Audiencia Provincial con el empresario?Miguel Ángel Ramírez, investigado por un posible delito fiscal a la Hacienda Pública y a la Seguridad Social en el Juzgado de Instrucción número 8 de Las Palmas de Gran Canaria. "Alba falta a la verdad.?Es absolutamente falso que él me dijera nada de ese encuentro del 16 de marzo de 2016", afirmó.

Ríos expuso en la Sala de lo Civil y lo Penal del?Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) que siempre mantuvo un contacto "fluido, frecuente, constante, de entendimiento y de colaboración en todo momento" con?Alba desde que sustituyó a Rosell, pero que éste no le contó nada acerca de su encuentro con?Ramírez, sino que se enteró del mismo a través de lo publicado por los medios de comunicación. La fiscal aseguró que mantuvo una conversación "acalorada" con Alba por sostener que tanto ella como Antonio Doreste, presidente del TSJC, estaban al corriente de esa cita.?La respuesta del magistrado suspendido fue, según indicó, la siguiente: "Ah, no te lo dije. Pues se me olvidaría".

Ante el tribunal presidido por José Félix Mota, Ríos señaló que tras la declaración de Ramírez el 23 de marzo -la que el fiscal sostiene que se produjo bajo los términos pactados por Alba y Ramírez para perjudicar a Rosell- le quedó claro que los vínculos comerciales entre Carlos Sosa y el empresario finalizaron el 2009. "Entendí que no tenían relevancia para la causa", esgrimió. La fiscal, no obstante, reconoció que hizo numerosas preguntas al respecto para entender la situación.

Respecto a si Alba le comunicó que tenía intención de archivar la causa contra Ramírez, Ríos aseguró que no.?"Desde el primer momento me dio muestras de impulsar al procedimiento y me encantó", sostuvo. En cambio, sí llegó a pensar que Rosell podría sobreseer el caso tras pedir varias veces la declaración del empresario sin éxito.

La fiscal también apuntó a que en su despacho acordó con el juez llamar a declarar al propietario del Grupo Ralons el 23 de marzo para subsanar la genérica imputación de los delitos que se le atribuyeron en una comparecencia previa. En ese encuentro, relató, Alba le indicó que le preguntaría por otras cuestiones porque había detectado algo en la contabilidad de Seguridad Integral Canaria que aportó Héctor de Armas, quien durante más de doce años fue mano derecha de Ramírez.

La representante del Ministerio Público que presentó la querella que impulsó la causa del Juzgado número 8 contra SIC reconoció, a su vez, que el 19 de abril de 2016 envió un correo a Alba con una "guía" que podría servir de base al magistrado para responder al "aluvión" de peticiones de archivo de las defensas tras la declaración de Ramírez el 23 de marzo que estaban "muy fundamentadas".?Lo hizo, indicó, porque podría servir a Alba de "orientación para ir a tiro hecho y se lo ponía a su disposición".

Desfile de testigos

La segunda jornada del juicio contra Salvador Alba fue intensa.?Por la Sala del TSJC desfilaron más de una decena de testigos, entre los que además de Victoria Rosell y Evangelina Ríos se encontraban técnicos, funcionarios del Juzgado número 8, un vigilante de seguridad de la Ciudad de la Justicia, un agente de la Guardia Civil y varios abogados.

El letrado de la Administración de Justicia del Juzgado número 8 jubilado, Miguel Luis Juanes, no estuvo presente el día de la declaración de Ramírez el 23 de marzo de 2016 porque había pedido unos días libres. Cuando se incorporó, apuntó, Alba le contó que el investigado había "cantado" un contrato que lo vinculaba con Sosa. Orlando Esteban Ramírez, primo del empresario y quien fuera en su momento jefe de Sistemas de SIC, señaló, por su parte, que nunca manipuló la grabación que el presidente de la UD Las Palmas realizó de su encuentro con Alba. El testigo fue el encargado de pasar los audios a un pendrive y formatear el dispositivo con forma de llave de coche que le había pedido Ramírez.