Fernando Clavijo (La Laguna, 1971) deja el Gobierno de Canarias tras no haber logrado llegar a un acuerdo con el resto de las fuerzas de centro derecha de Parlamento. No ha sido posible, sostiene, porque al menos en Canarias no había voluntad ni por parte del Partido Popular ni de Ciudadanos. Asegura que más allá las diferencias ideológicas, al resto de partidos del espectro regional, les ha unido sus esfuerzos por sacar a Coalición Canaria de todo gobierno posible, desde el regional a ayuntamientos y cabildos. " Es el juego democrático", admite. Los próximos cuatro años hará política desde la bancada de la oposición.

Parece que ni inmolándose le quieren.

No, no me quieren. Mi intención con ello era que si iba a ser un obstáculo para alcanzar un acuerdo o una excusa para ser un obstáculo, yo me quitaba de en medio. Pero creo que tenían decidido de antemano que no se diera esa oportunidad para evitar, entre otras cosas, que llegáramos al gobierno de nuevo. Yo sí quería tener la conciencia tranquila. Pedimos el voto para continuar con el trabajo realizado y lo importante era el trabajo y los canarios. Desde luego los personalismos estaban fuera de lugar. Pero no, ni de una manera ni de otra.

¿Llegó tarde?

No. Llevábamos casi un mes después de las elecciones hablando, pero ni Ciudadanos se decidía ni el propio PP se decidía. Y claro, cuando mantienes un doble juego de manera continua generas desconfianza. Y Curbelo, que era la clave, esperó y esperó, pero el día que hipotéticamente podíamos llegar al acuerdo ni tenía una respuesta clara del PP ni de Ciudadanos. Comprendo que Curbelo entendiera que la propuesta más estable iba a ser la otra. Nosotros desde el minuto cero pusimos nuestros 20 diputados a disposición de un acuerdo que permitiese una continuidad de políticas y, sobre todo, que fuese fiel a lo que nos comprometimos en campaña electoral. Si nosotros, como segunda fuerza política en votos y en diputados, ponemos sobre la mesa esa posibilidad pero los otros no se deciden, incluso sacrificándome yo...

¿Realmente fue un decisión personal? Hubo declaraciones de su secretario general que daban a entender que CC estaba dispuesto a dejar que cayese si así se mantenían en el poder.

Absolutamente personal. Creo que cuando a uno le toca liderar un proyecto lo tiene que hacer con todas las consecuencias. Y no iba a someter a la organización a ningún tipo de presión ni a delegar una decisión de esa importancia en unos órganos del partido que lo que nos hubiese hecho es daño.

¿Ha sido está una operación de derribo?

Sí, claro. Hay un intento de quitar de en medio un nacionalismo incómodo, de Pepito Grillo, que obviamente no se calla ante las injusticias de Madrid.

Si eso es así, ¿qué sentido tiene que NC forme parte de esa operación?

NC hace mucho tiempo que dejó de ser nacionalista. Recuerde que fue en las listas al Congreso con PSOE y ya dijeron de antemano, y lo dijeron en campaña, que su única opción de gobierno era quitarnos a nosotros como fuese. En eso sí están siendo coherentes. Nos están quitando a pesar de que, por ejemplo, se habían comprometido a apoyarnos en el Cabildo de Fuerteventura a cambio de mantenerlos en Telde. Han tenido una máxima: como fuese y a costa de lo que fuese, quitarmos a nosotros de donde estuviésemos. Pero esa es la democracia y ese es el juego. Si han podido y los números le daban, lo han hecho.

¿Qué ha hecho mal en este tiempo para se ponga en marcha esa maquinaria?

Bueno, creo que estaba puesta en marcha con anterioridad ¿no? Pero quizá, después de 16 años de bajada en votos y en diputados, haber subido más de 40.000 votos y en diputados y haber sido claramente la opción ganadora en el espacio de centro derecha, ese cambio de tendencia de CC fue lo concitó la unión de todos contra nosotros. En lo referente a mí, siempre he tratado ser cordial con las relaciones. Llevamos dos años y medio gobernando con 18 diputados y dialogando, hemos aprobado presupuestos de la Comunidad Autónoma o proyectos legislativos buscando el máximo consenso y lo hemos conseguido. O sea, que no creo que sea ni por las relaciones personales ni por ninguna afrenta personal a nadie.

¿No considera que se hiciera nada mal en estos cuatro años?

Se han hecho muchas cosas mal, pero mal en la gestión. Claro que nos hubiese gustado hacer las cosas de forma más eficaz... pero en cuanto a las relaciones con las organizaciones políticas yo creo que han sido cordiales.

¿En lo personal se reprocha algo?

¿En lo personal? Claro que estoy todo el día dándole vueltas en la cabeza a si la decisión de irme tenía que haber sido antes o no, si tenía que haber hecho otra campaña, si hubiese tenido que estar más en una isla que en otra, si tenía que haber estado más atento a determinadas cuestiones... Hago autocrítica, pero no son reproches. Me queda pena de esos poquitos votos que faltaron en Lanzarote, de no haberlo hecho mejor en Tenerife porque el resultado de la lista regional nos hubiese dado los seis diputados... Todo eso lo reviso en mi cabeza. Sí es cierto que a lo mejor lo que pudo generar más incomodidad fue la situación de reivindicación frente al Estado, pero lo volvería a hacer. No podía, por interés electoral o partidista, dejar de reclamar lo que en justicia le corresponde a los canarios. Es lo que me tocaba, y espero que quien me sustituya sea igual de firme esa reivindicación.

¿Cree usted que reclamará Torres con igual firmeza que usted los 900 millones de la deuda de carreteras?

Ahora ya son 1.000 con los intereses, y si no lo hace nos tendrá enfrente. Es un dinero de todos los canarios que se nos quitó en lo más duro de la crisis y que motivó recortes y sufrimiento a la ciudadanía canaria para poder mantener obras abiertas y no pagar indemnizaciones. Si lo hace nos tendrá a su lado, si no lo hace nos tendrá enfrente.

Antes decía que piensa mucho si no podía hacer hecho más en campaña, pero el partido no es usted solo. ¿El partido desapareció detrás de la figura del presidente?

No, yo creo que no... Hemos ganado las elecciones al Parlamento en La Palma, El Hierro, en Tenerife, en Lanzarote, en La Gomera en la lista regional..., pero es que en los cabildos hemos ganado en El Hierro a pesar de la división porque cuatro y tres son siete... [suma de AHI- CC y la escisión Agrupación de Electores por El Hierro]

...Bueno, eso es mucho decir.

(Risas) Vale, la opción nacionalista... Pero bueno, solo perdimos en Gran Canaria, obviamente por una cantidad importante, y en Fuerteventura por 200 y pico votos. Después de 16 años cayendo, desde luego que los líderes insulares empujaron. Lo hicieron.

¿También hubo apoyo durante a negociación?

Pero es que realmente no nos sentamos a negociar nada. Las reuniones que hubo fue una el viernes aquel de autos en una comida [día 14] y la otra, ya a toro pasado, después de anunciado el preacuerdo con Curbelo. Pero no hubo negociación. Es decir, no hubo voluntad ninguna ni de Ciudadanos ni del PP de sentarmos para conformar gobierno.

Pero hubo reuniones en Madrid...

Las que hubo fueron básicamente un contacto con Cs que nunca nos contestó y otro con el PP, con la dirección nacional, que fueron casi los que más se empeñaron en posibilitar un acuerdo. De resto no hubo nada más. Y cuando tuvimos la reunión el viernes aquel en el que yo era el principal problema nos encontramos con que también, a pesar de que era la segunda opción, se negaban a votar a un candidato que fuera de CC. Con esas condiciones obviamente Curbelo dijo: "¿a dónde vamos con ese barco?"

Es decir, Génova vio bien ese pacto pero aquí se cortocircuitó.

Yo creo que con Génova hubiésemos podido llegar a un acuerdo pero Cs, que era imprescindible, ponía condiciones. Yo podía aceptar la condición que a mí me tocaba a título personal, pero el resto requería de una negociación, estructura de gobierno, programa de gobierno... Esto no es una cuestión de estar por estar. Si se está es para hacer algo. Eso de, cuando ya hemos movido las fichas y los sillones ahora vamos a ver qué hacemos con Canarias, no. Nosotros no funcionamos así. Primero es qué vamos a hacer y si estamos de acuerdo en eso nos sentamos a hablar de quién ocupa cada tarea, pero con una hoja de ruta común. Eso, por ejemplo, motivó la ruptura del pacto del PSOE en la legislatura pasada. Ahora, estar y aguantar y ser incoherentes por aguantar en un pacto, no. Pero ni con el PP ni con Cs hubo esa negociación, ni siquiera un acuerdo, ni un cruce de papeles de lo que íbamos a hacer. Con eso era difícil.

¿Cuál ha sido el papel de Soria en todo este asunto?

No lo sé, lo desconozco.

Dentro del PP canario aseguran que se implicó mucho.

No lo sé. Nosotros hemos hablado con la dirección nacional y hemos hablado, yo personalmente, dos veces con el presidente regional.

¿Porqué no se exploró el pacto con el PSOE?

Ángel Víctor Torres le dejó claro a José Miguel Barragán que esa no era un opción para él en absoluto. Legítima, por otro lado.

Ahora sin CC en el Gobierno canario, que era la baza para influir en Madrid a izquierda o a derecha...

No, no es así.

¿No?

No lo creo. Tenemos dos diputadas que si hay gobierno y se configura van a ser imprescindible en la gobernabilidad del Estado. La baza del Gobierno canario nunca fue para influir en Madrid. La influencia en Madrid fue básicamente por la aritmética parlamentaria que hicieron que Oramas en el mandato pasado fuese imprescindible, y en esta legislatura si no es imprescindible va a ser bastante importante.

Y fuera del Gobierno, ¿CC ahora se va a radicalizar más?

¿Cuándo hemos sido radicales nosotros?

Hombre, ¡pregúntele al ministro Ábalos!

¿Por ser firmes? En nuestro ADN está la defensa de los intereses los canarios. No hemos sido radicales. Apoyamos el artículo 155 cuando tuvo que apoyarse, somos constitucionalistas, nos movemos dentro del Estado democrático y si bien nos gustaría cambiar cosas dentro de la Constitución aceptamos las reglas de juego. A partir de ahí la vehemencia y la defensa de los intereses de los canarios va a estar siempre. ¿Dónde hemos chocado con el Gobierno de España? Pues en la aplicación del 75%, cuando teniendo los informes de los servicios jurídicos pretendían dilatarlo en el tiempo porque era un coste económico; chocamos con la utilización del superávit porque nos parece injusto que ahora que lo canarios sí habíamos hecho la tarea tuviéramos que pagar la factura de otras comunidades autónomas gobernadas por los socialistas que no la habían hecho, o por las veleidades de Cataluña; en la ejecución de las sentencias de carreteras que el PSOE no ha querido asumir ni abonar y en dos ocasiones la Audiencia Nacional ya le ha dicho que se ejecuten; y en la aplicación del Estatuto y el REF cuando Pedro Sánchez presentó los presupuestos de 2019. En todas esas circunstancias se les generaba un quebranto a todos los canarios. Radical entiendo yo que es estar desde diciembre hasta finales de mayo sin devolverle una llamada a un presidente de una comunidad autónoma. Eso sí es sectarismo y radicalidad.

¿Por parte de quién?

De Pedro Sánchez. Desde el 20 de diciembre que hablamos porque se acababa el año y perdíamos 300 millones de 2018, hasta mayo.

Antes dijo que el acuerdo de centro derecha no salió porque se cortocircuitó desde Canarias.

El acuerdo no salió porque ni siquiera se le dio oportunidad. No había intención de que así fuera porque obviamente si hay algo que les une, al margen de las ideologías, es quitar de en medio a CC.

¿A Génova les faltó imponerse en las Islas?

Ya eso que el PP resuelva. Sí digo que el entendimiento con la dirección nacional es muy bueno.

¿Torres va a ser presidente entonces más por deméritos ajenos, por la fragmentación del centro derecha, que por méritos propios?

Ha ganado las elecciones y está más que legitimado para articular una mayoría. A partir de ahí tendrá que coger las riendas de la Comunidad Autónoma.

¿Le pesará la sombra de Román Rodríguez, con más experiencia y trayectoria?

Eso ya dependerá de él. De él y de su organización política.

¿Se suma al órdago de PP para una moción de censura en cuanto sea posible?

No hago política ficción.

De las propuestas incluidas en el acuerdo de gobernabilidad de las fuerzas de izquierda - renta básica, tasa turística, reforma de la ley del suelo- ¿con cuál se lleva las manos a la cabeza?

Bueno, son las propuestas que ya venían avanzando en la campaña. La renta básica es un incremento de 200 o 300 millones para dar 600 euros al mes. El primer escollo para eso es la regla de gasto, o bien quitan de otras áreas o se saltan ese límite, que es una de las discusiones que teníamos con el Ministerio de Hacienda y no va ser posible; y por otro lado, creo que en un momento donde se va a producir una desaceleración económica y donde los destinos emergentes ya nos están quitando turistas, una tasa es un disparate que va quitar competitividad al sector turístico. Un sector que además ya no está generando empleo, lo están haciendo la construcción, los servicios..., y todavía nos faltan al menos 100.000 puestos de trabajo para llegar a una tasa de paro cercana al 9%.

Con nuestro paro estructural eso parece una quimera.

No, ya lo hemos tenido [2001 con una tasa de paro del 9,8%]. Debemos llegar a los a 110.000 parados y tenemos 207.000. Faltan por generar todavía 100.000 empleos. Y le doy dos datos: el sector de la construcción en 2007 generaba 150.00 puestos, hoy son 48.000; y el sector industrial más el agrícola suman entorno a 18.000. En ambos se ha generado empleo en los últimos años. ¿Se puede hacer? Sí, pero hay que mantener las políticas que nos llevaban por ese camino.

Antes le pregunté que había hecho mal, ¿y qué ha hecho bien?

Yo creo que hemos generado entre todos una visión de Canarias y la ha compartido la práctica totalidad de los agentes económicos y sociales. Coger una comunidad prácticamente quebrada en 2015 y dejarla francamente mejor ha sido posible no solo porque el Gobierno lo hiciera bien -que lo pudo hacer bien o de pena-. No hubiera sido posible sin tener de nuestra parte a sindicatos, empresarios, al tercer sector, asociaciones agrícolas y ganaderas... Cada vez que íbamos a Madrid y librábamos un batalla la librábamos primero colocando bien las piezas, con el voto estratégico de Oramas y el de Pedro Quevedo en algún momento también, y revestidos del apoyo de la sociedad canaria. Nos dieron el ITE, pudimos sacar el REF fiscal, y después los presupuestos de 2018 que fueron los mejores para Canarias. Todo eso fue un trabajo articulado y fue posible no por mérito de Clavijo sino de un conjunto de personas que hizo posible que ¡pum!, sonase la melodía.

"Al señor Curbelo no le reprocho nada"

Ya anunció que se quedará en el Parlamento para hacer oposición, ¿no era más fácil buscar una salida fuera? Me refiero a optar a un escaño en el Senado por designación autonómica. Judicialmente le pone las cosas más fáciles.

Bueno, si hubiese priorizado en mi situación personal pues no hubiese facilitado que se aprobase el Estatuto y seguiría estando aforado. Pero es que, al margen de que estoy convencido que ese fue un expediente de éxito de dos funcionarios de La Laguna [el préstamo a la empresa concesionaria del servicio municipal de retirada de vehículos que dio lugar al caso Grúas], yo las cosas las hago pensando en el interés general. Era demasiado importante el Estatuto de Autonomía para el futuro de los canarios para, por un momento coyuntural, anteponer lo que me interesase a mí personalmente. Y ahora tres cuarto de lo mismo. No sé si es que, como creo en la justicia y estoy convencido de que el expediente está correcto, me da igual. He asumido un compromiso con los electores y yo me hubiese ido si era para que hubiese un gobierno que pudiera dar continuidad a una serie de políticas de defensa de Canarias, pero como no ha sido posible pues me quedo a hacer lo que los ciudadanos han votado en las urnas, y es oposición.

El 'caso Grúas' surge de una denuncia de Podemos...

Y Nueva Canarias

Sí, ¿pero cree usted que ha sido también empujado por el resto de las fuerzas políticas para que se llegara a este punto, con usted investigado y el caso interfiriendo en las elecciones?

Yo creo que ha sido utilizado por mis adversarios, tanto por el PSOE, como PP, como Podemos, como Cs. Todos lo han utilizado porque si recordamos la campaña electoral en los distintos debates todos aludieron al caso. Y sí es cierto que la conducta de la Fiscalía, desde que cambió la fiscal general del Estado, cambió radicalmente de estrategia y de criterio.

¿Con el gobierno del PSOE?

Sí, radicalmente. Pasó de favorable al archivo y aquí no hay nada a empezar a pedir que se practicasen diligencias. Pero visto el resultado electoral, yo creo que la ciudadanía sabe que es un expediente administrativo en el que defendí el interés general. Yo comparecí dos veces a petición propia en el Parlamento de Canarias para explicarlo, veremos si a lo largo de la legislatura otros también piden comparecer a petición propia en el Parlamento.

¿Se refiere a Torres?

La legislatura es larga, pueden ocurrir muchas cosas.

¿Su amistad con el líder de ASG va más allá de la política?

Sí, sí.

¿No tiene nada que reprocharle?

No, al señor Curbelo no tengo nada que reprocharle, al revés.

Vaya, es al único al que trata de señor.

(Risas) A Casimiro Curbelo no tengo nada que reprocharle en absoluto. Fue leal, dio su palabra, se mantuvo y fue siempre claro desde el principio. Si la opción alternativa al gobierno que se ha pactado era una opción a ninguna parte... Él tiene unos intereses que defender, que son los de La Gomera, para eso se presentó a las elecciones y pidió el voto. No, no le tengo que reprochar absolutamente nada. Más allá de la afinidad con él me une la amistad. Es curioso de que a lo largo de cuatro años en este mundillo uno encuentre amigos y yo he tenido la suerte de encontrar muchos, lo digo con sinceridad.