La nueva Mesa del Parlamento estudiará el recorte de las dietas que cobran los diputados por asistir a los plenos. El órgano de gobierno de la institución, que desde el martes preside Gustavo Matos, verá "con sosiego" y "sin precipitaciones" la conveniencia de rebajar el coste que les acarrean a las arcas públicas las dietas de sus señorías. Unas cantidades que cada parlamentario percibe en función de su isla de procedencia (menos dinero en el caso de los diputados de Tenerife porque la sede de la Cámara está en la Isla) y del cargo que ocupe en la Mesa o en su grupo parlamentario. Tienen derecho a 60 euros por pleno o reunión si son de Tenerife; a 83 si son de Gran Canaria; y a 113 si son de alguna de las restantes islas. Cantidades que aumentan en el caso de los portavoces y de los miembros del gobierno de la institución. Un dinero que se paga al margen de la retribución ordinaria, es decir, del sueldo (casi 4.000 euros mensuales), y que a lo largo de la pasada legislatura supuso un desembolso global de algo más de dos millones.

El propio Matos admitió tras la primera reunión de la nueva Mesa de la Cámara, en la que lo acompañan como vicepresidentes y secretarios Esther González (Nueva Canarias), Rosa Dávila (CC), Jorge González (PSOE) y Luz Reverón (PP), que conviene revisar no solo las dietas, sino también el resto de retribuciones. El socialista reconoció que las dietas, que en los últimos años han generado una polémica cada vez mayor alimentada por quienes consideran que no se justifican con salarios de 4.000 euros, requieren al menos "una reflexión". Pero agregó que hace falta también "una reflexión global" que incluya todo el sistema de retribuciones y los gastos "que conlleva la vida parlamentaria". En esta línea, y aunque aún no ha dado tiempo para que la Mesa ordene nada al respecto, Matos apuntó que tal vez haga falta elaborar un estudio comparativo con los salarios y dietas que se pagan en las asambleas legislativas de otras comunidades autónomas. Hay que recordar, no obstante, que ya su antecesora en la Presidencia del Parlamento, la también socialista Carolina Darias, encargó en su día un estudio similar. Un "documento de trabajo" al que no se quiso dar publicidad pero que le sirvió a Darias para anunciar que las dietas estaban en la media de las de otras asambleas autonómicas y que no se tocarían durante su legislatura.

Gustavo Matos garantizó, eso sí, que el incremento del número de escaños (han pasado de 60 a 70 por el nuevo sistema electoral) no supondrá un aumento del presupuesto de gastos de la institución. El presidente de la Cámara regional recordó que cuando se decidió crear la nueva circunscripción autonómica se adquirió el compromiso de que los diez nuevos escaños no generasen más gasto. De hecho fue el previsible mayor coste público del Parlamento una de las principales críticas que hicieron los detractores de la reforma electoral, como CC o la Agrupación Socialista Gomera de Casimiro Curbelo. En cualquier caso, Matos afirmó que "se va a cumplir" ese compromiso de que los diez nuevos escaños no impliquen más gasto. Diez nuevos diputados que precisamente no podrán cobrar dietas hasta que los servicios jurídicos de la Cámara encuentren una "fórmula legal". No en vano, estos diez parlamentarios son de la circunscripción autonómica, con lo que no fueron elegidos en alguna de las siete circunscripciones insulares, que son las que definen la isla de procedencia a efectos del cálculo de la dieta. "Se resolverá lo antes posible", señaló Matos.

El presidente del Legislativo explicó que el próximo miércoles se celebrará el acto solemne de apertura de la X Legislatura y que lo más probable es que el período de consultas con los partidos empiece el jueves día 4. De ese período de consultas saldrá el nombre propuesto para la Presidencia del Gobierno, esto es, el de Ángel Víctor Torres salvo vuelco de última hora. Antes es necesario que se constituyan los grupos, para lo que tienen de plazo hasta el martes. ASG y Ciudadanos integrarán el grupo mixto hasta que se reforme el reglamento para que basten tres escaños para tener grupo propio, como quieren los gomeros.