El secretario general del PSOE canario, Ángel Víctor Torres, será el nuevo presidente de Canarias tras el acuerdo alcanzado entre su partido, Nueva Canarias (NC), Podemos y la Agrupación Socialista Gomera (ASG). Torres se convertirá en el segundo presidente socialista de Canarias después de Jerónimo Saavedra y tras 26 años de gobiernos encabezados por Coalición Canaria.

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El hasta ahora vicepresidente del Cabildo de Gran Canaria encabezó en las pasadas elecciones la lista regional del PSOE, partido que obtuvo el mayor número de votos y 25 escaños de los 70 que conforman el Parlamento de Canarias.

El acuerdo alcanzado ayer entre las cuatro fuerzas políticas suma un total de 37 votos y deja en la oposición a Coalición Canaria, Partido Popular y Ciudadanos, que suman 33 escaños.

Tras casi cuatro semanas de infarto, inflexiones continuas, cambios de escenarios a izquierda y derecha, reuniones en las islas y en Madrid, los líderes de los cuatro partidos -Torres, Román Rodríguez, Noemí Santana y Casmiro Curbelo- bajaron ayer a las dos de la tarde desde la quinta planta del Parlamento canario, donde estuvieron reunidos toda la mañana, para atender a los medios y confirmar que, unos 20 minutos antes, habían alcanzado un acuerdo para impulsar el Archipiélago desde una visión progresista, anteponiendo lo social y la integración de las 8 islas sin velocidades distintas de desarrollo.

Lo de infarto puede parecer un tópico, pero, en este caso, se queda corto. De hecho, durante casi toda la mañana se extendió la noticia (en Coalición Canaria y parte del PP era una convicción) de que el pacto de centroderecha estaba hecho, que Cs levantaba el veto a Fernando Clavijo o su marcha lo facilitaba todo y que, para eso, viajaban desde Madrid el secretario general del PP, Teodoro García Egea, y el vicesecretario, Javier Maroto. Pero no: ni se levantó el veto, según las fuentes de Cs consultadas, ni los tres votos de ASG debió darlos por hecho nunca CC, pese a la excelente relación Clavijo-Curbelo.

Durante todo el jueves y la madrugada del viernes (Curbelo le reconoció a El Día que "los del PSOE no me han dejado dormir, casi"), las llamadas y mensajes se multiplicaron a la enésima y los dos bloques pasaban de la euforia al desplome en pocos minutos, si bien hubo cierto convencimiento en sectores de CC de que todo se resolvería a su favor. Lo mismo ocurría en los grupos de izquierda ante un Curbelo que siguió sin mostrar sus cartas hasta casi el último momento.

Tras una reunión con el PSOE en la que decidió no firmar nada, llegó al Parlamento sobre las 11:00 horas junto a los principales dirigentes de ASG. Llamó a Clavijo para saber algo del veto de Cs y se reunió con su gente en su sede de la quinta planta. Aún dudaba de que un giro de última hora de NC a favor de CC y PP le dejara fuera del gobierno, pues esa suma daba 36 diputados (la mayoría absoluta), pero pronto se disiparon sus dudas ante los dirigentes principales de NC, cuya sede se encuentra a escasos metros.

Luego, los cuatro líderes y otros miembros de estos partidos se reunieron en la sede socialista y acabaron acordando un gobierno progresista en solitario que no se da desde la primera legislatura (1983-87). El PSOE sí cogobernó con AIC (precedente de CC) de 1991 a 1993 (censura a Saavedra) y desde 2011 hasta diciembre de 2016, cuando se rompe el último pacto, pero la izquierda no lo hace en solitario desde el "Pacto de progreso". El PSOE, además, recupera la Presidencia 26 años después.

Para enojo de miembros del PSOE, El Día fue el único medio presente en el pasillo de esa quinta planta. Mientras Torres seguía reunido con Curbelo en una sala, se le escuchó a Rodríguez en un corrillo fuera una frase muy repetida desde hace semanas: "Estos grupos representan la mayoría social de Canarias". Tras enviar una nota anunciando que el pacto se firmará a las 12:00 horas de mañana, después de abrazarse y no reprimir la euforia, bajaron y explicaron el acuerdo. Un pacto que, pese a no rubricarse ayer, Curbelo dejó claro que no tiene vuelta atrás: "Sí es sí".

Torres: "Simboliza lo que la mayoría votó"

El futuro presidente, Ángel Víctor Torres, aseguró en sus primeras palabras ante los medios que el pacto "simboliza lo que la mayoría de canarios votaron. Tras pasarlo profundamente mal por situaciones como las de Santa Lucía, Telde y el Cabildo grancanario, que pudieron girar a NC, así como las dudas o despistes de ASG, reconoció que "han sido días de mucha zozobra, expectación, cábalas y con el acuerdo se pone un punto definitivo". Sobre la jornada de ayer, dijo que fue un día duro, "con muchas horas de trabajo", y que los documentos que han trabajado tratan de mejorar la vida y expectativas de los canarios, a lo que llama a la oposición a sumarse.

Rodríguez: "Los tira y afloja acaban en cambio"

El presidente de NC, Román Rodríguez, señaló que "los tira y afloja, absolutamente normales en democracia, han concluido en un cambio político y un acuerdo de progreso". El expresidente, que apunta a Hacienda y a la Vicepresidencia, agradeció la "generosidad, trabajo y entrega de estos partidos, que han acordado lo mejor para el bienestar de los canarios. Hemos trabajado sin perder de vista lo único importante en política: los ciudadanos". Según subrayó, tratarán de abrir una nueva etapa en la que deben sacar "todo lo mejor que tenemos como sociedad".

Santana: "Día histórico que muchos celebrarán"

Sin duda, y aunque Torres estaba entre eufórico, superado y extasiado, la más efusiva fue Noemí Santana (Sí Podemos), quien dijo que se trataba de "un día histórico que seguro muchos canarios ya están celebrando en sus casas". "Estamos muy satisfechas con el pacto", dijo antes de agradecer a los cuatro partidos "su esfuerzo" y reiterar su mensaje continuo desde hace años: "La construcción de una Canarias más igualitaria, más justa y mejor".

Curbelo: "Este acuerdo tiene 37 votos reales"

Como enviando un mensaje al centroderecha, sobre todo a Cs, Casimiro Curbelo recalcó que "este pacto de progreso tiene 37 escaños reales y es el mejor" para los intereses de los canarios. Eso sí, reconoció que "llegar hasta aquí no ha sido un camino fácil porque hay que contrastar aspectos programáticos, pero se ha hecho con mucha serenidad y dedicando mucho tiempo". A su juicio, se trata de un Gobierno "estable".