El PSOE toma de nuevo las riendas para conformar Gobierno.

Esta vez, sin embargo, tiene la evidencia pública de que entre sus socios de izquierda hay dos desleales que, de haber fructificado el denominado pacto de centroderecha, se hubieran unido a CC y PP. Los gomeros de Asociación Socialista Gomera (ASG) nunca ocultaron que juegan a dos bandas y que se sumarán al bloque que más le convenga; y el otro, Nueva Canarias, no ha dudado en echarse en brazos de su adversario en favor propio.

Minutos después de que el líder del PP canario, Asier Antona -en una comida con los representantes del CC, Ciudadanos, NC y ASG-, volara en los jardines de la residencia oficial del presidente del Gobierno el acuerdo bendecido por su líder nacional, Pablo Casado, los teléfonos del candidato de los socialistas canarios, Ángel Víctor Torres, y el secretario insular en Gran Canaria y portavoz del comité negociador, Sebastián Franquis, echaban humo. A NC le urgía amarrar las alcaldías de los ayuntamientos en los que ha gobernado hasta ahora -Telde y Santa Lucía de Tirajana- amenazados, curiosamente, por el condicionamiento, asumido por todos ellos, de que no habría pactos en cascada. La decisión rompe el mapa del poder municipal pero las consecuencias no gustan.

A la misma hora en que Antona y Vidina Espino, la candidata de Ciudadanos, se veían frente a un café en el hotel AC Iberia para confrontar el fracaso de su estrategia el presidente de ASG, Casimiro Curbelo, hacía lo propio con Torres y Franquis en un restaurante de Las Canteras. También es verdad que desde el miércoles Curbelo no ha parado de recibir llamadas de sus antiguos compañeros en las filas socialistas y de la actual dirección federal para tratar de convencerlo de que no se uniera a la derecha.

Se dan ya pues los pasos para retomar alianzas. Gana la estrategia marcada por Franquis, después de que se anunciara el acuerdo CC-PP, de esperar al choque de trenes por mucho que en el seno del partido desesperaran. En palabras de Curbelo se abren ahora "nuevas vías, nuevas perspectivas y nuevas opciones". Es decir, heridos PSOE y Coalición el siguiente paso sería intentar un entendimiento entre ellos, primera y segunda fuerza del Parlamento, por mucho que desde la misma noche electoral del 28- M se empeñaran en darse la espalda e intentar cada uno por su lado lograr un número de apoyos suficientes para formar Gobierno.

Quedan por despejar los cabildos, que se conformarán la próxima semana, y la Presidencia del Parlamento de Canarias el día 25, y la primera de las premisas por las que se negaron a sentarse ya ha caído: CC está dispuesto a ceder la Presidencia. No es, además, una opción que rechace Ferraz.

El secretario general del PSOE, José Luis Ábalos, este mismo lunes se abría a la posibilidad de ese pacto con los nacionalistas que, de paso, allanaría el camino de Pedro Sánchez hacia la Moncloa. La única premisa del número dos del PSOE es que sea presidente el más votado.

Podemos rema para el lado contrario y mantiene su apuesta por el pacto con PSOE, NC y ASG para, según un comunicado que emitía ayer con carácter de urgencia su Consejo de Coordinación en Canarias, "acabar con el nefasto ciclo de 26 años de gobiernos de Coalición" en el Gobierno regional. Eso sí, tildaba de "inadmisible" que pugnas por cuotas de poder "estén dando al traste con la necesaria regeneración política que necesita nuestra tierra", en referencia a ?Nueva Canarias.