El anuncio realizado por parte del futuro Gobierno de Canarias sobre la implantación de una tasa turística en las Islas ha encendido las alarmas en el sector y lo ha puesto en pie de guerra. Los empresarios alertan de que dicha medida espantará a los visitantes y destruirá empleo, por lo que exigen a los líderes del PSOE, Nueva Canarias, Podemos y Agrupación Socialista Gomera, los cuatro partidos que integrarán el nuevo Ejecutivo, que no tomen decisiones "apresuradas" y "alocadas". Aseguran que dicha tasa "no sirve para nada" y que es un "error".

El pasado sábado, el cuatripartito de la izquierda canaria selló, en el Reloj de Flores del parque García Sanabria, en Santa Cruz de Tenerife, el pacto para desbancar a los nacionalistas del Gobierno canario. Rubricaron un documento con los principales ejes que guiarán la gestión del futuro Ejecutivo, entre cuyas medidas se encuentra el estudio de la "implantación de un impuesto a las estancias turísticas que tendrá carácter finalista", con el fin, según se indica en el texto, de "incrementar la inversión pública en rehabilitación de infraestructuras en las áreas turísticas".

Sin embargo, dicho anuncio ha provocado la preocupación del sector turístico, que considera que esta tasa solo "distorsionará más el producto", disminuirá el número de turistas en las Islas, destruirá puestos de trabajo y "dará al traste con toda la labor realizada hasta ahora y con todo el esfuerzo inversor llevado a cabo por el sector privado en los últimos años para mejorar la planta alojativa y para generar un empleo estable y de calidad".

El presidente de Ashotel (Asociación Hotelera y Extrahotelera de Tenerife, La Palma, La Gomera y El Hierro), Jorge Marichal, señala que el sector "está en contra de cualquier tasa turística y menos en estos momentos, pues nos encontramos en una situación de declive". "Un impuesto de este tipo no nos va a ayudar para nada, sino todo lo contrario. Lo único que va a provocar es que vengan menos turistas y que se destruya empleo", añade Marichal.

Y con respecto a la finalidad que persigue el futuro Gobierno canario con la implantación de esta tasa, cuyo destino sería el incremento de la inversión en la mejora de las infraestructuras turísticas, el presidente de Ashotel manifiesta que "no se trata de una cuestión de dinero, pues ahora mismo hay suficiente presupuesto en las arcas públicas". "Lo que hay que hacer -apunta Jorge Marichal refiriéndose al Ejecutivo- es invertir bien y alcanzar los porcentajes mínimos de cumplimiento de presupuesto".

El presidente de Ashotel pide al cuatripartito de izquierda que "no comience con populismo, pues luego se meterá la pata y ya no habrá nada que hacer".

Roberto Ucelay, presidente del CEST (Círculo de Empresarios del Sur de Tenerife), tacha el anuncio del futuro Gobierno de izquierda de "error grave". "Lo que toca ahora es ser más competitivo para poder tener más clientes y no implantar una tasa turística, con la que se conseguirá lo contrario. Otro impuesto más supone una carga adicional para el principal sector de Canarias y, además, su recaudación no repercutirá en lo más mínimo en la mejora de las infraestructuras turísticas ni generales. Ya hay suficientes presiones tributarias en Canarias como para seguir castigando a este sector", agrega.

Para el presidente del Círculo de Empresarios del Sur de Tenerife, esta tasa, que "pagará el cliente final directamente, no supondrá ninguna medida eficaz ni tendrá ningún tipo de utilidad".

Roberto Ucelay también explica que "por mucho que recaude la Administración pública, esta no tiene capacidad de gasto debido a las nuevas normativas que existen en materia de contratos del Estado, por lo que de nada servirá la tasa, se cobrará ese dinero y se quedará en los bancos".

Por su parte, el presidente de la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo de Las Palmas (FEHT), José María Mañaricua, alerta de que una tasa turística encarecería el destino y este perdería competitividad. Asimismo, señala que esta tasa tendría un efecto negativo sobre el IGIC (impuesto general indirecto canario). "El año pasado, la comunidad autónoma logró un récord en relación a los ingresos por el IGIC, alcanzando los 1.800 millones de euros, gracias, fundamentalmente, al sector turístico, pues los visitantes consumen hoteles, taxis, tiendas.... Con la tasa turística no se llegaría ni a los 100 millones al año y, además, se reduciría la recaudación por el IGIC", manifiesta Mañaricua.

De todas formas, el presidente del FEHT dice que está convencido de que el futuro Gobierno de Canarias "no implantará ningún tipo de tasa turística". "Solo han hablado de realizar un estudio y sé que, después de este, la medida anunciada no se aplicará", agrega.