En la noche del pasado lunes, y aunque la montaña rusa de los pactos en Canarias siguió ayer a velocidad de vértigo entre citas e infinidad de llamadas, la dirección de la Agrupación Socialista Gomera (ASG) decidió, después de 3 horas y media, inclinarse (un poco, un mucho, nada... eso ya se verá) hacia un pacto del bloque de izquierdas en el nuevo Parlamento. Lo hizo, eso sí, con una condición que ayer fue resaltada por casi todos los medios: que el PSOE revierta lo ocurrido en Valle Gran Rey, donde la victoria de ASG con el 41% y 5 ediles (a uno de la mayoría absoluta) no fue suficiente para que los de Casimiro Curbelo gobiernen.

Lo primero que llama la atención, aparte de que el PSOE y NC-Frente Amplio (con 2 ediles cada uno) incumplieran las directrices de sus ejecutivas superiores de no perjudicar a ASG, es que el principal municipio económico de La Gomera junto a la capital (San Sebastián) presente un panorama político tan a la izquierda tras el 26M. Aunque sea, al menos, en lo aparente. Y es que, a los 5 concejales de los de Curbelo, que lidera en esta localidad Borja Barroso, se le suman los dos del PSOE, con el ya alcalde a la cabeza (Christopher Eugenio Marrero), los dos de NC-FA, que lidera el exmáximo mandatario de CC, Ángel Piñero, y los otros dos representantes de SSP.

Como se ve, y al menos por siglas, ni rastro de CC, Cs o PP. De hecho, desde 2011 el PP ha perdido ya los 15 concejales que ganó en la Isla y los nacionalistas han pasado de 15 a 2 que apenas tienen relevancia, y eso que a ASG le bastaba el de San Sebastián para completar la mayoría absoluta, si bien apostó por los 2 ediles de NC.

El sábado, y aunque el PSOE había recibido la orden expresa contraria por parte del candidato a la Presidencia regional y secretario general, Ángel Víctor Torres, Marrero sí se postuló a la Alcaldía, no apoyó a ASG ni se abstuvo y logró el respaldo de NC-FA y SSP, agarrando el bastón de mando y poniendo en riesgo un pacto progresista en Canarias, tal y como reflejó el comunicado de ASG en la noche del lunes.

Ese mismo sábado, los miembros de ASG en Valle Gran Rey y en el resto de la Isla , con Curbelo a la cabeza, se tomaron francamente mal lo ocurrido (por mucho que lo temiesen) en un municipio que siempre se le resistió al indiscutible líder de esa agrupación cuando aún estaba en el PSOE. Una localidad que, por fin, logró cogobernar desde 2015 con el diputado regional Jesús Ramón Ramos Chinea en la primera tenencia de alcaldía hasta que Piñero rompió el acuerdo.

De ahí la mala relación entre ASG y Piñero pese a su paso a NC-FA, que se suma a la tajante decisión del PSOE y SSP en la localidad de que jamás votarían por el candidato de ASG.

Así las cosas, la Ejecutiva regional del PSOE decidió, también en la tarde del pasado lunes, abrir expediente de expulsión a sus dos ediles. No obstante, si se atiende a la palabra usada por ASG ("revertir" la situación del gobierno), eso no va a ser tan fácil, salvo que obedezcan. De no hacerlo y ser definitivamente expulsados, se convertirán en concejales no adscritos (que no cobran nóminas habituales, si bien sí dietas y demás), pero pueden seguir gestionando si sus socios así se lo permiten.

También NC-FA ha censurado la decisión de sus dos representantes por perjudicar a ASG, con la que ya cogobierna en la capital y Hermigua. Eso sí, y a diferencia del PSOE, no se ha anunciado un expediente de expulsión, en principio, porque no son afiliados, según lo recabado por EL DÍA.

De momento, Torres ha hecho todo lo que puede hacer y lo antes posible ante una indisciplina que puede costarle el Gobierno si no satisface a Curbelo y los suyos. Sin embargo, la verdadera pregunta es si un cambio que la izquierda espera en Canarias desde 1987 (cuando las AIC alcanzaron el poder y, tras entrar en CC en la censura a Saavedra de 1993, ahí siguen) vale un municipio como Valle Gran Rey, por muy relevante que sea para un socio clave, que puede declinar la balanza a izquierda o derecha. Es lo mismo que se pudo haber dicho de Telde, Santa Lucía y hasta el Cabildo grancanario, solo que el PSOE, a punto de caer por un precipicio de fondo oscuro, rectificó y calmó (en parte) a NC.

Valle Gran Rey es espectacular. Su barranco, impactante; sus terrazas con palmeras y casas salteadas, estampa gomera; su puerto y turismo, claves económicas; su fama hippie desde los sesenta pese al franquismo, auténtica; las puestas de sol en su playa del Inglés, marcadoras... ¿Su ayuntamiento vale un gobierno? Se sabrá pronto.