El único municipio gomero que, hasta ayer, mantenía algunas dudas sobre cómo quedará el gobierno desde hoy, Valle Gran Rey, tendrá seguramente de alcalde al candidato de la Agrupación Socialista Gomera (ASG), Borja Barroso, bien porque se confirma el pacto con Nueva Canarias que se tenia previsto cerrar ayer, porque se lo permite la abstención de los dos ediles del PSOE o porque se producen a la vez las dos circunstancias dado el panorama regional.

Barroso sacó 5 concejales el pasado 26 de mayo, mientras que el PSOE se quedó en 2, los mismo que obtuvo NC y Sí Se Puede. Por tanto, existía la posibilidad de que, si se unían estas tres fuerzas, ASG se quedara de nuevo sin Alcaldía y ni gobernara en uno de los municipios que más se le resistió a Casimiro Curbelo en su etapa en el PSOE.

Ante el temor de que la relación con el líder local de NC, Ángel Piñero, no fuera la más adecuada, ASG priorizó en este municipio un acuerdo con el PSOE, que en principio estaba avanzado. Sin embargo, el posible pacto de centroderecha en el Archipiélago y la incertidumbre general de las últimas horas han acercado mucho a los de Barroso y los de Piñero, tanto que ayer se daba por hecho un pacto que, en principio, se confirmará en la constitución de la nueva corporación hoy.

No obstante, la ejecutiva regional del PSOE, en su contraataque para intentar abortar ese acuerdo de centroderecha y para evitar envalentonar más a Curbelo, obligaron desde el jueves a sus dos concejales a no maniobrar en contra de ASG y, al menos, abstenerse hoy. Los socialistas locales no quieren gobernar con los de Curbelo, pero la regional les ha obligado a que, en su defecto, tampoco impidan que gestione el principal municipio turístico.

Un poco fuera de la jugada se ha quedado SSP, con dos concejales que hubieran sumado 6, la mayoría necesaria, pero que al final pueden tener un papel secundario y, al menos hoy, de única oposición aparente por ese posible pacto y eventual abstención.