Es evidente que el PSOE es el claro vencedor de las pasadas elecciones generales del 28A y de las locales, autonómicas y europeas del 26M, en España y singularmente en Canarias. Pero ni en el Congreso de los Diputados ni en las autonomías (salvo Extremadura y Andalucía) el ganador tiene mayoría. Si quiere gobernar, ha de pactar. El escenario central a nivel nacional es que Sánchez logrará una mayoría suficiente para ser investido, aunque ello no forzosamente ocurra a corto plazo. En Canarias el PSOE lo tiene mas difícil pues con un extraordinario resultado de 25 parlamentarios, una mayoría (36) por la izquierda solo puede obtenerla con los 5 diputados de NC (30), los 4 de Podemos (34) mas los tres de ASG (37). Sin embargo, a día de hoy, tal hipótesis para darse requiere una condición necesaria, la ASG de Casimiro Curbelo tendría que sumarse apoyando a un gobierno del PSOE, su ex partido que le expulsó hace unos años cuando Curbelo ganaba en La Gomera con el 60%. Le echaron, siguió siendo socialista, montó un nuevo partido y ahora gana con más del 60% y ademas tiene en su mano la gobernabilidad de Canarias, aparte de ser el político más experimentado que hoy existe en la política canaria; no es poco en los tiempos que corren. Si no hubiesen expulsado a Curbelo, Ángel Víctor Torres habría sido presidente desde la noche del pasado 26M. Pero la política es lo que es y a veces juega malas pasadas, en ocasiones, cuando menos te lo esperas....

El PSOE no solo tiene como restricción su dependencia de Curbelo para sumar 37. El problema adicional para el PSOE es que el centro derecha de CC (20), más el PP (11) , más Cs (2) suman 33. Si Curbelo (3) apostara por este último pacto, habría otra mayoría de 36. Con la volatilidad de nuestros días, me confieso incapaz de hacer previsiones, mucho menos apuestas, pero no ya para las próximas semanas sino para los próximos 15 minutos. Sin embargo, no parece fácil que Curbelo apoye un Gobierno donde este Podemos, de hecho ya lo ha dicho y es normal. Podemos tiene como marca de la casa hacer política vociferando e insultando a sus adversarios y a Curbelo lo han masacrado: tiren de hemeroteca. No, no es verdad, en política no todo vale. No vale que públicamente te llamen ladrón y después venir como si nada pasara. Francamente no veo que Curbelo apoye un pacto donde este Podemos.

¿Y un pacto PSOE-PP? Plantearlo es desconocer Canarias y la política canaria. Sé de lo que hablo. En 2007 ganó las elecciones de lejos el PSOE con López Aguilar de candidato. El PP quedó segundo en votos y tercero en escaños. Quise plantear al candidato socialista un pacto. Ni me recibió, no se dignaba hablar con la "derechona" del PP, complejos de esa izquierda radical que aún subsiste en una parte del PSOE. Sin embargo, el PSOE empezó negociaciones con CC que no fructificaron, entre otras cosas porque mientras Paulino Rivero negociaba en Canarias con López Aguilar, lo hacía también conmigo, en Madrid ( no cuento nada que no se sepa, ya se ha publicado). Finalmente hubo gobierno PP-CC.

En 2011, el PP ganó por primera y única vez las elecciones en Canarias, con un 32% de los votos y 21 escaños, los mismos que CC a quien, sin embargo, le habíamos sacado una ventaja de mas de 60.000 votos, pelillos a la mar de la ley electoral. Entonces tuve una conversación con el entonces candidato del PSOE, José Miguel Pérez. Teníamos una pésima relación política, pero personalmente hablábamos. Me explicó que la dirección nacional del PSOE no aceptaba un pacto en Canarias para dar la Presidencia del Gobierno al PP. ¿Qué hice entonces? Llamé a Pepe Blanco, entonces número dos del PSOE que me recibió en su despacho del ministerio de Fomento, del que era titular. "José Manuel", me dijo, "no te equivoques, mis colegas de Canarias no quieren pactar con el PP en ningún caso, ademas ya están muy avanzadas las conversaciones con CC". De hecho fue ese pacto el que , una vez más, gobernó en Canarias hasta 2011. ¡Claro que ahora el PSOE de Canarias suspiraría por un pacto con el PP! (36 diputados). Pero , en lo que conozco a mi partido, y algo lo conozco, la dirección nacional no está para esas bromas, no veo a Pablo Casado poniendo en bandeja otra autonomía al PSOE. Cierto que en política todo es posible, pero eso no parece probable, aparte de la alta estima y estrecha sintonía que, me consta, hay entre Casado y Clavijo.

En todo caso, presida el Gobierno el ganador, Ángel Víctor Torres, o lo haga el segundo, Fernando Clavijo, (que por cierto, sobre el papel podrían eventualmente gobernar en una nueva alianza PSOE-CC , con nada menos que 45 diputados) hay algo que me parece juego sucio propio de la impotencia de poner argumentos sólidos sobre la mesa y debería por ello desterrarse de la contienda política. Me refiero al intento de descalificar a uno y otro por el hecho de que estén o previsiblemente (¡aún peor!) puedan ser investigados judicialmente. Durante los últimos años en España, no digamos en Canarias, se ha instalado la especie de que un imputado (investigado en terminología actual) sobre todo cuando se es político, es alguien condenado. Falso, salvo por la condena del telediario , que existe y hace un daño irreparable. Se de lo que hablo porque estuve imputado cuando fui vicepresidente del Gobierno, años 2008-2009. Todos los días, el PSOE en la oposición y sus altavoces mediáticos, me pedían la dimisión. Aquello quedó en archivo pero no importó, el PSOE siguió entonces haciendo política con la querella ya archivada. De hecho, tras el archivo, en la siguiente sesión de control al gobierno, las seis preguntas que el PSOE tenía para hacer al gobierno, me las dedicaron enteras, vean el Diario de Sesiones. El argumento de cuantas Señorías socialistas me interpelaron era que, aunque mi causa había sido archivada, yo me tenía que ir porque la calle ya me había condenado... para nota. Es lo que ahora quieren repetir con Clavijo y parece que también con Torres.

No entremos en eso, denota debilidad argumental, delata falta de liderazgo, política de vuelo raso. El argumento de que un político investigado tenga que marcharse equivale a que es un juez de instrucción quien en última instancia decide si un político se va o se queda, no es razonable. Por ello, ocurra lo que ocurra con el pacto en Canarias, quienes tienen posibilidades reales de presidir Canarias deben depender de la aritmética parlamentaria pero me parece auto debilitante utilizar el argumento de su investigación, siendo indiferente que se llame Ángel Víctor Torres o Fernando Clavijo.

*Exministro de Industria, Energía, Turismo y Telecomunicaciones.