Resulta una metáfora bastante oxidada por exceso de uso pero resume a la perfección la historia de los pactos regionales en Canarias, la única autonomía española en la que no ha habido una mayoría absoluta desde que se recupera la democracia. El juego de la silla, en este caso, ha tenido casi siempre a un partido (CC) o formaciones precedentes (AIC: ATI, API, AGI, AHI...) sentado en todos los gobiernos autonómicos desde 1987 y a otros, primero el CDS y AP, y luego el PSOE y el PP, alternándose en diversas legislaturas. Un panorama que podría cambiar tras el resultado del pasado domingo si el PSOE hace buena su victoria y logra suficientes socios o una fórmula adecuada, aunque CC sigue con opciones de mantenerse si convence conjuntamente al PP, Cs y ASG. Otra posibilidad es reeditar el acuerdo de nacionalistas y socialistas de 2001 y 2015, aunque el último lo rompió CC en diciembre de 2016 para apoyarse, desde su minoría, en el PP y ASG.

1983-1987: Pacto de Progreso

Las primeras elecciones regionales las ganó con el mayor apoyo de la historia el PSOE de Jerónimo Saavedra (un 42% de los votos y 27 diputados de 60). Desde junio de 1983 hasta julio de 1985, Saavedra gobernó en solitario y minoría, si bien su investidura contó con el apoyo de los 3 diputados de Asamblea Majorera (AM), el de AHI y el representante de AGI. Pese a tener solo 6 diputados, el CDS de Fernando Fernández hizo una oposición muy dura y bien armada, que le permitiría superar con claridad a AP en 1987, aunque los conservadores tenían 16 escaños. Ante la inestabilidad que sufría, el PSOE buscó un acuerdo sólido y lo encontró en AM e Izquierda Canaria. Se llamó Pacto de Progreso y, aunque sufrió turbulencias fuertes con la postura de unos y otros ante el referéndum de la OTAN de 1986, se mantuvo hasta las elecciones de 1987 y estuvo marcado, para la historia, por la Ley de Aguas. Una norma que, si bien el PSOE la suavizó mucho en su trámite final, fue muy criticada por los aguatenientes y el centroderecha y, como reconocen muchos socialistas, les costó el gobierno pese a volver a ganar en mayo del 87.

1987-91: un pacto, dos versiones

Por la Ley de Aguas y otras razones, el PSOE baja de 27 a 21 escaños en 1987, Manuel Hermoso había aglutinado a gran parte de las agrupaciones independientes en las AIC (no así a AM) y consiguió 11 actas (AHI fue por separado y tuvo 2), pero Fernando Fernández (CDS) le sacó réditos a su visible oposición y protagonismo en la primera legislatura y su be de 6 a 13. Con una AP que se quedó en 6, el centroderecha sumaba para armar un acuerdo alternativo al PSOE y así ocurrió. Fernández se convirtió en presidente con un pacto que se denominó "De Derechas", pero que, casi desde el principio, mostró algunas grietas, personalismos y suspicacias cruzadas, sobre todo por las negociaciones del presidente con la CEE y la posición de Canarias. Fernández, con Hermoso de vicepresidente, quiso disipar las dudas con la primera y única moción de confianza en las Islas, pero AIC se abstuvo y, con los votos contrarios de la izquierda (PSOE, AM, ICU, AC-INC, Fernández perdió la presidencia el 30 de noviembre de 1988 y dimitió. Solo un mes después, justamente el 27 de diciembre, los mismos partidos (CDS, AIC, AP y AHI) reeditan su acuerdo de 1987, pero ya con Lorenzo Olarte como presidente hasta 1991. El pacto de centroderecha se mantuvo y Fernández acabó en el PP.

1991-95: del Hormigón a CC

Saavedra vuelve a presentarse y su subida de 21 a 23 escaños le permite, gracias al célebre Pacto del Hormigón con las AIC, retornar a la Presidencia. Las Agrupaciones Independientes habían subido de 11 a 16 (más 1 de AHI), el CDS baja a 7, AP a 6 y los grupos a la izquierda, con Ican y AM, logran 5 y 2. En principio, y con Hermoso de nuevo de vicepresidente, todo parecía sólido y duradero, pero la negociación del REF con el Gobierno socialista central y la desubicación en la que quedó AP y la Ican de José Carlos Mauricio fue urdiendo una alternativa que de inverosímil y casi ciencia ficción pasó a ser factible. Los socialistas siempre concibieron lo del REF como una excusa. Además, a escala estatal el PP confiaba en acabar con la hegemonía de Felipe González en ese 1993 (aunque fracasó en las generales del 6 de junio) y, aunque no sin sorpresas, la conjunción de intereses unió a derechistas con comunistas, insularistas, regionalistas, centristas y hasta algunos que jamás se opusieron al franquismo. Un año antes, Olarte había roto con el CDS nacional y creó el Centro Canario Independiente. Ican, AM y AHI también se suman a las AIC y AP (con consecuencias también desde IU a escala estatal, que organiza nuevas estructuras en las Islas) y la censura contra Saavedra cuaja en marzo del 93. El nuevo gobierno deja a Hermoso de presidente y a Olarte de segundo, y nace CC, que ya no perdería el poder, salvo que ocurra ahora.

1995-99: idilio CC-PP

Tras conseguir 4 diputados en el Congreso en junio de 1993, la gran reválida de CC en canarias la pasa con nota al ganar, por primera vez, unos comicios al PSOE, subiendo de los 16 de las AIC a 21, aparte de otra acta para AHI. La crisis estatal de los socialistas y la alternativa del PP hace que los conservadores suban de 6 a 18 y el PSC descienda de 23 a 15. Sin sorpresas, y aunque Saavedra ya intentó pactar con los populares de Bravo de Laguna y Ferraz se lo impidió, el acuerdo de centroderecha se reedita. Como se temía Saavedra, el pacto se solidifica y asienta el periodo de cogobierno sin cambios más prolongado de la historia canaria (de 1995 a 2011).

1999-03: Ican, en la Presidencia

El mejor resultado de CC en unas regionales (24 actas y casi un 37% de los sufragios) se produce en 1999 cuando, curiosamente, el candidato pertenecía a Ican y no a las antiguas AIC (sobre todo, a ATI). Se trata de Román Rodríguez, que había ejercido de director general de Salud los 4 años previos y que repite el pacto con un PP que, de nuevo de la mano de Bravo de Laguna, había bajado a 15 escaños, por 19 de Saavedra, que sustituyó a Augusto Brito en el cartel del PSOE. El acuerdo parecía tener brío, pero, en una constante que se repitió varias veces luego, los nacionalistas rompieron al final del mandato con el PP y fueron apoyados puntualmente por los socialistas, ya con Juan Carlos Alemán como líder y futuro candidato. Es más, el propio Alemán presentó una fracasada censura el 7 de noviembre de 2001, que solo contó con sus votos a favor y la abstención de los herreños de AHI.

2003-2007: Martín-Soria

A Rodríguez le sustituye Adán Martín en la candidatura de CC, tras sus 16 años de presidente del Cabildo tinerfeño. En el PP, José Manuel Soria releva a Bravo de laguna como gran esperanza por sus dos mayorías aplastantes en el Cabildo grancanario. Los nacionalistas bajan de 24 a 23 escaños, los conservadores suben de 15 a 17 y el PSOE languidece de nuevo (de 19 a 17). El pacto se repite, con Martín en la presidencia y Soria de segundo, pero a finales de mandato vuelve a quedares en minoría CC con apoyos puntuales del PSOE, pese a las críticas desde el Gobierno central.

2007-11: CC-PP frenan a Aguilar

Esas críticas desde Madrid llegaban, sobre todo, del ministro de justicia, Juan Fernando López Aguilar, que acabó de candidato regional del PSOE. Su claro triunfo de 2007 (26 actas y un 35,2%) y su actitud, lejos de favorecer a los socialistas, hizo que CC (19) y PP (15) se reencontraran, ya con Paulino Rivero de presidente y Soria de vicepresidente. Aguilar acabó en el Europarlamento (donde sigue) y el pacto volvió a romperse a finales de la legislatura, sobre todo por las prospecciones.

CC gira en 2011 con el petróleo como pretexto

Los 16 años de cogobiernos entre CC y PP, iniciados en 1995 (aunque hay que sumar los dos en los que convivieron tras la censura a Saavedra), se rompieron de forma abrupta en 2011. Es verdad que en esas 3 legislaturas previas hubo rupturas al final, el PP se salió del gobierno y los nacionalistas mantuvieron el poder apoyándose puntualmente, sobre todo, en el PSOE, que lo justificaba en aquello de la estabilidad. Es cierto también que, en 1999 y como en 1995, Saavedra volvió a intentar un acuerdo con los conservadores, pero Ferraz (esta vez con Almunia a la cabeza) se lo impidió de nuevo. Así se llega a 2011, cuando Rivero repite como candidato de CC y, en vez de reeditar el pacto con un PP que se sabía que iba a arrasar en las generales (fueron en noviembre de ese año), giró hacia el PSOE de José Miguel Pérez. Lo hizo, según recalcó, por las enormes diferencias que fue larvando con Soria (PP), principalmente por las prospecciones petrolíferas, aunque hubo más razones. Pérez, que había gobernado con mayoría absoluta el Cabildo grancanario de 2007 a 2011 por la ola del PSOE, bajó de 26 a 15 diputados. CC subió de 19 a 21 y el PP le empató, aunque ganando por primera y única vez unos comicios regionales en votos. En ese momento, no hubo pacto en cascada, pero CC y PSOE sí que gobernaron con cierta estabilidad en unos años muy duros por los recortes estatales y por la honda crisis. Tras muchos mandatos, y pese a pactos del PSOE en La Palma y El Hierro con el PP o el de CC con la derecha en el Puerto, el gobierno se mantuvo hasta el final y ambas formaciones asentaron las bases para su continuidad. Esto se dio, pero dependió mucho del resultado y, en todo caso, se rompió en diciembre de 2016.