Como si la mejor bodega de la isla de Tenerife hubiera descorchado las botellas de su mejor añada. La Casa del Vino de El Sauzal estaba a reventar de simpatizantes, afiliados y candidatos del Partido Popular a las próximas citas electorales del 26 de abril y del 28 de mayo para ver y escuchar a su jefe de filas y candidato a la Presidencia del Gobierno de España, Pablo Casado, quien regresaba al Archipiélago once días después de su anterior periplo isleño. En esta ocasión convocó a los suyos con una nueva modalidad de encuentro para una campaña electoral: el cóctel-mitin. Si bien es cierto que lo que hubo fue un mitin a secas y el cóctel vino después, como casi siempre sucede, y más, a una hora de convocatoria como la de ayer: las dos y media de la tarde.

Después de contar Casado que "Pablito -su hijo- ya anda en bici sin los ruedines" y tras 54 minutos cronometrados por reloj de un mitin en el que intervinieron primero Manolo Domínguez, Ana Zurita y Asier Antona, se sirvió el citado cóctel en bandejas con canapés variados, refrescos, cañas y vino. Aunque la idea del cóctel-mitin parecía buena, al final fue un mitin de campaña más, como los de toda la vida; con sus frases destinadas al aplauso y sus promesas para la ovación general.

Y entre los compromisos que Pablo Casado aseguró que pondría en marcha nada más llegar al Palacio de la Moncloa -si las urnas así lo quieren y acaban desalojando al actual inquilino, Pedro Sánchez- está la cuestión de la seguridad. Así, el líder de los populares anunció que pondrá en marcha una ley antiokupa para "echar a la calle en 12 o 24 horas a lo sumo a quienes entran en una propiedad privada dando una patada a la puerta" y que, hoy por hoy, por cuestiones tan nimias como la ley que está en vigor y que determina unos procedimientos por los que hay que esperar "demasiado tiempo hasta que un juez ordena el desalojo".

Entre el público había funcionarios de prisiones a los que Casado prometió dotar de la "figura de autoridad de la que hoy carecen jugándose la vida en cárceles en las que se defienden con un bolígrafo".

Además, el líder del PP aseguró que despojará a Cataluña de las competencias de las prisiones y dará carpetazo a la posibilidad abierta por el Gobierno de Sánchez de traspasarlas a la Lehendakaritza. "No pueden haber cárceles a la carta para independentistas y golpistas en Cataluña ni para bilduetarras y terroristas en el País Vasco", afirmó.

El presidente nacional del Partido Popular aseguró también que cumplirá con la promesa hecha por el gabinete de Rajoy el año pasado de aumentar en 300 millones de euros el presupuesto para pagar los sueldos de los policías nacionales y los guardias civiles para equiparar sus salarios a los de los policías autonómicos y locales y "no escatimar en medios para "devolver la libertad" a Cataluña y Euskadi.

En el plano económico, Casado aseguró "no entender" cómo "se puede tener un 20% de paro con la pujanza del sector turístico, por lo que apostó por "fomentar la digitalización, educar en idiomas a los trabajadores de la tierra sin necesidad de traer a gente de fuera así como promocionar a Canarias en los mercados exteriores". Y señaló que Antona "ha antepuesto los intereses de Canarias a los de su partido" al obligar al Gobierno de Canaria a aprobar "antes de las elecciones" los presupuestos canarios con una rebaja en el IGIC. Ha sido un gesto, dijo, con el que los canarios pagarán "los impuestos más bajos que jamás hayan pagado".

A Sánchez le dijo que "no hace falta que prometa que va a celebrar un Consejo de Ministros en Canarias" porque se "conforma" con que "cumpla con las inversiones prometidas a las Islas" para el Plan de infraestructuras turísticas, infraestructuras educativas, infraestructuras hidráulicas, pobreza, prestaciones sociales o carreteras. Dijo también que tras 30 años de Coalición Canaria en el Gobierno regional este territorio tampoco brilla en materia de gestión de recursos.

Casado contó con venezolanos retornados en el público a los que prometió "liderar en Europa la presión contra el sátrapa Maduro", al que también defienden otros "socios de Sánchez" como el líder de Podemos, Pablo Iglesias.