Las personas transgénero de Canarias ya disponen de un nuevo protocolo de atención específico, formado por equipos médicos de diferentes disciplinas, que normaliza la asistencia sanitaria del colectivo y les garantiza una salud en igualdad de condiciones.

Este nuevo protocolo que ha puesto en marcha la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias es "necesario" y "redundará en un gran beneficio para la población de la comunidad autónoma", ha asegurado el consejero, José Manuel Baltar.

La representante de los 14 colectivos LGTB de Canarias, Joana Cabrera, ha considerado que se trata de uno de los protocolos "más novedosos y progresistas de nuestro país" y ha celebrado que el documento contemple la creación de la figura del gestor de casos, tarea de acompañamiento que desarrollarán profesionales con una alta sensibilidad, como pueden ser un enfermero, un médico de familia o un psicólogo.

Además, el nuevo protocolo contempla la atención sanitaria a estas personas en cualquier etapa de su vida, haciendo especial mención a la realidad de la infancia y adolescencia trans.

En la elaboración del documento han participado un centenar de personas de diferentes disciplinas y el objetivo del mismo es "homogeneizar la atención sanitaria a las personas transexuales, tanto en atención primaria como hospitalaria, y establecer un circuito específico que facilite el desarrollo personal y la calidad de vida de todas las personas implicadas", ha detallado Baltar.

La directora general de Programas Asistenciales del Servicio Canario de la Salud (SCS), Elizabeth Hernández, ha destacado el carácter "revisable, evaluable y dinámico" de este texto que "recoge actuaciones a realizar, tanto en atención primaria como hospitalaria, para normalizar la asistencia a este colectivo".

Cabrera ha confesado que ha sido "un trabajo arduo e incómodo en muchas ocasiones pero con un final maravilloso" y ha explicado que el anterior protocolo de atención a personas transgénero del SCS, del año 2009, es "patologizante y estigmatizante" debido a que el acceso al mismo se llevaba a cabo a través del área de Salud Mental de la Consejería.

Para Baltar los principios básicos de este documento son "la igualdad, la calidad, la equidad, la accesibilidad y la disponibilidad de los recursos necesarios", así como "la coordinación, el cuidado integral de las persona, el respeto a la autonomía y la dignidad personal".

La finalidad es "respetar, asesorar y acompañar, todo ello bajo una prioridad, el desarrollo de la identidad sentida por cada persona", ha asegurado Hernández.