Nacida con la democracia y del espíritu de consenso que caracterizó aquel periodo de nuestra historia, fue fundada en 1979 contando con el apoyo de todos los sectores sociales y políticos de la época. De este modo, la Comisión Española de Ayuda al Refugiado emerge como un agente clave para promover y velar por los compromisos internacionales adquiridos por la democracia española.

La actividad de esta organización se ha centrado en la defensa de los derechos humanos, especialmente en lo relativo a las personas refugiadas. Su labor se ha dirigido a proteger a aquellas personas que solicitan asilo en nuestro país y también en velar por la correcta aplicación de la normativa en esta materia.