La última comisión de control a Radio Televisión Canaria (RTVC) de la legislatura supuso ayer un respaldo mayoritario a cómo ha gestionado el administrador único del ente, José Carlos Naranjo Sintes, el proceso para licitar el contrato de la señal de ambas cadenas para los próximos 4 años.

Sintes anunció que, en dos semanas, se adjudicará este servicio a la única empresa que se ha presentado al concurso (Retevisión), convocado por la vía de urgencia, pero abierto a cualquier otra compañía. Sus explicaciones, en este caso, convencieron a todos los grupos, salvo a NC, que se quedó sola al cuestionar la urgencia y al entender que, así, en el fondo se ha conculcado la libre concurrencia porque esa empresa siempre se ha encargado de la señal y parte con demasiada ventaja.

Frente a las tesis de Esther González, el administrador subrayó que se le designó para evitar que las radios y la televisión se fuesen a negro y que eso lo ha conseguido y, ahora, consolidado para los próximos 4 años (5, si se consume el año de prórroga, por un global de 22 millones). Sintes niega, por tanto, que no fuera competente para adjudicar este contrato y que, según informes técnicos internos y de empresas especializadas, se debía hacer por la vía de urgencia (lo que obliga a 4 meses) y en dos lotes (de 15,1 millones y 388.000 euros) para cumplir también con la normativa de la UE.

Además, recalcó que, así, se le ha dado estabilidad económica al ente y garantías a sus 400 trabajadores, "que pronto serán 30 más". También remarcó que la convocatoria cumplió con la ley de contratos, que se publicó en el diario oficial de la UE y en la plataforma de contratos públicos y que el Tribunal de Contratos dijo que la competencia era del Parlamento, tras el recurso de DTC Canarias bajo el argumento de que se favoreció a la compañía que prestaba el servicio por no respetar la libre concurrencia.

Su argumentación fue respaldada por Jesús Ramón Ramos (ASG), si bien al principio le pidió que le aclarara los motivos de ese recurso, así como por Francisco Déniz (Podemos) y Luz Reverón (PP), González Taño (CC) y Gustavo Matos (PSOE), si bien el diputado socialista sí considera que la empresa que será adjudicataria parte con ventaja por su posición previa, aunque no por esto se ha conculcado ningún derecho y cree que el expediente justifica la urgencia. Para estos grupos, lo importante era el problema heredado por Sintes (la continuidad de la señal) y que se ha solucionado, quedando la opción de los tribunales para los que se crean perjudicados. También coinciden en la falta de personal y en la necesidad de que se firme cuanto antes el convenio para que RTVC pueda recurrir a los servicios jurídicos del Gobierno, algo que Sintes prevé en breve.

González (NC) discrepó de todos, considera que Sintes no es competente, que se ha estado 6 meses sin un contrato que respalde el servicio, que los licitadores han sufrido inseguridad jurídica, que los informes internos y externos apuntaban a que los precios podían bajar y, frente a Sintes, que esto sí influirá en el modelo que se elija para la RTVC en la Cámara.

Si el contrato de la señal concitó casi unanimidad, el tratamiento informativo del caso Grúas en los últimos meses por RTVC dividió la comisión de ayer, de nuevo, en dos claros bloques. Mientras CC, PP y ASG apoyaron las explicaciones de Sintes, que continuamente subrayó que confía en los criterios de los profesionales que deciden, al tiempo que censuraron lo que ocurre en TVE con Sánchez (sobre todo Taño y Reverón), el resto hablaron de "propaganda", "servicios de desinformación" y ente en el que prima el proselitismo en favor de CC.

El administrador único intentó zanjar las muchas críticas recalcando que no había llegado al cargo "para hacer campaña en favor de nadie". Insistió en que siempre se han seguido criterios profesionales y enumeró las veces en que se informó cuando el presidente pasó a la condición de "investigado" o de su intervención, a petición propia, en el Parlamento. Según remarcó, todos los grupos han salido en RTVC, hubo diversas conexiones en la radio y el programa El Foco se centró en un reportaje sobre Venezuela de hora y media porque se había trabajado intensamente antes.

Por supuesto, estas razones no convencieron, para nada, ni a González, ni a Déniz ni a Matos, quienes pidieron que se les respetara más su "inteligencia" y remarcaron que la relevancia dada a esto en las escaletas, el tiempo total, los tertulianos y la mezcla con otros casos de otros partidos suponen un claro ejemplo de "manipulación".