La mayoría de grupos en el Parlamento de Canarias, con la excepción de Podemos, pretenden aprovechar los tres meses que quedan de sesiones plenarias para aprobar la modificación de la ley regional de Pesca e introducir y desarrollar el concepto de "Turismo-Pesca". Para ello, y según señaló ayer a EL DÍA la diputada de CC Nereida Calero, se han conjurado para limitar la modificación solo a ese ámbito y no a regular otras actividades potenciales, ya que, de lo contrario, podría acabarse el mandato sin la norma. Así, y de prosperar el acuerdo, una de las grandes novedades es que la presencia de turistas en barcos de pesca podría suponer unos ingresos extra para los profesionales de hasta un 40% de lo que perciben por su actividad habitual.

Ese punto se ha incluido en un documento de consenso que aglutina parte de las enmiendas presentadas por los distintos grupos al proyecto de modificación de la ley 17/2003. El plazo para presentar las alegaciones concluyó ayer y ahora se abre el periodo de ponencias final. Según Calero, todo apunta a que la norma se llevará al pleno de finales de febrero y salga con un amplio apoyo, aunque muchas enmiendas sí parecen condenadas al rechazo, sobre todo las de Podemos.

Ese 40% de ingresos extra podría llegar al 100% cuando, por mal estado de la mar, los pescadores estén un tiempo sin poder faenar, aunque toda la concreción de estos aspectos no se incluirá en la ley, sino en un reglamento a elaborar posteriormente.

La modificación de la ley surge a raíz de una propuesta del PSOE. El pleno ya aprobó el inicio del trámite parlamentario, solo con el rechazo de Podemos. El acuerdo de CC, PSOE, PP, NC y ASG se topó luego con un informe del Consejo Consultivo que limitaba muchas de sus intenciones y, por eso, las enmiendas se han encaminado a tratar de centrarse solo en la pesca-turismo, aunque la previsión inicial era incluir también el turismo marinero y el acuícola (el de piscifactorías).

Una de las grandes dudas es qué número de turistas se permitirá en los barcos en función de su eslora. En principio, y dado que más del 70% de la flota canaria incluye barcos de menos de 12 metros, todo indica que solo cabrán dos turistas, si bien quedan muchos flecos sobre la seguridad y cómo regular el proceso previo por el que esos turistas llegan finalmente al barco.

Calero subraya que tratan de complementar los ingresos de los pescadores profesionales, pero la propia confederación regional de cofradías se ha quedado de que no le hayan consultado o acordado con ellos muchos aspectos. En lo que sí se alcanzará un pacto amplio es en la parte sancionadora, según los grupos que apoyan el texto principal.

Desde Podemos, la diputada Concepción Monzón se ha mostrado muy crítica con el cambio pretendido porque teme que, al final, no beneficie a los que se pretende, a los pescadores profesionales, sino a subsectores de las actividades turísticas que podrían detectar un filón económico en esta regulación y darse de alta como pescadores para, en realidad, explotar básicamente la parte turística. Además, advierte de que en regiones donde se han aprobado modificaciones similares, como Galicia o baleares, la experiencia no ha sido muy edificante y se han dado estos casos de picarescas y se ha desequilibrado la balanza en favor solo del turismo.

También advierte de que la seguridad es clave, "pues se trata de una actividad con cierto riesgo", y no ve claro que se permita acompañar a una embarcación de pesca de arrastre o altura con otra turística, "pues se podría complicar la propia faena pesquera".

Podemos, asimismo, rechaza las excepciones cuando haya mala mar y no se salga a pescar porque "sería muy difícil regular eso en tiempo y forma, y más aún ejercer un control y sancionar".

Para Monzón, este cambio normativo podría haberse aprovechado para, por ejemplo, introducir medias que impidan o reduzcan los vertidos en el mar, pero teme que le rechacen sus enmiendas.